lunes, 17 de octubre de 2016

El planeta pierde cada año una fortuna por la mala gestión de los bosques

La falta de biodiversidad reduce significativamente la producción forestal en todo el planeta, indica un estudio publicado en ‘Science’.

La pérdida continuada de biodiversidad disminuye significativamente la producción forestal, provocando pérdidas anuales de entre 166.000 y 490.000 millones de dólares, cinco veces más de lo que costaría tomar medidas efectivas de conservación de estos ecosistemas a escala global. Así lo revela una investigación internacional que publica esta semana la revista Science .

El estudio ha sido liderado por Jingjing Liang (Universidad de West Virginia), Peter B. Reich (Universidad de Minessota) y Thomas W. Crowther (Yale University) y ha contado con la participación de los investigadores Sergio de Miguel (Agrotecnio-Universitat de Lleida), Jordi Vayreda (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales-CREAF) y Fernando Valladares (Museo Nacional de Ciencias Naturales MNCN-CSIC).

Para completar este estudio, investigadores de 30 países, agrupados en la Global Forest Biodiversity Initiative (GFBI), han analizado 777.126 áreas boscosas de 44 países, midiendo más de 30 millones de árboles de 8.737 especies diferentes. El área analizada representa la mayoría de los biomas terrestres (áreas que comparten clima, flora y fauna). El objetivo era establecer la relación entre la biodiversidad medida en número de especies de árboles y la productividad.

Conocer esta relación es imprescindible para evaluar económicamente la biodiversidad e integrar la conservación biológica y el desarrollo socio-económico de la humanidad”, explica el investigador del programa europeo Marie Sklodowska-Curie en la UdL y único español en el comité directivo de la GFBI, Sergio de Miguel. “En buena parte de las áreas con alta biodiversidad la población rural depende en gran medida de los recursos forestales y su pérdida puede incrementar el grado de vulnerabilidad de estas personas”, añade.

Los bosques son los mayores repositorios de biodiversidad terrestre y actualmente la deforestación y el cambio climático, entre otros factores, amenazan aproximadamente a la mitad de las especies de árboles. “Hay una relación directa entre la diversidad de árboles de un bosque y el beneficio económico que aporta. Los datos de nuestra investigación ponen negro sobre blanco la necesidad de recalcular el valor de la biodiversidad, las estrategias de gestión forestal y las prioridades a la hora de conservar”, apunta Fernando Valladares, investigador del MNCN.

Además, es la primera vez se relaciona a escala global que la pérdida de especies se traduce en la reducción de los ecosistemas boscosos que se traduce en la disminución de la producción de madera y la capacidad de absorción de CO2 de la atmósfera por parte de los bosques”, continúa.

La reducción acelerada de la producción forestal se vería muy beneficiada si, en lugar de potenciar los monocultivos, el foco de las políticas forestales se centrara en la mezcla de especies. Los efectos de la reducción de especies varían considerablemente según las zonas del planeta.

Así, en áreas como el Amazonas, el oeste y sudeste de África, el sudeste de China, Myanmar, Nepal o el archipiélago Malayo es donde la reducción de la riqueza de especies supone mayores pérdidas de productividad en términos absolutos; mientras esta reducción afecta menos en los bosques de Norteamérica, el nordeste europeo, área central de Siberia, el este de África o el sur central de Asia y América.

Una iniciativa global en defensa de los bosques
La GFBI es una plataforma internacional de investigadores creada este año que apuesta por la investigación colaborativa y trata de mejorar el conocimiento de los patrones y procesos asociados a los 4.000 millones de hectáreas de bosques que hay en la Tierra. “Una aproximación como la que se publica en Science es esencial para obtener una visión general de las consecuencias de la pérdida de la biodiversidad a escala planetaria y de los beneficios potenciales de integrar y promover una gestión forestal que incluya la conservación de la biodiversidad”, comenta el investigador del CREAF Jordi Vayreda.

Uno de los problemas a los que se enfrentan los ecólogos es que hay áreas del planeta de las cuales tienen muchos datos frente a otras zonas de las cuales apenas hay información. “Iniciativas como la GFBI nos ayudan a compartir información y comprender mejor el funcionamiento de los bosques a escala planetaria”, añade Vayreda. JEC

Artículo científico de referencia:
Liang, J., et al. Positive Biodiversity–Productivity Relationship Predominant in Global Forests. Science. 13-10-2016.

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