por Juan Parrilla
El vicecanciller
Carlos Foradori confirmó en el Congreso que dos análisis oficiales
confirman que la minera chilena Antofagasta Minerals, que explota el
proyecto Los Pelambres, en Chile, montó parte de un botadero del lado argentino de la frontera y que la zona está contaminada. El
primero de esos reportes se realizó en abril de 2014, pero nunca se
hizo público.
El "megabasurero"
minero tiene 105 hectáreas, la mitad de las cuales están en
territorio argentino. Allí Antofagasta Minerals arrojó desde 2007
unas 55 millones de toneladas de residuos potencialmente
contaminantes con el aval del gobierno chileno. Luego de que Infobae
publicara una extensa investigación sobre la escombrera, hubo una
serie de reuniones en el Senado impulsadas por el legislador Fernando
"Pino" Solanas, a la última de las cuales concurrió
Foradori.
El vicecanciller
contó que en agosto de 2014 se produjo una reunión entre las
autoridades de Chile y Argentina, que mantuvieron el conflicto en
reserva. Allí se acordó que una comisión bilateral realice una
visita a la zona, que recién se concretó el 30 de diciembre de
2015. "En esa oportunidad se volvió a constatar la existencia
del botadero o vertedero, sus dimensiones, la presencia de rocas con
mineralización de pirita y calcopirita y, también, neumáticos en
desuso", informó el vicecanciller.
Y reveló: "Se
efectuaron tomas de muestras y los análisis efectuados por el
Segemar, el Servicio Geológico Minero Argentino, encontraron niveles
de metales considerados nocivos para la calidad de la vida acuática,
para la potabilidad humana, para la bebida del ganado y para la
irrigación. Esto corroborando resultados de una campaña anterior
del Segemar que había tenido lugar en abril de 2014".
Estas
declaraciones dejaron al desnudo que el gobierno kirchnerista supo,
por lo menos desde abril de 2014, que la zona está contaminada. Y
que lo corroboró al año siguiente. Sin embargo, ninguno de los dos
análisis está publicado en la página del Segemar hasta el día de
hoy.
El tema incomoda
a ambos gobiernos. Hasta el momento las gestiones se han limitado al
intercambio de algunas notas. Por ahora, sólo se encontró una
solución para una porción pequeña del problema: el retiro de 470
neumáticos gigantes, de 3,8 toneladas cada uno, que Antofagasta
Minerals arrojó al botadero sin el más mínimo tratamiento
ambiental, pese a que son peligrosos para el medio ambiente. No
obstante, la actual gestión se ha puesto firme en un aspecto: que se
trata de un problema bilateral y no entre empresas privadas, como
pretenden instalar desde el Palacio de la Moneda.
Hasta el momento
había dos estudios sobre el impacto ambiental de la escombrera: uno
que confirma la contaminación y otro que la niega. Este último lo
elaboró para la minera chilena la empresa SGS, la misma que trabaja
en Argentina para Barrick Gold en Veladero, donde se produjeron
reiterados derrames de solución cianurada en los últimos años. A
partir de una serie de reuniones entre lobistas chilenos y
autoridades del Ministerio de Minería trasandino, Antofagasta
Minerals logró que esos análisis sean presentados en la justicia
argentina con el timbrado oficial, como si los hubiese realizado el
propio Gobierno.
Infobae resumió
esas irregularidades en un artículo publicado el 29 julio, a partir
de una serie de mails que prueban que el gobierno chileno ayudó a la minera a ocultar su responsabilidad. Quizás para entender el porqué,
hay que dimensionar a los personajes involucrados. En primer lugar,
Antofagasta Minerals está controlada por el Grupo Luksic, que es el
consorcio empresario más rico de Chile. De hecho, la ministra de
Minería, Aurora Williams, fue gerente de administración y finanzas
de Antofagasta Terminal Internacional, una firma controlada por los
Luksic. El abogado de la minera, Andrés Jana, es amigo personal del
ex presidente Ricardo Lagos. Y la ex canciller Soledad Alvear, que
tenía ese cargo cuando el gobierno autorizó la instalación del
"megabasurero", actualmente asesora a la minera. Todos
trabajaron en equipo para hacer pasar estudios privados como
públicos.
El otro informe
lo realizó la consultora URS AECOM por pedido de Glencore, que tiene
la concesión de la mina El Pachón, en San Juan, Argentina, a donde
fue instalado parte del "megabasurero". Las conclusiones
son lapidarias. La más preocupante es que la escombrera va camino a
contaminar el río Carnicería, que es afluente del río San Juan.
Además, los técnicos detectaron que ya desparecieron algunas
lagunas y se secaron vegas, hay menos agua en la zona, se modificó
su escurrimiento normal y hay "contaminación por nitrato como
nutriente limitante".
Uno de los
grandes problemas de todas las escombreras en general es su capacidad
de generar drenaje ácido. En este punto, desde Antofagasta Minerals
aclararon que si este botadero contamina, todos lo hacen. Y a
confesión de parte, relevo de prueba… Pero el estudio de URS AECOM
le puso cifras al impacto ambiental en el "megabasurero" de
Los Pelambres. Y advirtió que "casi todo el material depositado
tiene un potencial neto de acidez y va a producir aguas ácidas".
Un ejemplo de la
contaminación: en la laguna LC4 que está a unos 200 metros del
megabasurero se encontró "un pH de 4,4, lo cual corresponde a
aguas ácidas, muy probablemente debido a drenajes provenientes de la
escombrera". La misma laguna, según el análisis de URS AECOM,
"presenta altos valores de conductividad, y altas
concentraciones de sulfato, nitrato y cobre, entre otros parámetros,
al igual que la laguna LC5, actualmente semicubierta por la
escombrera".
En su Estudio de
Impacto Ambiental, la propia minera reconocía que el agua en la zona
es "de buena calidad". Además, tenía "una biomasa
considerable de flora acuática y macroinvertebrados". Hoy, más
de una década después, ya no lo es. Las autoridades lo sabían hace
rato. Y la ciudadanía se acaba de enterar.
Fuente:
Juan Parrilla jparrilla@infobae.com - @jpparrilla, El Gobierno sabía desde 2014 que una minera chilena contaminó Argentina y lo ocultó, 13/10/16, Infobae.
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