La presencia de
2,4D que se derramó hace dos años es cien veces mayor que la
indicada, según un estudio de la Universidad de La Plata.
por Jorgelina
Hiba
La tierra de la
banquina donde en febrero de 2014 se derramaron 18 mil litros de
herbicida puro en San José de la Esquina presenta una concentración
del agroquímico 2,4D hasta 100 veces más elevada que la considerada
como tolerable por la literatura científica internacional, según un
estudio de impacto ambiental presentado el pasado miércoles en esa
localidad por parte de expertos de la Universidad de la Plata.
También aparecen
rastros de ese herbicida en las muestras realizadas en el agua y en
los sedimentos de un canal que va de la ruta al río Carcarañá, así
como en sedimentos extraídos en la zona del balneario comunal
ubicado sobre ese río.
En la
presentación ante la comunidad realizada por el Equipo
Multidisciplinario de Interacción Ambiental (Emisa), el doctor en
química Damián Marino mostró los resultados del trabajo realizado
en tierra de la banquina y en agua y sedimentos del río Carcarañá
y de un canal conector en septiembre del año pasado, o sea más de
un año y medio después de producido el accidente que tuvo lugar el
6 de febrero de 2014 cuando volcó un camión que venía de una
planta cordobesa de Atanor.
Según el trabajo
del Emisa, si bien a nivel nacional no se encontraron valores de
referencia para evaluar la presencia de ese herbicida en suelos, si
existe bibliografía internacional al respecto (The resources Agency,
página 46). Según esos criterios el valor tolerable para el 2,4D es
de 100 miligramos por kilo de tierra, 100 veces más bajo que lo que
se encontró en las muestras de la banquina contaminada (1.223
miligramos por kilo).
"Encontramos
que más de dos años después del accidente sigue habiendo 2,4D en
suelo, por lo que creo que no se tomó conciencia de lo que significó
el derrame y que por impericia o desconocimiento se minimizó una
situación compleja", detalló el especialista, quien recomendó
de forma enfática que se realicen estudios más profundos en el
lugar.
Marino señaló
también que en el momento del muestreo (18 meses después del
accidente) se percibía "un olor característico a agroquímicos.
Se observó que una vez removidos los 5-7 centímetros de tierra
color rojiza se encontraba un horizonte de color negro con fuerte
olor a agroquímicos".
Materia
pendiente. Roberto Sacchi, el ambientalista local que se ocupó del
tema y que fue quien contactó al equipo comandado por Marino, dijo
que la reunión "fue buena" y que el objetivo de la misma
era "que el pueblo supiera lo que había pasado y lo que sigue
pasando".
"La banquina
al día de hoy arde, si se junta tierra de allí se sigue sintiendo
el olor del herbicida a tanto tiempo del derrame, es increíble
porque por allí pasa gente caminando o corriendo todos los días",
alertó.
Para Marino es
indispensable que sea el propio Estado el que lleve adelante los
estudios tanto en el suelo que bordea la banquina como cerca de la
cuenca del Carcarañá, hacia donde drenó el líquido esa madrugada
de febrero de hace dos años.
También
recomendó iniciar cuanto antes una tarea de limpieza y remediación
en el lugar, ya que al día de hoy y a la vista de los resultados
presentados por el Emisa "no se hizo lo suficiente, ni se hizo
bien".
En ese sentido,
asistieron a la presentación dos funcionarios del gobierno local
pero no el jefe comunal, Ezequiel Ruani (FPCS). Tampoco asistieron
los directivos del Samco local, según especificó Sacchi.
Respecto de la
posible contaminación del Carcarañá tras el derrame, el documento
especifica que ante la falta de límites regulatorios o normativos,
el aparente alcance del 2,4D hacia esos sedimentos y la posibilidad
del uso de ese recurso acuático para recreación "se recomienda
profundizar y ampliar estudios sobre la cuenca de ese río aguas
arriba y aguas abajo del derrame".
También sugiere
limitar la conexión de la zanja próxima al derrame con los sistemas
hidrológicos que conduzcan hasta el río "ya que posee
concentraciones que ponen en riesgo la biota acuática y no resulta
apta para riego".
Glifosato en la
plaza. Además del 2,4D, en los estudios también se buscó la
presencia de glifosato en suelos con resultados alarmantes: según el
trabajo de campo del Emisa, se detectaron concentraciones de
glifosato y su metabolito ambiental Ampa en suelos de espacios
públicos (la plaza San Martín) en niveles equivalentes a los
reportados en literatura internacional para la Argentina en campos
con cultivo de soja.
"Se
recomienda la inmediata suspensión de este tipo de agroinsumos en el
casco urbano a fin de evitar futuras exposiciones a la población en
general", enfatiza el informe.
Fuente:
Jorgelina Hiba, Detectaron alarmante concentración de un herbicida en San José de la Esquina, 09/09/16, La Capital. Consultado 10/09/16.
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