por Melina
Dassano | @MeliDassano
video | Matías
Spicogna
Uno de los
trabajos pendientes sobre el caso Monsanto, fue entrevistar al Fiscal
de Instrucción Dr. Victor Hugo Chiapero. Necesitábamos conocer
realmente a la persona del fiscal y sus intervenciones, y superar
“las intrigas” que tiene una comunidad sobre la actuación de los
gobiernos, la justicia y las empresas.
Cuatro años con
la incertidumbre de no saber quiénes son los que dilatan nuestras
elecciones sobre una vida mejor, es mucho tiempo. Sobre todo para el
comienzo de una resistencia que no conoce otra manera de reclamar,
porque las instituciones públicas no reconocen las leyes y están
fuertemente vinculada a privatizar nuestros bienes comunes. Violencia
es mentir y dar palos sobre todo a quienes se oponen a las
inversiones de una Multinacional Transgénica como Monsanto.
Conversamos con
el fiscal Víctor Chiapero, sobre aspectos que hacen a su tarea y a
su responsabilidad, y en definitiva una experiencia que nos permita
avanzar en el contacto con la realidad de una lucha mundial. La
experiencia de sabernos iguales, tiene una dinámica previa, resolver
y localizar ante todo los prejuicios.
Conocer lo que
nos pasa como sociedad, comparar situaciones con otros países,
enterarse de particularidades donde la justicia no es independiente,
al menos exista un movimiento social que acompañe, y que por
diversas razones interpelan a que un funcionario pueda librarse de
presiones, fracasos y tratar de ser justo. Aunque nos quede siempre
la duda, tan necesaria para construir un mundo mejor.
Lxs periodistas
sabemos que muchos fiscales directamente no aceptan ser
entrevistados, por razones de no entorpecer una causa, no vamos a
discutir tal actitud, ya que no forma parte de su obligación
funcional prestarse a tal actividad, menos desconociendo la
existencia de los medios comunitarios. Sin embargo, como una caricia
a nuestro oficio, el de informar, algunos aceptan de buena fe, sea
porque en algún momento y al final entiendan, que todxs somos
educadorxs.
Hoy creemos al
menos en esta oportunidad, que la razón especial de no negarse al
pedido de la entrevista es que Monsanto se va, por la resistencia de
un movimiento social que aunque parezca “anormal” para una
sociedad, y “fundamentalista” para los gobiernos -como dijo el
gobernador en ese momento en ejercicio José Manuel De la Sota-,
estos nadies, ejercieron el derecho a la protesta y decidieron
defender los principios de la salud de los cordobeses.
Nadie sabe a
donde apuntamos con nuestra práctica de prensa, ni como la
ejercemos, hasta que aceptan la entrevista. Como tampoco sabemos las
respuestas, porque siempre “hay poco tiempo”, hasta que
reaccionamos, y nos vinculamos con nuestra humanidad y ya es cuando
el tiempo nos es insuficiente para todo lo que tenemos por decir.
La sociedad no
está preparada para enfrentar tantas batallas y es así como vamos
generando enemigos imaginarios, al final podemos visibilizar con
claridad a ese opresor que no sabe de límites, si de recompensas
económicas por sobre la vida. En general en el derecho penal todos
somos culpables hasta que se demuestre lo contrario y así los
distintos sectores ejecutivos van tratando de “normalizar”
distintas acciones que van por fuera de la Ley. Sin embargo hay un
movimiento de invisibles que han logrado visibilizar con agudeza y
transparencia su preocupación por la persistencia de delitos
ambientales en nuestra provincia, el país y el mundo; tanto fue la
resistencia que han logrado la primacía de no vender su voluntad,
por sobre el discurso de cualquier profesional comprado. ¿Morir de
pie o morir de rodillas?
La experiencia
que construimos nos deja por un lado un gran desamor, porque esta
sociedad no tiene una administración pública coherente que la
sostenga, ni hablar de la denigración hacia adentro de cada una de
las comunidades que tratan de sobrevivir a la marginación y a la
violencia institucional. Por esto necesitamos algo más que un cambio
de mentalidad en la opinión pública. Reconocemos a los operadores
políticos y económicos, y en este reconocimiento de clases
sociales, nos oprimieron, nos oprimen y no por descuido, por odio,
por eso mismo alimentan al patriarcado. La sociedad vale por los
hechos que la describen a diario más que por cualquier discurso.
Como fuere, encontrarnos y conseguir esta entrevista no fue fácil
porque el problema está en el corazón de la administración pública
y sus ministerios. Experiencias al fin.
Fuente:
Melina Dassano, “Morir de pie o morir de rodillas”, 12/08/16, ECOS Córdoba. Consultado 13/08/16.
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