ECOPORTAL publicaba días atrás un artículo que me gustaría que no pase tan desapercibido. La nota decía que una familia japonesa reivindicaba el lado "espiritual" del cultivo orgánico.
Una familia
japonesa que empezó a cultivar flores en 1971 en la localidad
bonaerense de Monte Grande y que avanza ahora hacia un emprendimiento
orgánico de hortalizas, decía que los “principios espirituales”
eran esenciales en relación con la tierra para la producción de los
alimentos.
Y que el
crecimiento de las plantas que nos alimentarán tienen “un cimiento
espiritual” en su relación con la tierra por fuera de los
agroquímicos.
Seiki Sasaki el
jefe de familia y su esposa Cecilia, también japonesa, fueron
entrevistados por Télam y relevados por ECOPORTAL. Y me parece que
introducen una dimensión contra la cual al sistema agrícola
industrial se le acaban los argumentos. La dimensión espiritual, que
está más allá de todo debate técnico.
El agricultor
había tenido un problema de salud debido a los agrotóxicos hace
unos años, y decidió este otro modo de cultivar la tierra, en sus
40 hectáreas, para obtener alimentos sanos. Ellos se basan en la
filosofía de Mokichi Okada, un filósofo compatriota de ellos, que
al comenzar el uso de químicos en el campo, allá por los 50 y 60
del siglo pasado, desarrolló un camino diferente con agricultura
natural sin fertilizantes, herbicidas ni plaguicidas, fundamentándose
en la armonía entre el Fuego, el Agua y la Tierra. Utilización de
“buen compost” para abonar los suelos, dejando fluir un circuito
biológico en el que interactúan variedades vegetales y animales.
La familia Sasaki
forma parte del MOA Internacional, asociación de filosofía y
cultura, que quiere “crear una sociedad mejor fundada sobre los
principios de verdad, virtud y belleza”. “Tiene que haber más y
más productores orgánicos”, dice. “Se trata de la salvación de
la humanidad. Nosotros no pensamos en la competencia; tenemos que ser
muchos más”.
Quería rescatar
esta historia porque introduce ese factor de unidad con la tierra, el
factor espiritual que es olvidado en cada metro de tierra cultivada
con agricultura industrial.
Antiguo labrador
- Armando Tejada Gómez
La tierra estaba
de antes, señor.
Iban los ríos
como niños potentes ciñéndole el regazo,
lamiéndole la
tierna caparazón de greda
con su campana
líquida,sus sales planetarias,
iban los ríos
solos subiéndose a los árboles,
mojándoles la
sombra, procreando los pájaros.
Y la tierra era
un ancho territorio, señor,
porque entonces
la tierra no era buena ni mala.
Solamente camino.
Luna de la
distancia.
Porque entonces
la tierra no terminaba nunca
y el pan era un
velero de la espiga lejana.
Pero el viento lo
sabe,
siembra su
siembra unánime,
la desata de
noche con los dedos del aire,
su tránsito
caliente le deshace los límites,
la libera de
tantos oscuros propietarios.
Yo sé, señor,yo
he visto la noche sobre el campo,
su condición de
estrella, su silencio pesado
y digo que no es
cierto que puedan alquilarla,
que le alambren
el torso, que le vendan la espalda,
porque la tierra
entera pertenece a la noche,
al universo
entero, al sudor de la azada
que mueve la
fatiga campesina del mundo,
la voluntad
labriega como una enorme pala.
Pertenece al que
sabe
celebrar la
alegría de ver crecer las plantas,
al cómplice del
sol, al sembrador callado
que pone la
semilla como un semen dichoso
y espera,
lentamente, el milagro del agua.
Porque sin esta
frente,
sin este rudo
brazo,
sin el tiempo a
destajo de gastarnos las manos,
quién dará
testimonio de la vida en la tierra, quién ha de prepararnos la
primavera,
el vino, el
fermento gredoso de donde viene el canto.
Por eso yo
pregunto, señor:
¿cuándo es el
día,
a qué hora,
justamente, vamos a rescatarla,
qué hombres
vendrán conmigo,
qué canción
cantaremos,
qué flores
sembraremos dónde está la alambrada?
Digo que este
mensaje debe saberlo América,
que no sólo
nosotros,
que cada uno lo
sepa,
porque hay un
continente de tierra sometida,
gordos
concesionarios,
carbón
comprometido,
hay zonas donde
el hambre tutea la agonía
y esclavitud de
estañoy cobre de miseria,
hay trigo
condenado a los precios siniestros,
petróleo al que
amenazan su primavera negra,
naranjas
exportadas con todo el sol a cuestas,
hay niños que no
encuentran al hombre,
caen antes, se
van, sonrisa abajo, muerte abajo,
se pierden entre
lo destructivo que cae y se disgrega.
Que no sólo
nosotros.
Que cada uno lo
sepa.
Golpeo esta
guitarra elemental: América,
hasta cavarle al
medio un pozo de sonido,
hasta ponerle
adentro una zamba furiosa,
mi percusión de
sangre, señor, este latido
tan pariente del
aire,
tan sol,
tan repartido
entre una antigua música de azúcar en nosotros,
para que desde el
hombre continental subamos,
almíbar
solitario, familia amanecida,
a empujar la
esperanza pobrecita,
mestiza,
a desatar las
manos de América nativa.
La tierra estaba
de antes, señor.
Iban los ríos,
luz con la lengua
húmeda,
iban árbol
arriba,
a besar el
tumulto donde empieza la vida.
Por eso yo
pregunto, señor ¡cuándo es el día!
Contenido
- Agrotóxicos en
propóleo. María Inmaculada González Martín
- Las abejas y
los agrotóxicos. Elizabeth Long
- Uno más:
epidemiología en Jujuy. Graciela Bianco
Recordando
- Estados Unidos
y bomba en atolón
- Franz Kafka
- Muere Astor
Piazzolla por José Manuel Cataldo
Las últimas
noticias en ambiente y desarrollo.
Ecología,
desarrollo Sustentable y Culturas
ECOS se halla al
aire en la región desde 1998. Vino a llenar el espacio creíble de
información y debate en el que se trabajan cuestiones globales
(convenios internacionales, problemáticas generales) nacionales
(cuestiones de las diferentes provincias o sobre recursos
interjurisdiccionales) provinciales (problemáticas de cuenca,
radicación de industrias, costas, pesca, educación ambiental) y
locales (los temas de sustentabilidad en el municipio).
Objetivo general
Promoción del
pensamiento crítico a partir de la difusión de las temáticas
ambientales y culturales en aras de la concientización y la
educación para un desarrollo sustentable.
Objetivos específicos
Objetivos específicos
- Aumentar el
bagaje de información disponible para el público en general.
- Difundir las
cuestiones ambientales y culturales que se problematizan en la
región.
- Acompañar los
emprendimientos productivos que tiendan al desarrollo sustentable.
- Facilitar el
acceso a las informaciones generadas en el seno de las instituciones
formales dedicadas al medio ambiente y a la recuperación de las
culturas tradicionales.
- Poner en
conocimiento del público en general disposiciones vigentes que
protejan el ambiente, los derechos de las comunidades nativas y
regulen el marco ambiental de la provincia.
Conductora
Silvana Buján es
Argentina, licenciada en Ciencias de la Comunicación Social y
periodista científico y ambiental, ejerciendo desde hace más de dos
décadas de manera ininterrumpida a través de radios y medios
gráficos del país y del exterior.
Es activista
ecologista y participa, dirige o coordina organizaciones no
gubernamentales y redes temáticas. Es conferencista y consultora en
temas de ambiente y desarrollo. Ha obtenido el tres veces el 1º
Premio a la Divulgación Científica de la Universidad de Buenos
Aires (2009, 2012, 2014) y el 2º Premio en 2010; el 1º Premio
Latinoamericano y del Caribe del Agua CATHALAC-UNESCO 2009; Ocho
Premios Martin Fierro por sus trabajos en radio y 21 nominaciones. Ha
sido Premio Nacional de Periodismo en el año 2007, 1º Premio del
Congreso Tabaco o Salud 2010, 1º Premio de Periodismo en Salud de la
Asociación Médica Argentina 2010 Distinción honorífica Colegio de
Ingenieros DII por su labor en difusión ambiental, 2013.
Lleva adelante
desde 1998 ECOS ciclo de periodismo científico abocado al ambiente y
las culturas. Y CALIDAD EN VIDA, de periodismo médico, cultura y
salud. Dirige BIOS, ONG miembro de la Red Nacional de Acción
Ecologista y la Coalición Ciudadana Antiincineración. Es miembro
del Comité Consultivo de GAIA internacional. Es miembro de la Red
Argentina de Periodismo Científico y la Red Latinoamericana de
Periodismo Ambiental. Vive en Mar del Plata.
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