sábado, 2 de julio de 2016

“La desaparición del bosque nativo implica la desaparición de personas”

El Estado cordobés planea actualizar el mapa de ordenamiento territorial. El bosque nativo en la mira. Entrevista con uno de los biólogos que realizó los relevamientos completos de la cubierta vegetal en la provincia.

Por Bajo el Mismo sol
Entrevista: Fabiana Bringas
Transcripción: LR

La Provincia de Córdoba está estudiando en actualizar el mapa de ordenamiento territorial. Esto tendrá incidencia directa con el poco bosque nativo que está sobreviviendo en el territorio cordobés. Para cuando se termine el nuevo mapa, se presentará ante la Legislatura para sea debatida mediante proyecto de ley.

El biólogo Marcelo Cabido es uno de los científicos de la Universidad Nacional de Córdoba que participó en los revelamientos, vía satélite, sobre la cubierta vegetal de nuestra provincia. Integra el CONICET y el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV). En entrevista al programa Bajo el mismo sol, de Radio Nacional Córdoba, explicó la pérdida del monte, la rol de la actividad ganadera y la preocupan del gobierno por estos temas.

- Ustedes hicieron un relevamiento satelital de nuestro monte autóctono, ¿es así?
- Si, sí. Nosotros produjimos el primer mapa de vegetación completa de Córdoba en el año 1999. Y ahí surgió sorpresivamente cuál era el estado actual de los bosques. Y a partir de ahí hemos realizado varias actualizaciones; una en 2004, y la otra en 2009. Lo que revela esto es lo que ya todos conocemos: la pérdida de bosque en el territorio provincial (cordobés), al igual que en otras provincias del país, es alarmante. Y es un problema multidisciplinario y no es de solución simple.

- Los cultivos de soja y maíz han empujado a las actividades ganaderas al norte y cada vez tienen menos espacio. Y ahí hay una puja por el poco monte que está quedando.
- Tal cual. La pretensión es que gran parte de lo que está pintado en rojo en el norte de la provincia, en base al primer mapa de la ley 9814 del 2010, se pase a amarillo. Yo creo que es una pretensión justificada desde un punto de vista del pequeño productor. Ahora, a mí me parece que, con ese riesgo que gran parte del territorio pase de (la categoría de conservación en) rojo (NdR: es decir, bosque nativo donde se prohíbe el desmonte) a amarillo (NdR: es decir, bosque nativo que puede someterse a “aprovechamiento sustentable”), despierte el interés de terratenientes, que no vienen de la zona sino de la pampa húmeda, a adquirir tierras a bajo costo y lo que va a pasar es que va a cambiar el régimen de tenencia de la tierra. No vamos a tener a los pequeños productores, sino que van a venir grandes empresas ganaderas. Y eso va a terminar definitivamente con el bosque. Si la gran empresa, se apodera de estas tierras, olvidémonos de conservar los bosques.

(NdR: Los colores que habla el entrevistado se refiere a las categorías de conservación de espacio vegetal. No confundir con los colores del mapa de arriba, que muestra los tipos de cobertura vegetal, cuyo color rojo indica la presencia total de bosque cordobés).

- Es decir que los que están “pujando” con el pretexto de que los ganaderos quedaron desamparados, pareciera ser que en realidad provienen de las grandes empresas.
- Sí, por supuesto. Para darte un ejemplo: la ganadería de Jesús María. No se trata de pequeños productores, sino de grandes productores. El riesgo aquí es que una vez que esté pintado de color rojo en el mapa anterior para pasarse a amarillo, eso va a despertar el interés inmobiliario de los productores de estas grandes empresas.

- ¿Es posible una Córdoba sustentable con poco bosque nativo?
- A largo plazo es evidente que no. Y hay sobrada evidencias y experiencias en el mundo. Por ejemplo: Estados Unidos y Europa tienen hoy mayor superficie de bosque templado que tenían en 1900. China devastó sus bosques durante generaciones y hoy es uno de los países donde más ha estado incrementando su superficie de bosques. Japón no toca una hectárea de bosque; es cierto que hay una concepción imperialista en esto, porque explotan bosques en Indonesia y en el sudeste asiático, pero de alguna manera están conservando sus bosques. Y además, hemos tenido sobradas experiencias en la historia de la humanidad de culturas que han desaparecido por el exceso y abuso de los recursos naturales: la civilización de los mayas, los indios anasazis del sudoeste de Estados Unidos, los aborígenes en la isla de Pascua, en los vikingos, etc. Yo creo que la desaparición total de los bosques nativos de Córdoba implica la desaparición de las etnias y las sub-etnias que las ocupan.

- ¿Cree que el gobierno de la provincia lo va a tener en cuenta?
- Eso es una situación muy compleja. Mi experiencia en los últimos 20 años de estar trabajando en bosques, y en algunos casos estando conectados con la Secretaría de Ambiente, no son del todo positivos. Yo creo que aquí no es un problema de ignorancia, sino de intereses sectoriales. Yo estoy obligado a pensar positivamente. Pero si yo veo lo que pasó desde que produjimos el mapa en 1999 y ésta última versión, los resultados no me permiten ser demasiado positivos.

- En general, algunos funcionarios y productores sostienen que no se puede sostener una defensa extrema a los bosques…
- A ese argumento hay que sumarle otro: “nosotros generamos mano de obra”. En realidad, la mano de obra que ocupa la producción agropecuaria es mucho menos que la ocupaba hace treinta años con cultivos más tradicionales. Yo creo que el argumento básico es que los métodos de producción de bosque ancestrales y tradicionales permiten conservar el bosque, permiten producir y permiten conservar no solo la flora y la fauna, sino también las culturas que están establecidas sobre ellas. Yo creo que eso es un argumento contundente. Y junto con el bosque, sabemos que van desapareciendo animales, plantas, hongos, bacterias, otros microorganismos, etc., junto con recursos y servicios que brindan esta vegetación. Pero si fuéramos a una discusión económica, diría que la población de los departamentos del oeste y norte de la provincia no han crecido en el mismo sentido que han tenido el resto de las localidades. Prácticamente, sus habitantes son los mismos que nos daban los censos de 2004. De modo que estamos hablando que si incrementamos la degradación de los bosques, prácticamente esa gente va a desaparecer de la faz del territorio provincial y del país.

- Para terminar: ¿cuánto nos queda de bosque en la provincia de Córdoba?
- De bosque, en un estado de conservación óptima, menos del 3 %. Que se puede sumar a eso que llamamos bosques abiertos o secundarios en la jerga ecológica, es decir, bosques que fueron degradados y están en proceso de recuperación. Sumando a estos bosques, más los bosques que están más o menos conservados, nos da en total un 8 o 9 % aproximadamente.

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