El Estado
cordobés planea actualizar el mapa de ordenamiento territorial. El
bosque nativo en la mira. Entrevista con uno de los biólogos que
realizó los relevamientos completos de la cubierta vegetal en la
provincia.
Por Bajo el Mismo
sol
Entrevista:
Fabiana Bringas
Transcripción:
LR
La Provincia de
Córdoba está estudiando en actualizar el mapa de ordenamiento
territorial. Esto tendrá incidencia directa con el poco bosque
nativo que está sobreviviendo en el territorio cordobés. Para
cuando se termine el nuevo mapa, se presentará ante la Legislatura
para sea debatida mediante proyecto de ley.
El biólogo
Marcelo Cabido es uno de los científicos de la Universidad Nacional
de Córdoba que participó en los revelamientos, vía satélite,
sobre la cubierta vegetal de nuestra provincia. Integra el CONICET y
el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV). En
entrevista al programa Bajo el mismo sol, de Radio Nacional Córdoba,
explicó la pérdida del monte, la rol de la actividad ganadera y la
preocupan del gobierno por estos temas.
- Ustedes hicieron
un relevamiento satelital de nuestro monte autóctono, ¿es así?
- Si, sí.
Nosotros produjimos el primer mapa de vegetación completa de Córdoba
en el año 1999. Y ahí surgió sorpresivamente cuál era el estado
actual de los bosques. Y a partir de ahí hemos realizado varias
actualizaciones; una en 2004, y la otra en 2009. Lo que revela esto
es lo que ya todos conocemos: la pérdida de bosque en el territorio
provincial (cordobés), al igual que en otras provincias del país,
es alarmante. Y es un problema multidisciplinario y no es de solución
simple.
- Los cultivos de
soja y maíz han empujado a las actividades ganaderas al norte y cada
vez tienen menos espacio. Y ahí hay una puja por el poco monte que
está quedando.
- Tal cual. La
pretensión es que gran parte de lo que está pintado en rojo en el
norte de la provincia, en base al primer mapa de la ley 9814 del
2010, se pase a amarillo. Yo creo que es una pretensión justificada
desde un punto de vista del pequeño productor. Ahora, a mí me
parece que, con ese riesgo que gran parte del territorio pase de (la
categoría de conservación en) rojo (NdR: es decir, bosque nativo
donde se prohíbe el desmonte) a amarillo (NdR: es decir, bosque
nativo que puede someterse a “aprovechamiento sustentable”),
despierte el interés de terratenientes, que no vienen de la zona
sino de la pampa húmeda, a adquirir tierras a bajo costo y lo que va
a pasar es que va a cambiar el régimen de tenencia de la tierra. No
vamos a tener a los pequeños productores, sino que van a venir
grandes empresas ganaderas. Y eso va a terminar definitivamente con
el bosque. Si la gran empresa, se apodera de estas tierras,
olvidémonos de conservar los bosques.
(NdR: Los colores
que habla el entrevistado se refiere a las categorías de
conservación de espacio vegetal. No confundir con los colores del
mapa de arriba, que muestra los tipos de cobertura vegetal, cuyo
color rojo indica la presencia total de bosque cordobés).
- Es decir que los
que están “pujando” con el pretexto de que los ganaderos
quedaron desamparados, pareciera ser que en realidad provienen de las
grandes empresas.
- Sí, por
supuesto. Para darte un ejemplo: la ganadería de Jesús María. No
se trata de pequeños productores, sino de grandes productores. El
riesgo aquí es que una vez que esté pintado de color rojo en el
mapa anterior para pasarse a amarillo, eso va a despertar el interés
inmobiliario de los productores de estas grandes empresas.
- ¿Es posible una
Córdoba sustentable con poco bosque nativo?
- A largo plazo es
evidente que no. Y hay sobrada evidencias y experiencias en el mundo.
Por ejemplo: Estados Unidos y Europa tienen hoy mayor superficie de
bosque templado que tenían en 1900. China devastó sus bosques
durante generaciones y hoy es uno de los países donde más ha estado
incrementando su superficie de bosques. Japón no toca una hectárea
de bosque; es cierto que hay una concepción imperialista en esto,
porque explotan bosques en Indonesia y en el sudeste asiático, pero
de alguna manera están conservando sus bosques. Y además, hemos
tenido sobradas experiencias en la historia de la humanidad de
culturas que han desaparecido por el exceso y abuso de los recursos
naturales: la civilización de los mayas, los indios anasazis del
sudoeste de Estados Unidos, los aborígenes en la isla de Pascua, en
los vikingos, etc. Yo creo que la desaparición total de los bosques
nativos de Córdoba implica la desaparición de las etnias y las
sub-etnias que las ocupan.
- ¿Cree que el
gobierno de la provincia lo va a tener en cuenta?
- Eso es una
situación muy compleja. Mi experiencia en los últimos 20 años de
estar trabajando en bosques, y en algunos casos estando conectados
con la Secretaría de Ambiente, no son del todo positivos. Yo creo
que aquí no es un problema de ignorancia, sino de intereses
sectoriales. Yo estoy obligado a pensar positivamente. Pero si yo veo
lo que pasó desde que produjimos el mapa en 1999 y ésta última
versión, los resultados no me permiten ser demasiado positivos.
- En general,
algunos funcionarios y productores sostienen que no se puede sostener
una defensa extrema a los bosques…
- A ese argumento
hay que sumarle otro: “nosotros generamos mano de obra”. En
realidad, la mano de obra que ocupa la producción agropecuaria es
mucho menos que la ocupaba hace treinta años con cultivos más
tradicionales. Yo creo que el argumento básico es que los métodos
de producción de bosque ancestrales y tradicionales permiten
conservar el bosque, permiten producir y permiten conservar no solo
la flora y la fauna, sino también las culturas que están
establecidas sobre ellas. Yo creo que eso es un argumento
contundente. Y junto con el bosque, sabemos que van desapareciendo
animales, plantas, hongos, bacterias, otros microorganismos, etc.,
junto con recursos y servicios que brindan esta vegetación. Pero si
fuéramos a una discusión económica, diría que la población de
los departamentos del oeste y norte de la provincia no han crecido en
el mismo sentido que han tenido el resto de las localidades.
Prácticamente, sus habitantes son los mismos que nos daban los
censos de 2004. De modo que estamos hablando que si incrementamos la
degradación de los bosques, prácticamente esa gente va a
desaparecer de la faz del territorio provincial y del país.
- Para terminar:
¿cuánto nos queda de bosque en la provincia de Córdoba?
- De bosque, en un
estado de conservación óptima, menos del 3 %. Que se puede sumar a
eso que llamamos bosques abiertos o secundarios en la jerga
ecológica, es decir, bosques que fueron degradados y están en
proceso de recuperación. Sumando a estos bosques, más los bosques
que están más o menos conservados, nos da en total un 8 o 9 %
aproximadamente.
Fuente:
“La desaparición del bosque nativo implica la desaparición de personas”, 30/06/16, ECOS Córdoba.
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