Los desastres
naturales y los conflictos armados son una fuente de
desestabilización. En los países multiétnicos, podrían estar
relacionados. Las calamidades climáticas podrían convertir
tensiones sociales en conflicto.
por Irene Banos Ruiz
Raramente los
conflictos se desencadenan por un solo factor. Los desastres
naturales como tales no son una causa directa, pero pueden jugar un
papel significativo en el estadillo de la violencia en los países
multiétnicos, según mostró un nuevo estudio publicado en la
revista Proceedings de la Academia Nacional de las Ciencias de los
Estados Unidos.
“Los
devastadores desastres naturales relacionados con el clima tienen un
potencial perturbador que parece desarrollarse de una manera
particularmente trágica en las sociedades fragmentadas étnicamente”,
dijo el autor principal del estudio, Carl Schleussner, del think-tank
de Berlín Climate Analytics y del Instituto de Investigación de los
Efectos Climáticos de Potsdam (PIK).
Al menos una
cuarta parte de los conflictos en sociedades fragmentadas étnicamente
coinciden con desastres climáticos como olas de calor y sequías,
incluso sin incluir el cambio climático en la ecuación. A pesar de
que la relación entre los desastres naturales y los conflictos
armados no debe ser sorprendente, probarlo a través de los
resultados de análisis científicos podría ayudar a mejorar las
políticas de seguridad.
La identificación
de los desastres naturales como un potenciadores de los conflictos
armados en los países multiétnicos también podría ser una
motivación añadida para incrementar la concienciación sobre los
temas medioambientales e impulsar los esfuerzos en la mitigación del
cambio climático.
Los desastres
climáticos y los conflictos armados coinciden
Analizando el
daño económico causado por los desastres relacionados con el clima
durante las últimas tres décadas, de 1980 a 2010, y el grado de
coincidencia entre esos desastres y los conflictos armados en los
diferentes países, los científicos hallaron que los desastres
naturales pueden incrementar el riesgo de pugnas en los países que
tienen una mayor fragmentación étnica.
“Estamos
sorprendidos por cómo sobresalen los países fragmentados
étnicamente comparados con otros apectos, como un conflicto
histórico, la pobreza o la desigualdad”, dijo Jonathan Donges,
coautor del estudio y codirector del proyecto insignia del PIK.
Tensiones
sociales candentes
La fragmentación
étnica a menudo conduce a tensiones sociales que rápidamente pueden
convertirse en un conflicto armado a través de un acontecimiento
detonador. Donges explicó a DW que cuando un desastre natural
golpea, las posibilidades para que se convierta en un conflicto se
incrementan principalmente debido a los significativos impactos
económicos.
No obstante, Juan
Carlos Villagrán, director de Plataforma de las Naciones Unidas de
información obtenida desde el espacio para la gestión de desastres
y la respuesta de emergencia - "ONU-SPIDER”, dijo a DW que no
está informado de ningún desastre natural relacionado con un
incremento de los conflictos armados en los países multiétnicos. Al
contrario, nombró casos en los que los desastres climáticos han
ayudado a resolver los conflictos armados, como el tsunami en
Indonesia en 2004.
Sin embargo,
admitió que cualquier desastre natural incrementa la pobreza y
reduce las opciones de un Estado para combatirlo.
El cambio
climático se une a la ecuación
El estudio
resalta que los desastres naturales que estimulan el riesgo de los
conflictos armados no están necesariamente relacionados con el
cambio climático. Sin embargo, los científicos destacan que el
cambio climático no puede dejarse fuera de esta cadena de violencia.
Algunas de las
regiones más vulnerables al cambio climático, tales como África
Central y Asia Central, también se caracterizan por unas fuertes
divisiones étnicas, y están entre las regiones que son más
propensas a los conflictos.
La paz necesita
una estabilización climática
“Los riesgos de
seguridad ya presentes en esos países podrían incrementarse",
dijo Donges. “Las políticas de seguridad deberían centrarse aún
más en prevenir conflictos en esas regiones”.
Donges subrayó
que los resultados de la investigación deben ser una razón más
para luchar contras el cambio climático. En general, el equipo de
investigadores cree que la identificación de la fragmentación
étnica y los desastres naturales como factores que incrementan el
riesgo de desestabilización son un paso importante para alcanzar la
paz”. “Hemos mostrado que hay una relación entre las políticas
de seguridad y las del clima. Y que la paz es un cobeneficio muy
importante de la estabilización del clima”, declaró Donges.
Fuente:
Irene Banos Ruiz, Los desastres climáticos podrían aumentar los conflictos armados, 27/07/16, Deutsche Welle.
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