miércoles, 6 de enero de 2016

Tras el temporal, malestar en las Sierras Chicas


Habitantes de Mendiolaza, Unquillo y Villa Allende se quejaron por la falta de inversiones.

Mientras distintas reparticiones del gobierno provincial continúan trabajando en los lugares afectados por las intensas lluvias registradas en las últimas horas en las Sierras Chicas, los vecinos del sector manifestaron ayer su disconformidad por la “falta de previsión y de inversiones en materia de infraestructura” a los efectos de enfrentar estas situaciones de emergencia climática.

En este sentido, un numeroso grupo de habitantes de Mendiolaza, cansado de promesas y denunciando que el sistema de alertas no funcionó, debió lanzarse a las calles de dicha localidad para “autoevacuarse”. Otros pobladores aguardaron en la noche del último domingo una ayuda que no satisfizo sus demandas. Entre los primeros se ubicaron vecinos del barrio Los Cigarrales.

“Repetimos lo del 15 de febrero del año pasado. Pedimos obras estructurales, pero no llegaron. Nos autoevacuamos por precaución, porque no funcionaron las alarmas de seguridad, tampoco el comité de emergencia”, alertó uno de los damnificados. Desde la Intendencia, Daniel Salibi remarcó que la cantidad de agua caída fue “inusual”. Al mismo tiempo, destacó que “las obras realizadas sobre el cauce del río permitieron que la corriente fluyera rápidamente, evitando desbordes y consecuentes inundaciones”.

En tanto, el intendente de Unquillo, Jorge Fabrissin, reconoció que “muchos de los arreglos estaban, como vulgarmente se dice, atados con alambre”. “Apenas viene un movimiento de agua, se los lleva. El 31 de diciembre se terminó de arreglar completamente, gracias a Vialidad de la Provincia, uno de los vados más importantes de la ciudad. Pero no alcanzó a sedimentar bien antes de la lluvia, que lo ha vuelto a descalzar”, precisó. Por su parte, en Villa Allende algunos habitantes volvieron a padecer las consecuencias del desborde del río Saldán, que serpentea por la ciudad desde la localidad homónima. Como en febrero de 2015, las zonas bajas y las barriadas ubicadas a la vera de su cauce padecieron la peor parte tras el paso de un nuevo temporal. Se trató de los barrios San Clemente y Cóndor Bajo, donde algunos debieron pelear cuerpo a cuerpo con el agua y el barro. Otros optaron por autoevacuarse, dirigiéndose a casas de familiares y allegados. Ante las pérdidas, volvieron a tender su mano hacia el Estado, al que pidieron ayuda.

Fuente:
Tras el temporal, malestar en las Sierras Chicas, 05/01/16, Hoy Día. Consultado 06/01/16.

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