El aniversario se celebra este viernes, cien años después de que comenzara la matanza sistemática de la minoría armenia.
por Marcelo Taborda
Armenia prepara la conmemoración del centenario del genocidio de hasta un millón y medio de armenios perpetrado por el Imperio otomano, en medio de la negación turca del primer gran crimen contra la humanidad del siglo XX.
El aniversario se celebra este viernes, cien años después de que comenzara la matanza sistemática de la minoría armenia que vivía bajo el Imperio con capital en Constantinopla y que estuvo a punto de acabar con ese milenario pueblo cristiano.
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Francia, Francois Hollande, cuyos países acogen una nutrida minoría armenia, han confirmado su presencia en la ceremonia que se celebrará a las afueras de Ereván.
Además, el jueves la Iglesia Apostólica Armenia, considerada la más antigua del mundo, canonizará a las víctimas del genocidio durante un servicio religioso en la catedral de Echmiadzin.
El aniversario ha estado precedido por la polémica, ya que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, negó rotundamente que las autoridades otomanas hubieran cometido genocidio, ya que hace un siglo otros pueblos musulmanes también fueron masacrados durante la I Guerra Mundial.
El papa Francisco provocó la dura reacción turca al calificar en un sermón la matanza de armenios entre 1915 y 1923 como "el primer genocidio del siglo XX", seguido por los ejecutados por el nazismo y por el estalinismo.
Erdogan reaccionó con ira y acusó al pontífice de decir "estupideces", mientras el Gobierno turco no se limitó a las palabras y llamó a consultas a su embajador en el Vaticano y también convocó al nuncio vaticano.
Seguidamente, el Parlamento Europeo también reclamó que las autoridades de Turquía asuman su pasado y reconozcan el genocidio armenio.
Hasta ahora han reconocido el genocidio armenio sólo 22 países: europeos, como Francia, Alemania, Italia, Grecia y Rusia y latinoamericanos como Uruguay, Argentina, Venezuela, Chile y Bolivia.
Otros países, entre ellos Estados Unidos, no quieren emplear el término genocidio, aunque en las últimas semanas se ha incrementado la presión sobre el presidente Barack Obama, para quien Turquía es un país crucial en su política hacia Oriente Medio.
Como resultado del genocidio surgió la diáspora armenia, muy influyente en países como EEUU, Francia o Argentina, mientras la actual Armenia logró su independencia tras la caída de la Unión Soviética en 1991.
Cuando todos los caminos conducen a Ereván
Ereván está abarrotada de gente llegada de todo el mundo y se esperan miles más. El centro ya muestra calles cortadas y escenarios que se montan para días que se anticipan tan conmovedores como irrepetibles. Enviado especial a Armenia.
por Marcelo Taborda
Sesenta años dicen algunos de ellos que esperaron para este momento, mientras intentan disimular el nudo que se les hizo en el estómago desde que el comandante del vuelo de Aeroflot anunció, en ruso primero y en inglés después, que la aeronave había iniciado su descenso hacia Ereván, capital de Armenia.
Por las ventanillas se divisa entre, bruma y llovizna, la tierra que hace un siglo fue regada por la sangre de muchos de los ancestros de quienes tienen este viernes una cita impostergable con sus raíces, con ellos mismos.
Carlos Marcos Margosian, Luis Alberto Toutouchian, Juan Carlos Toutoudjian y Sergio Enrique Panosian son algunos de los integrantes de la diáspora armenia que se esparció por Córdoba y que están a punto de cumplir su sueño de pisar por vez primera la que también consideran su tierra.
Más adelante, Silvia Toutouchian, quien viajó acompañada de su sobrina, Romina Sahakian, también se asoma a ver desde el aire las luces de la capital y no puede contener las lágrimas cuando un diplomático finlandés la insta a ir a encontrarse con sus abuelos, aunque ya no estén físicamente aquí.
Salvo Rafael Simonian, quien ya ha estado aquí antes y conoce cada rincón, ninguno de estos integrantes de la comunidad armenia de Córdoba ha visto antes esta patria en directo, aunque tanto les han hablado de ella sus antepasados, conservando en esa tradición oral su idioma originario, que difícilmente podrían perderse en sus calles.
Avión completo
Casi todo el pasaje está compuesto por armenios de diferentes generaciones y diferentes latitudes.
Tres hombres preguntan en inglés si venimos de España. Ante la respuesta que da cuenta del origen argentino del grupo, una mujer tercia también en el diálogo para declararse seguidora fiel del papa Francisco, a quien agradecerá para siempre lo que dijo días atrás para condenar el primer Genocidio del siglo 20, ese que el Estado turco se empeña en negar con cada vez menos argumentos. Dos de los hombres son de Los Ángeles, y hay más de esa ciudad en el avión; el restante es neoyorquino, aunque su origen puertorriqueño explica su acento español bien pulido. El armenio nativo de todos borra cualquier frontera idiomática.
Sólo algunos pocos no armenios viajan como privilegiados espectadores pero a la vez partícipes voluntarios de emociones que contagian a todos. Como el profesor de Historia Juan Ricardo Corazza, quien desde San Francisco (la nuestra del este) se sumó a este grupo para evocar la emblemática fecha del 24 de abril. O como el colega Fernando Genesir, quien junto con este enviado y otros periodistas fueron invitados por la colectividad armenia a conocer y entender los porqués de un reclamo que no caduca, de una exigencia que no prescribe.
Reencuentros
La máquina de Aeroflot toca tierra con su capacidad colmada de ansiedades. Luis, Juan Carlos y Carlos dejan atrás un pasillo del aeropuerto y se arrodillan a besar un suelo que sienten
de ellos.
Entre las sensaciones que pasarán por la cabeza de Sergio también habrá un lugar para la nieta que nació mientras estaba en pleno viaje y cuya primera foto le llegó el lunes a través de un mensaje de WhatsApp.
Rafael quizá habrá pensado en su familia entera, a la que dejó organizando los actos que sin duda serán multitudinarios en Córdoba, mientras él celebrará un abril más, el de su cumpleaños, justo mañana, como cada año, en las vísperas de una fecha que ningún armenio se permite archivar en el olvido, y que en su centésimo aniversario tendrá aquí una dimensión única.
Preparativos
La brisa es fresca y húmeda ya entrada la madrugada en el centro de Ereván. La ciudad está abarrotada de gente llegada de todo el mundo y se esperan miles más para mañana y el viernes.
Esos serán los días centrales de la conmemoración que contará, entre otros, con la presencia del presidente de Francia, François Hollande, y de su colega de Rusia, Vladimir Putin, quien mañana recibe en Moscú a la presidenta argentina.
¿Vendrá Cristina a
Ereván?, se preguntaban ayer muchos armenios argentinos tras un rumor que corrió en tal sentido. Argentina, como uno de los primeros en reconocer y condenar las matanzas de 1915 como “Genocidio Armenio”, es un país que se percibe como amigo.
El centro de Ereván ya muestra calles cortadas y escenarios que se montan para días que se anticipan tan conmovedores como irrepetibles.
Fuentes:
Marcelo Taborda, Armenia prepara la conmemoración del centenario del genocidio en medio de la negación turca, 22/04/15, La Voz del Interior. Consultado 23/04/15.
Marcelo Taborda, Cuando todos los caminos conducen a Ereván, 22/04/15, La Voz del Interior. Consultado 23/04/15.
No hay comentarios:
Publicar un comentario