martes, 20 de enero de 2015

El río Cuarto, plagado de malezas, barro y con enormes bancos de arena

En los sectores de balneario, el curso de agua se hace cada vez más angosto por la acumulación de áridos, sobre los cuales prolifera descontroladamente la vegetación. El paisaje se parece al de un baldío.

El río Cuarto parece abandonado a la buena de Dios. En momentos en que gran cantidad de familias se acercan para refrescarse y disfrutar de la vida al aire libre, el lecho mismo está ganado por malezas, bancos de arena y barro, a lo que eventualmente se le suman toda clase de desperdicios. Si bien la afluencia de gente no se ha interrumpido, lo cierto es que no se aprovecha de la misma manera que antes. Además, es una postal no muy agradable para quienes visitan la ciudad por unos días.

Para un importante número de riocuartenses, el río es una alternativa cuando el calor aprieta y ya no se lo soporta en casa. No son pocas las familias que llegan a la costanera  para pasar el día, principalmente durante los fines de semana.

A diferencia de las calles del centro y de los barrios, donde el pavimento parece hervir, el verde y la sombra en las costas le dan un respiro al calor agobiante. Y, si eso no alcanza, también está la posibilidad de refrescarse en el agua.

Pero desde un tiempo a esta parte, el río Cuarto luce abandonado. Donde antes el curso era tan extenso que tomaba varios minutos cruzarlo, ahora hay dos hilos de agua, separados entre sí por enormes bancos de arena. Ahora, el paisaje se parece más  al de una playa que a la imagen que todos tienen del río Cuarto. Es así al menos en buena parte de los tramos que se utilizan como balneario, principalmente del puente carretero hacia el colgante.

Por los bancos de arena, es otro el paisaje
Tanto en el centro del cauce como cerca de las costa, extensos bancos de arena parecen cubrirlo todo. La falta de mantenimiento queda en evidencia por el tamaño de las malezas que crecen sobre estos islotes, y en muchos casos superan el metro y medio de altura.

Se forman verdaderos matorrales en medio del lecho, y en muchos sectores el paisaje se parece más a un terreno baldío que a la tradicional imagen del río Cuarto.

Es lo que se ve desde el puente carretero hacia el puente colgante, e incluso más allá de éste: no sólo acumulación de áridos, sino la proliferación de malezas sin ningún tipo de mantenimiento.

También se acumula el barro
Por si fuera poco, a esto se le suma la presencia de barro. Cerca de los azudes, por ejemplo, hay varios metros donde el lodazal le ganó terreno a la arena, formando charcos de agua estancada. Para el visitante, esto no es para nada agradable, porque además hay un fuerte olor a barro descompuesto.

Según varios especialistas, esto se debe al mayor arrastre de sedimentos desde los campos al río, que a su vez se explicaría por la mayor superficie cultivada con siembra directa.

Mudanza obligada junto al puente Filloy para aprovechar el sol y el agua

Después de la tormenta de la madrugada, los riocuartenses disfrutaron de las altas temperaturas. Por la desidia en Playa Bonita, las familias ahora buscan nuevos tramos de la costa para refrescarse.

Tras un amanecer tormentoso el día de ayer mejoró hasta llegar a una temperatura de más de 31 grados con sol a pleno y llevó a los riocuartenses a colmar las orillas del río Cuarto, que a diferencia de Playa Bonita, están en condiciones para refrescarse en familia o con grupos de amigos cerca del puente Juan Filloy.

Algunos comenzaron desde el mediodía haciendo el asado y se quedaron hasta la tarde. Otros fueron a tomar sol en las playitas de arena, mientras los chicos se bañaban en las turbias aguas que venían crecidas por las últimas lluvias en las sierras.

También estuvieron ayer los que se juntaron a tomar mate y charlaron a la sombra de los árboles como un grupo de atletas locales encabezados por Griselda Celis, que por la mañana se unieron a entrenar y por la tarde se juntaron a compartir la merienda en el río.

Los Cáceres, Massaccessi, Ros y Cintia Gallardo -quien está embarazada esperando a su beba Julia- hicieron una ronda de sillones playeros o se sentaron en el suelo para disfrutar unas horas de una amena charla a la sombra de los árboles.

“Este lugar cerca del puente Juan Filloy está más lindo y cuidado, pero de noche no hay luz, así que aprovechamos de día a pasarla lindo”, dijeron.

Fútbol y merienda
Otros como los integrantes de las familias González, De la Barrera, Zárate, Saravali y Vietrich se juntaron a tomar mate y charlar, mientras los más jóvenes jugaban al fútbol y los más chicos se animaban a bañarse en el río.

“Nos gusta venir acá todos los domingos para tomar fresco y respirar aire puro. A veces hay caballos sueltos, pero es muy tranquilo y se puede disfrutar”, opinaron.

La familia Herrera, del barrio Alberdi, se metió en el agua a jugar con su pequeña hija mientras esperan otro bebé, que ya asoma en el vientre de la mamá.

“Aunque el agua está un poco sucia refresca igual y a los chicos le gusta jugar en el río”, confió el padre mientras cuidaban a la nena.

“Tendrían que limpiar esos islotes de yuyos que se han formado en el medio, como hicieron en Villa Dálcar que quedó muy bien”, argumentó el hombre sobre el estado del cauce del río Cuarto más cerca de los azudes y el puente carretero.
Debido a ello la gente ha optado por ubicarse más a la altura del Corsódromo y el puente Filloy para aprovechar las costas del río.

Grupos de jóvenes, varones y mujeres, se juntan en el río a escuchar música, cantar acompañados por una guitarra o simplemente charlar mientras toman una gaseosa y disfrutan de sus vacaciones en la ciudad.

Frente a la desidia y el abandono en  Playa Bonita, la gente ha optado por mudarse más cerca del puente Filloy.

La limpieza duró poco tiempo

A mediados de octubre del año pasado, y luego de una fuerte controversia, la Provincia y el Municipio habían llegado a un acuerdo para mantener limpio el cauce del río Cuarto: la primera se encargaba del cauce, mientras que la Municipalidad se ocupaba de las costas. Poco más de dos meses después, al menos el lecho del río parece abandonado. En octubre del año pasado, los funcionarios provinciales Franco Miranda y Juan Manuel Escudero y el secretario municipal Jorge Méndez anunciaban que encararían juntos la limpieza del lecho y las costas.

Inmediatamente, las dos administraciones comenzaron los trabajos. La Provincia intervendría 20 hectáreas con trabajos específicos sobre el lecho del río, y el Municipio se suma con el mantenimiento, de las costas del río.

Poco después, todo se ve tan mal como antes de esos trabajos.

Fuentes:
El río, plagado de malezas, barro y con enormes bancos de arena, 19/01/15, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 20/01/15.
Mudanza obligada junto al puente Filloy para aprovechar el sol y el agua, 19/01/15, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 20/01/15.
La limpieza duró poco tiempo, 19/01/15, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 20/01/15.

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