miércoles, 21 de agosto de 2013

Fukushima aún no ha identificado la fuga y sigue vertiendo agua radiactiva

"Aún no sabemos en qué punto se está escapando el líquido", admite la autoridad de regulación nuclear japonesa. Tepco informó ayer de un vertido de 300 toneladas procedente de un tanque de almacenaje.

por E. G. Sevillano

La fuga de agua altamente radiactiva a la que se enfrenta desde este martes la central nuclear de Fukushima aún no ha podido ser contenida. La Autoridad de Regulación Nuclear (ARN) nipona ha admitido que el líquido contaminado se sigue vertiendo y que aún no se ha podido "especificar el punto por el que se está derramando", ha explicado hoy a El País Tadashi Yamada, portavoz de la ARN. La compañía operadora de la central, Tepco, no ha actualizado la cantidad vertida, que procede de uno de los tanques que se utilizan para almacenar el agua sucia usada para refrigerar los reactores. Hasta el martes eran 300 toneladas (300.000 litros), señala la ARN, que añade que "alrededor del tanque la dosis de radiación en el aire es alta" y "los trabajadores tienen que hacer las labores de contención con mucha precaución".

La autoridad de regulación nuclear de Japón ha propuesto elevar hoy al nivel 3 -en una escala de 7 niveles- la fuga de 300 toneladas de agua altamente radiactiva de un tanque de almacenaje en la central de Fukushima, un depósito construido a toda prisa para almacenar el agua que se usó para enfriar los reactores tras la catástrofe de la central nuclear, arrasada por el tsunami el 11 de marzo de 2011. El nivel 3 corresponde a un “incidente grave” en la Escala Internacional de Incidentes Nucleares (Ines). Hasta ahora, los problemas en la central estaban clasificados en el nivel 1, correspondiente a “anomalía”. Es la primera vez que se altera el nivel de alerta desde el tsunami, cuando se situó en el máximo, el mismo que la catástrofe de Chernóbil.

El organismo nuclear asegura que le preocupa que haya más tanques de almacenaje que puedan sufrir fugas de agua contaminada. El tanque, que contiene agua que solo ha sido parcialmente descontaminada, lleva perdiendo agua varios días, agua que se ha vertido por el suelo de la central. El vertido fue descubierto el lunes por la mañana y Tepco, la empresa propietaria de Fukushima, localizó ayer el tanque que sufría la pérdida, uno de las decenas que fueron instalados para contener el agua que se usó para enfriar los reactores afectados por el tsunami. El tanque contiene todavía unas 670 toneladas de agua radiactiva, que se están trasvasando a otro contenedor. Ahora se intenta recoger el agua vertida, aunque parte se ha infiltrado en el suelo.

El del contenedor ha sido el último incidente de seguridad en la central, arrasada por el tsunami que el 11 de marzo de 2011 dejó más de 20.000 muertos en la costa este japonesa. La fuerza del mar deterioró seriamente varios reactores y no fue hasta diciembre de ese año que la central fue declarada estabilizada, con sus reactores en parada fría. La gestión de la compañía Tepco ha sido muy criticada por el Gobierno y por los ciudadanos japoneses. El Gobierno de Tokio, también muy crítico con la empresa, ha tomado las riendas de la situación en varias ocasiones, la última hace unas semanas, cuando Tepco admitió que la central lleva filtrando agua radiactiva al mar desde hace dos años.

Demanda al Gobierno
Al descontento por la gestión del incidente nuclear se suman otros. Hoy mismo, residentes de la prefectura de Fukushima han anunciado que van a demandar al Gobierno japonés por actuar de forma negligente al no crear los instrumentos jurídicos necesarios para garantizar la entrega de ayuda a los damnificados por el accidente nuclear. Pese a que en junio de 2012 se promulgó una ley que autoriza la entrega de ayuda a los afectados por la radiación, los demandantes consideran que el Gobierno no ha desarrollado legislativamente la norma para que la ayuda llegue efectivamente, según la cadena NHK.

También hoy mismo, el gobernador de la prefectura de Fukushima, Yuhei Sato, ha instado al Gobierno a tomar la iniciativa en la solución al problema de las continuas fugas de agua radiactiva. Cree Sato que se trata de una "emergencia nacional", por lo que el Gobierno de Shinzo Abe debería adoptar medidas específicas.


18 niños de Fukushima han desarrollado cáncer de tiroides

Las autoridades han realizado un estudio en 360.000 menores para evaluar el impacto del accidente nuclear en su salud.

Los exámenes médicos llevados a cabo en la prefectura de Fukushima, ubicada en el noreste de Japón, tras el accidente ocurrido en la central nuclear homónima han revelado que 18 niños han desarrollado cáncer de tiroides, un tumor muy infrecuente en la infancia y la adolescencia. Se calcula que su incidencia, según el Journal of Medical Case Reports, está en menos de dos casos por cada 100.000, con lo cual, teniendo en cuenta que las autoridades regionales ordenaron hacer revisiones médicas a 360.000 menores residentes en la zona, lo normal es que hubieran detectado entre seis y ocho casos.

Los resultados, que se han hecho públicos este martes, han revelado que 18 han desarrollado cáncer de tiroides, mientras que otros 25 podrían padecer esta enfermedad, según ha informado la televisión pública NHK. El grupo de expertos que ha llevado a cabo este estudio médico ha explicado que podría deberse a que las partículas radiactivas emitidas por la central nuclear se han acumulado en la glándula tiroides de los niños, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer.

Los expertos han subrayado que no les ha sido posible determinar si el accidente nuclear ha aumentado el ratio de incidencia del cáncer de tiroides entre los niños de Fukushima. A este respecto, el director del estudio médico, Hokuto Hoshi, ha adelantado que otro grupo de expertos llevará a cabo un análisis caso por caso para poder dar explicaciones detalladas.

El 11 de marzo de 2011, un terremoto y un tsunami arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania. Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.

Fuente:
18 niños de Fukushima han desarrollado cáncer de tiroides, 21/08/13, El País. Consultado 21/08/13.

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