Hay temor por la cantidad de árboles caídos en Calamuchita.
Ya hubo varios focos, aunque ninguno extendido. 2012 fue el de menor superficie
quemada.
por Fernando Colautti
La semana que pasó marcó el inicio de la temporada de
incendios rurales en Córdoba. Como cada año, de mayo a noviembre los riesgos
crecen porque las lluvias se reducen y los pastizales se secan con las heladas,
haciéndose más combustibles.
Hace siete días, ayudados por jornadas ventosas, se quemaron
algunos cientos de hectáreas, la mayoría de ellas de pastos y rastrojos (restos
de cultivos), aunque también hubo bosque afectado.
El principal foco se desató entre Cabalango y Tanti, en
Punilla, donde al menos 15
hectáreas de monte nativo resultaron quemadas. También
los hubo en las zonas de El Manzano y Río Ceballos, de Sierras Chicas; entre
Despeñaderos y San Agustín; en cercanías del lago Los Molinos; en Santa Rosa de
Calamuchita; en Malagueño, y otros puntos del mapa.
Semanas anteriores hubo otros focos aislados. Uno de ellos,
en Villa Rumipal, llegó a metros de algunas viviendas.
“Desde ahora se inician los meses más duros”, anticipó el
bombero Marcelo Zornada, actual jefe del Plan Provincial de Manejo del Fuego.
“El plan está en marcha con todos los cuarteles
involucrados”, señaló Zornada, quien confirmó además la disponibilidad del
equipo aéreo, integrado por tres aviones hidrantes -uno vigía y dos
helicópteros de la Provincia- y cuatro aviones que el Plan Nacional contra el Fuego dispone para Córdoba cada
año, entre mayo y diciembre.
Riesgo extra. Para este año, un riesgo adicional es la
presencia de mucha más madera seca, caída sobre todo en el valle de
Calamuchita, donde fuertes temporales de viento, en octubre y noviembre
pasados, dejaron por el suelo más de un millón de árboles de forestaciones de
pinares de esa región serrana. Se estima que la mitad de esa madera fue
extraída y recuperada, pero el resto quedó y aumenta la carga de fuego.
“El objetivo es estar alertas, con los bomberos en sus
puestos de vigías en las zonas de riesgo, para poder detectar el fuego lo antes
posible, para que no se expanda. En la gran mayoría de los casos, en los últimos
años se viene logrando eso. La dificultad está cuando se trata de zonas de
difícil acceso y cuando el viento les gana a los bomberos e impide la actividad
del refuerzo aéreo”, explicó Zornada.
El año 2012 fue el de menor superficie quemada en esta provincia
de los últimos 20 años. Se afectaron 10.100 hectáreas ,
según los datos del Plan Provincial de Manejo del Fuego. Un tercio fue en zona
serrana.
La cifra es similar a los bajos registros de 2011 y 2007. Y
está muy por debajo de los peores años de la década del ’90, cuando el fuego
quemaba más de 200 mil hectáreas por año. En la última década, 2003 y 2009
fueron años complicados, con más de 120 mil hectáreas afectadas.
Reclamo. No es simple conocer el destino de lo que se
recauda.
Federación de Bomberos reclama desde hace años mayor
transparencia en la ejecución de los fondos.
Pagamos todos
Qué es. El Plan Provincial de Manejo del Fuego se sostiene
con el aporte que desde 2005 pagan los cordobeses con la factura de energía.
Residenciales abonan 5,25 pesos por mes, comercios 6,20 y grandes consumidores
220.
Primer trimestre. Para 2013 se prevén 57 millones. Ya se
recaudaron 13,8 millones, pero se pagaron 3,76.
Bomberos piden agilizar el aporte del "impuesto al
fuego"
Desde 2005, rige el “impuesto al fuego”, adicional que todos
los cordobeses pagan con sus facturas de energía.
Con eso, la
Provincia administra un fondo para sostener el Plan
Provincial de Manejo del Fuego.
Esta semana, desde algunos cuarteles de bomberos voluntarios
se reclamó por la demora en la entrega de los recursos contemplados en ese
programa. Desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia se planteó,
como en oportunidades anteriores, que puede haber retrasos pero para entidades
que no completan la documentación y rendiciones de cuentas requeridas por el
sistema.
Saharrea refutó declaraciones de funcionarios provinciales
sobre que los bomberos cobran una remuneración mensual. “De los 5.500
voluntarios cordobeses, sólo unos 300 cobran el aporte mensual, a cambio de una
tarea diaria para el plan del fuego”, acotó.
El tributo es de un valor fijo por usuario, que no aumenta
desde hace tres años. Pero se ha incrementado la cantidad de usuarios de
energía aportantes. Saharrea insistió además que la Provincia adeuda los
aportes para la compra de autobombas “para unos 15 cuarteles”. El compromiso
era aportar una a cada uno de los 168 cuarteles hasta 2011.
Este año varió el modo de aporte del Plan Provincial a los
cuarteles de bomberos. Ahora, los 60 de la zona de riego (sierras y noroeste
provincial) reciben 22 mil pesos mensuales. Con eso, le deben pagar tres mil
pesos mensuales a unos 320 bomberos voluntarios, que tienen ciertas
obligaciones que cumplir. Los otros 108 cuarteles reciben 8.500 pesos para
gastos generales. En 2012, los bomberos “rentados” eran más de 520, de todos
los cuarteles, pero cada uno recibía 1.750 pesos mensuales.
La ley del “impuesto al fuego” establece además que
10 % de los ingresos debe repartirse en partes iguales entre todos los
destacamentos. Así, cada uno recibe unos 3.500 pesos mensuales fijos.
Fuente:
Incendios: alertan que 2013 será un año riesgoso, 08/07/13, La Voz del Interior.
Bomberos piden agilizar el aporte del "impuesto al fuego", 08/07/13, La Voz del Interior.
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