Esta semana se confirmó el acuerdo entre el gobierno
argentino y la corporación estadounidense Chevron. A pesar que no hubo
reacciones visibles del gobierno ecuatoriano, Rafael Correa había pedido que se
cumpla la sentencia judicial de este país contra la petrolera. Desde este punto
de vista, quienes sí continúan una verdadera hermandad
"latinoamericana" son los pueblos originarios del Abya Yala que se
resisten a que sus territorios sean sacrificables al neocolonialismo.
"En la década del 90 Chevron tuvo el control de los
distintos gobiernos de Ecuador", expresó el abogado de las comunidades
amazónicas que ganaron un juicio de dos décadas contra la poderosa corporación
Chevron. Y reconoce el mérito en este aspecto del actual gobierno de su país: "Correa
cambió esa relación, nunca se sentó a la mesa de la multinacional y simplemente
dejó que la Justicia
haga su trabajo". La palabra de Pablo Fajardo, publicada en este medio, es
elocuente.
Por el contrario, la situación en Argentina no puede ser más
contrapuesta. El Estado Nacional, a través de la Procuradora General ,
Alejandra Gils Carbó, se pronunció en contra del embargo a la corporación
Chevron, interpuesto por la comunidad de afectados en Ecuador. Más aún, esta
semana la Presidente
sentó a su mesa a la multinacional de origen estadounidense. Esto, además de
que el gobierno de Cristina Fernández se autoproclama como "el gobierno
que enfrenta a las corporaciones".
Esta semana también la Presidente tuvo un exabrupto: "Sé que
algunos se subieron a torres de YPF, pero con todo respeto a los que se
expresan, ¿por qué no lo hacían cuando Repsol se llevaba toda la guita de la Argentina y no invertía
nada acá?", dijo en un acto oficial. Pero más que un exabrupto es una
mentira, como aclaró Darío Aranda. También hubo un pronunciamiento publicado en
MapuExpress, que la
Presidente de la
Nación debiera leer para no faltar el respeto a este pueblo
de luchadores.
"Desconoce los lamentos, denuncias e informes que desde
inicios del 2.000 en el territorio de comunidades de Loma de la lata y a causa
de la explotación petrolera, habitantes de dos comunidades tienen niveles de
presencia de elementos tóxicos y materiales pesados en su sangre como aluminio,
manganeso, talio y que fueron encontrados valores significativamente altos de
plomo, cadmio, arsénico y níquel y que se detectaron malformaciones en no
natos, efectos genéticos, y graves problemas ambientales", expresan allí.
Y agregan también como dato concreto: "No supo que
tuvieron que recurrir al sistema interamericano de Derechos Humanos para
denunciar el 2002 estos casos y a través de diversos informes científicos se
demostraba los daños y que al País acudió una misión internacional de Derechos
Humanos y que se llevaron diversas movilizaciones en contra de la empresa Repsol".
Y agrega: "Tampoco se enteró de las múltiples campañas internacionales
efectuadas por referentes integrantes de la Confederación Mapuche
de Neuquén en contra de Repsol". La Presidente : "No escuchó, no estuvo".
Para leer el resto de la nota dirigirse a ComAmbiental
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