sábado, 1 de junio de 2013

Zonceras energéticas #2


“La energía nuclear es GENERADORA de desarrollo científico y tecnológico”

Se repite con frecuencia que el desarrollo de la energía nuclear ha sido muy importante para el país porque eso ha generado un gran cúmulo de conocimiento y que ha motivado la formación de un gran número de cuadros científicos, expertos y técnicos con alta capacitación.

Esa manera de leer la realidad se repite mas o menos en todas partes del mundo donde se defiende a la energía nucleoeléctrica.

La verdad es que la relación causa y efecto es inversa.

La energía nuclear, por variados motivos, tiene la capacidad de seducir a los estados, y a la dirigencia política en general, a poner en ella enormes recursos económicos para sus áreas de investigación y desarrollo. Recursos que muy pocas, o ninguna, otra actividad científica o técnica, puede siquiera aspirar a lograr.

Cuando uno observa los presupuestos en investigación y desarrollo (I+D) destinados a la actividad nuclear y la continuidad de los mismos a lo largo de las décadas es perfectamente esperable la producción de numerosos recursos científicos y técnicos con altísimas calificaciones. No es un atributo o cualidad intrínseca de lo nuclear. Es resultado de lo que representa la inversión estatal en I+D en una área determinada. Los resultados científicos van a estar en directa proporción a esa política.

Los valores que Argentina ha destinado en este rubro son incalculables por la poca transparencia de la CNEA en sus más de 60 años. Sólo vale recordar que en 1982, cuando estalla la crisis de la deuda externa en la región, el rubro nuclear representaba cerca del 13 % de nuestra deuda. Durante la última dictadura militar la CNEA fue privilegiada presupuestariamente por encima de universidades, INTA, CONICET y el resto de las áreas científicas.

Pero esto nos lleva directamente al siguiente punto: ¿Tiene sentido esa priorización de lo nuclear en el área de investigación?.

Una primera respuesta sería que a juzgar por la escasa inserción lograda por la energía nuclear a los largo de 60 años de intensa priorización significaría que toda esa inversión ha tenido bajo impacto energético o que sus expectativas originales han quedado muy desactualizadas. Pero aún así, uno puede suponer que sostener su desarrollo y que persistir por el camino nuclear podría hacer que los resultados esperados lleguen en el futuro.

Para esto voy a utilizar un informe recientemente publicado por el mainstream de la energía global, una especie de “enciclopedia” energética llamada “Global Energy Assesment” desarrollado bajo la coordinación del International Institute for Applied Systems Analysis (IIASA). Del mismo extraigo el siguiente cuadro:


Allí se puede ver la evolución de los presupuestos gubernamentales en los países miembros de la IEA destinados a I+D en diferentes tecnologías energéticas. Se puede ver el papel preponderante que tiene lo nuclear frente al resto de fuentes energéticas. No se trata de subsidios a la actividad productiva (centrales nucleares), son presupuestos en investigación. (1)

En el siguiente cuadro se muestra esa misma información y una distribución de esos recursos acorde a las verdaderas necesidades energéticas para este siglo: eficiencia y renovables adquiriendo el mayor peso en los presupuesto estatales de I+D. Se propone un cambio drástico de prioridades gubernamentales.


Cito al propio informe evaluando la disfuncionalidad de la preponderancia nuclear en esos presupuestos: “A significant mismatch in R&D portfolios in favor of nuclear and to the detriment of energy efficiency and conservation emerges. Nuclear received well above 50 % of allcumulative (1974–2008) R&D expenditures, with energy efficiency receiving less than 10 %, whereas their respective role in the GHG mitigation portfolios is exactly the inverse. To put these numbers into an absolute perspective: cumulative public R&D into energy effiiency totaled some 38 billion $ 2008 (in purchasing power [PPP] terms), which is lower than total cumulative expenditure into fusion energy ($41 billion PPP). Current R&D levels into renewable and CCS (which is subsumed in the “other” category above that includes inter alia also hydrogen, fuel cells, and basic energy research) are also much lower than a future “need-based” analysis suggests, albeit the mismatch is less striking than the one comparing energy efficiency to nuclear.”

En definitiva, tenemos ciencia nuclear porque los estados ponen inmensos recursos para tenerla. No hay allí ningún milagro ni nada especial ocurre con lo nuclear. Ahora esa inversión en I+D en nuclear no es lo que el mundo necesita. No lo dicen los antinucleares, lo dice el propio informe de IIASA, necesitamos I+D en otras áreas claves, no en nuclear.

Seguir haciéndolo es una de las tantas zonceras energéticas instaladas en el imaginario de la dirigencia política.

JCV

PS: ver también “Manual de zonceras energéticas #1
  1. IAE (International Energy Agency) , los países miembros de la IAE son básicamente los países de la OCDE.
Fuente:
Juan Carlos Villalonga, Zonceras energéticas #2, Tester de Violencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario