El asesinato de Mariano Ferreyra por parte de una patota del sindicato liderado por José Pedraza |
El tribunal dio 15 años de prisión para el sindicalista José
Pedraza, considerado "partícipe necesario" del asesinato de Mariano
Ferreyra, militante del Partido Obrero (PO). También al número 2 de la Unión Ferroviaria ,
Juan Carlos Fernández. El fiscal y la querella, incluida el PO y el CELS
representando a los familiares, había pedido sentencia de cárcel perpetua para
él y otros autores. Por su parte, se condenó por 18 años a Cristian Favale y
Gabriel Sánchez, como autores materiales, y Pablo Díaz, el delegado gremial que
armó la patota. Como encubridores se condenó a 11 años a los trabajadores
ferroviarios Daniel González y Francisco Pipitó, por obstruir el trabajo
periodístico de las cámaras de C5N. También hubo sentencia de 10 años para los
Comisarios Luis Mansilla y Jorge Ferreyra, y de 2 años para el Comisario Hugo
Lompizano por distintas responsabilidades en "liberar la zona" del
crimen. Está claro que el Tribunal juzga el hecho criminal. Las
responsabilidades y complicidades políticas no están contempladas. Deben
juzgarse socialmente. Por la
Justicia y por un tren público, no de una burocracia sindical
que se enriquece con ellos, y mata por ellos.
El momento final del juicio comenzó cerca de las siete de la
tarde, cuando el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal 21, Horacio Días,
no comenzó directamente leyendo la sentencia, sino que se permitió narrar en
forma coloquial la reconstrucción de los hechos. Al mismo tiempo, se colocó en
posición de docente en Derecho, y anticipó así que no iban a escucharse
sentencias a prisión perpetua. Citando la querella del CORREPI, que pedía una
condena ejemplar, el Juez expresó: "Cualquier caso por más importancia
política que tiene es un caso judicial". Y agregó: "En la ejemplaridad
está la sentencia que instrumentaliza". Antes de ello había dicho, de
forma ampulosa: "Los jueces somos garantes epistemológicos del contenido
fáctico" del fallo. Todo ello fue para argumentar que "no hubo un
dolo específico", es decir que "no hay homicidio calificado",
sino que la condena fue por "dolo eventual". Es decir, no se buscó
matar pero no existió intención alguna de tomar ningún recaudo para que ello no
sucediera: "Favale actúa con seguridad porque contaba con el apoyo del
sindicato de que no lo iban a detener".
"Una muerte en una sociedad fatalista es el fin de
juego", así se expresó el Juez. Y con esta lógica se excusó por no llamar
instigador a Pedraza, sino cómplice. Del mismo modo, la responsabilidad
política tampoco se juzgó. Por el contrario, salvó al Ministro de Trabajo,
Carlos Tomada, aunque reconoció su llamado a "trabajar políticamente"
a los tercerizados. Y luego dijo sobre Pedraza: "Se demuestra la liquidez
de dinero y el poder que eso genera. Ahí está el interés del sindicato en que
no se arme un sindicato paralelo" del PO y ningún otro. ¿No son los mismos
intereses que continuaron casi diez años en convivencia con las empresas
concesionarias? Ayer se juzgó al sindicalista que permitió el desguace del tren
en la época menemista. Mas tuvo que ocurrir la Tragedia de Once, 52
muertos, para que algo empiece a cambiar en la política ferroviaria. Y eso que
el Juez mismo recordó que el asesinato de Kosteki y Santillán "precipitó
el fin del gobierno de Eduardo Duhalde". Pedraza y sus últimas palabras:
"La bala que rozó el corazón de [Néstor] Kirchner también rozó el de todos
los ferroviarios". Pero sólo mató a Mariano Ferreyra. Un crimen político.
Fuente:
Fin del juego para Pedraza, 20/04/13, ComAmbiental. Consultado 20/04/13.
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