Una organización que monitorea el estado de los derechos
indígenas cuestiona los avances de la industria extractivista y las empresas
que despojan territorios ancestrales en el Sur del país. Sólo en Neuquén hay
347 mapuches judicializados por defender su tierra.
por Darío Aranda
Petroleras, mineras y estancieros avanzan sobre pueblos
indígenas y lo realizan con la complicidad del Poder Judicial y político. Es
una de las conclusiones del Informe 2013 del Observatorio de Derechos Humanos
de Pueblos Indígenas (Odhpi), que analizó casos testigo de la vulneración de
derechos humanos y cuantificó la criminalización en Neuquén: 347 mapuches
judicializados por defender el territorio. El informe también advierte que el
nuevo Código Civil implicará más desalojos y judicialización. “Se siguen
perpetrando acciones estatales y privadas más propias de un contexto de
colonización que de democracia”, afirma el Observatorio de Derechos Humanos.
El Odhpi publica todos los años su investigación anual. Este
año centró su trabajo en Chubut, Río Negro y Neuquén. “En la Patagonia se sigue
identificando al despojo territorial como el principal obstáculo para la
subsistencia y desarrollo de los pueblos indígenas como pueblos autónomos”,
afirma.
“Avanzada de la megaminería” es el título del capítulo sobre
Chubut. Y destaca la presencia de la multinacional Pan American Silver en la
meseta (centro) de la provincia para extraer plata y plomo. En la zona viven
desde hace un siglo comunidades mapuches y tehuelches. El Odhpi recuerda que en
Chubut está vigente la ley 5001 (que prohíbe la actividad), pero el gobierno
provincial habilita la exploración. Explica que la minera ingresó al territorio
de las comunidades, extrajo agua para exploración, prometió mejoras económicas,
trasladó un cementerio indígena (junto a técnicos provinciales) y obtuvo el
apoyo de las autoridades políticas para avanzar en una actividad prohibida.
“No se conocen otros casos de permisos oficiales para la
preparación de actividades prohibidas. Es como si se autorizara a filmar un
banco para averiguar sus mecanismos de seguridad porque lo que está prohibido
es el robo, no su planificación. Esta aberración exhibe el enorme poder
corrosivo institucional de este tipo de empresas”, denuncia el Odhpi.
“Informe de situación de los derechos humanos de los pueblos
indígenas en la Patagonia ”
es el nombre del trabajo y destaca que (con la megaminería) se vulnera el
Convenio 169 de la OIT
(convenio internacional que tiene rango supralegal), que obliga a la consulta
libre, previa e informada a los pueblos indígenas.
De Río Negro describe que la violación de los derechos de
las comunidades son “recurrentes” y aclara que no funcionan los canales
institucionales que debieran encauzar los reclamos. En cuanto a la aplicación
de la ley 26.160 (aprobada en 2006, que debiera frenar las órdenes judiciales
de desalojos e insta a un mapeo territorial), se relevaron 64 de las 124
comunidades y, en la actualidad, se encuentra suspendido el equipo técnico que
censa las comunidades.
De Neuquén puntualiza que es “particularmente grave” la
situación por la avanzada de la frontera hidrocarburífera, especialmente por
los llamados hidrocarburos “no convencionales” (con el método de
hidrofractura), con la explotación de la formación geológica Vaca Muerta.
Explica que el gobierno nacional y el provincial “ya han reconocido que se
privilegiará la actividad extractiva por sobre las comunidades. Ninguno ha
tomado en cuenta la consulta, ni la participación de las comunidades mapuches”.
Señala como antecedente el caso de las comunidades kaxipayiñ y paynemil, que
habitan territorios contaminados durante cuatro décadas por YPF y Repsol, en el
yacimiento gasífero Loma La
Lata.
En Neuquén recién en 2012 se firmó el convenio para la
ejecución de la ley 26.160. Y puntualiza que la aplicación “sigue demorada”.
El Odhpi dedica un apartado a la criminalización de la lucha
indígena. Entre 2005 y 2012, al menos 347 miembros del pueblo mapuche de
Neuquén enfrentaron procesos judiciales por defender el territorio.
El informe, de 97 páginas, analiza los casos de
judicialización y concluye: “El Estado protege con esta política represiva y
criminalizadora la propiedad privada terrateniente, las empresas extractivas y
la especulación inmobiliaria y turística, a costa del respeto de los derechos
humanos de los indígenas. Hay una tarea minuciosa y metódica para poner toda su
estructura institucional, política y represiva para transgredir las leyes que
el mismo Estado ha sancionado”.
El Odhpi precisa, como casos paradigmáticos de jueces que
criminalizan a indígenas, a Ivonne San Martín (jueza civil de Zapala) y a Jorge
Videla (Villa La Angostura ).
Detalla numerosos casos de violación de derechos. Entre ellos en la comunidad
Quintriqueo (Neuquén), el Lof Prafil-Calfupán (Río Negro) y la comunidad
Jacinto Antileo (Chubut).
“Los antiguos atropellos se han convertido hoy en
violaciones a los derechos humanos. Hay un sistema articulado que funciona al
servicio del despojo y la legalización de la usurpación de las tierras
indígenas”, asegura el informe. Micaela Gomiz, secretaria ejecutiva del Odhpi,
subrayó que la avanzada sobre los pueblos originarios se debe a “una estructura
económica en la Argentina
que no ha sido modificada y que es profundizada por los gobiernos que priorizan
las ganancias exorbitantes de las empresas extractivas, y defienden la
propiedad privada terrateniente por sobre la vida y la autonomía de las
comunidades indígenas”. El informe advierte que “lo más grave” es que las
violaciones a los derechos humanos de los pueblos indígenas se producen con “el
impulso del gobierno, la inhibición de la Legislatura y el
respaldo del Poder Judicial”.
Críticas a una reforma
por Darío Aranda
La reforma del Código Civil se debate desde el año pasado en
el Congreso Nacional e incluye artículos referidos a los pueblos originarios.
Es cuestionado por numerosas organizaciones indígenas. El Informe 2013 del
Odhpi lo analiza en clave jurídica y concluye: “El proyecto enviado por el
Ejecutivo Nacional será promotor de desalojos indígenas y promotor de condenas
penales por usurpación”.
El informe hace una decena de observaciones, entre ellas
puntualiza que se violó el derecho a consulta de los pueblos indígenas
(establecido en convenios internacionales) y asegura que el proyecto de Código
Civil contradice a la
Constitución nacional al no reconocer que la posesión
tradicional indígena implica propiedad.
“El proyecto de Código Civil no sólo es ilegal por ser
inconstitucional, sino que es ilegítima porque el mundo indígena fue
contundente en las 18 audiencias públicas que se hicieron en 2012. Si el
Gobierno no toma nota de las críticas, las consecuencias para los territorios
indígenas van a ser lamentables”, aseguró la secretaria ejecutiva del Odhpi,
Micaela Gomiz.
Fuente:
Darío Aranda, Derechos vulnerados en el Sur, 22/04/13, Página/12. Consultado 22/04/13.
Darío Aranda, Críticas a una reforma, 22/04/13, Página/12. Consultado 22/04/13.
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