martes, 9 de abril de 2013

A mi bella y querida Epecuén



La canción "A mi bella y querida Epecuén" evoca la tragedia de la localidad Villa Lago Epecuén. Nacida a orillas de la laguna Epecuén, perteneciente al sistema de las Encadenadas del Oeste, provincia de Buenos Aires. En su apogeo, la villa turística llegó a recibir unos veinticinco mil visitantes por temporada, ofreciendo un hermoso entorno natural, sofisticadas instalaciones y las propiedades terapéuticas de las aguas salobres de la laguna. Pero el progreso de la localidad olvidó el medio natural en la que se encontraba, los ciclos de retracción y expansión de las lagunas pampeanas, sumados a la ejecución de obras hidráulicas mal gestionadas, desencadenaron la catastrófica inundación del 10 de noviembre de 1985. A diferencia de otras inundaciones urbanas, la de Epecuén terminó para siempre con la localidad, quedó sepultada bajo las aguas.

Ofrecemos dos versiones de "A mi bella y querida Epecuén", una zamba ejecutada por el conjunto folklórico "Los de Maza", con imágenes de la época de esplendor de Villa Lago Epecuén, en un video elaborado por Ariel Sewald, ex habitante y autor de un blog sobre la historia de Epecuén. Ariel recordó: "Perder sus amigos, en mi caso para un niño de 8 años... tengo amigos que los recuerdo por fotos, ya que desde aquella mañana nunca más supe de ellos y de muchos he perdido hasta su nombre, porque en la desesperación... la gente huía a casa de sus familiares de otras ciudades y muchos no regresaron nunca más..."

Y la otra es una versión rock, del grupo "Mentes a mil", del Epecuén Rock Festival 2012.


A MI BELLA Y QUERIDA EPECUÉN
(Letra Juan Carlos Echeverria)

"Allá en las aguas tan quietas del lago,
llora Epecuén su triste destino,
todo lo perdieron, sus casas, sus bienes,
una sola idea golpea en sus sienes:
Epecuén, mi bella Epecuén,
como quisiera que solo fuese un sueño tu tragedia,
que tus noches de encanto y alegría
volvieran a traerme la leyenda de amor que comenzó contigo.
Que la fe de tus hombres no se pierda,
pues volver a empezar es importante,
que no dudemos tan solo ni un instante
que Dios... que Dios está mirando tu grandeza..."

Quiero confesarles que lloré
cuando vi la angustia de Epecuén
que lentamente se fue, perdiendo en la sal
de sus aguas milagrosas.
Es que la gloria del ayer
trajo hasta mi ser
recuerdos que no morirán.

Pienso en los lugares que una vez,
supe recorrer en mi niñez,
y aquel amor juvenil, prendado en mi piel,
que acunaron tus barrancas...
Como dejar de recordar, la felicidad
que tú nos hiciste pasar.

Como quisiera contarle al país,
que se ha perdido un pedazo de él,
que con el llanto de ayer, surgiera Epecuén
dando vida y alegría...
Esa alegría se truncó, por la innundación
que a todos la vida cambió.

Como te perdiste mi Epecuén,
yo que tantas noches te soñé,
con festivales que ayer, hicieran crecer
la leyenda de tus aguas...
Todos aquellos inmigrantes, sienten tu dolor
y nunca te habrán de olvidar.

Cuesta ver el agua que hoy está,
sobre tu doliente soledad,
ya nada queda de aquel, orgullo que fueron
tus termas Argentinas...
Pero el espíritu del hombre
me devolverá a mi bella y perdida Epecuén...

Como quisiera contarle al país,
que se ha perdido un pedazo de él,
que con el llanto de ayer, surgiera Epecuén
dando vida y alegría...
Esa alegría se truncó, por la inundación
que a todos la vida cambió.

1 comentario:

  1. Muy bonito y conmovedor. Mucha pena por lo que sucedió. Increible pensar que algo así haya pasado en una época tan reciente. Pareciera más bien algo de siglos pasados. Me gustaría ir allí algún dia.

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