por Laura Rocha
Sin líderes políticos de envergadura, a viva voz, cada vez
con menos jugadores y con menos compromisos culminó la COP 18 en Qatar. Si bien nunca
hubo una gran expectativa, los días de deliberaciones fueron esta vez aún más
decepcionantes que la Río +20.
Con una mera prórroga de los acuerdos de Kyoto hasta 2020 y
sin claras definiciones sobre el financiamiento que deberían aplicar las
economías desarrolladas para contribuir a una merma en la emisión de gases
contaminantes terminó hace unas horas la nueva cumbre climática.
La presidencia de Qatar en la conferencia intentó poner
énfasis a los acuerdos, pero no logró convencer sobre un supuesto avance en las
negociaciones, tras una noche de viernes plena de reuniones y desencuentros.
Sorprendente y en sólo tres minutos se aprobó hoy el paquete de acuerdos
presentados por Qatar. “No escucho objeciones así que yo decido. Queda
aprobado”, afirmó a viva voz Abdulá bin Hamad al Atiya, presidente anfitrión
del encuentro, y pasó a leer de apuro lo acordado.
Los detalles del acuerdo dicen que se prorroga el Protocolo
de Kyoto (Kyoto II) cuyo primer periodo de cumplimiento expira este año.
Kyoto I, establecido
en 1997, obligaba a reducir las emisiones en 2012 un 5,2 % respecto a 1990 a 35 países
desarrollados, entre los que no aparecía Estados Unidos (uno de los principales
contaminantes junto a China) porque no lo ratificó.
Kyoto II sumó los retiros de Japón, Canadá y Nueva Zelanda.
Así sólo quedan con obligaciones la
UE , Australia, Noruega, Islandia, Croacia, Kazajistán,
Liechtenstein y Mónaco. Representan tan sólo 15 % de las emisiones mundiales.
Todos los países buscarán tener en mayo de 2015 un borrador
de un nuevo acuerdo climático que en 2020 sustituya a Kyoto II.
Ese acuerdo debe ser aprobado en diciembre de 2015, en
París.
No se incluye ni un objetivo global de reducción de
emisiones en 2050 ni el año en el que las emisiones globales deben tocar techo,
aunque sí señala el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados.
Sobre la cuestión de financiación no se avanzó. Debido a la
crisis global, el acuerdo quedó vacío de contenido. Los países ricos deberían
dar financiación a los emergentes entre 2013 y 2015 para que pueden invertir y
reducir sus emisiones.
Los países en desarrollo pedían 60.000 millones de euros, el
doble de lo del período anterior. El acuerdo extiende los trabajos un año más.
Sin definiciones.
El texto dice que “hay que reforzar la cooperación
internacional”. No aclara cómo.
Como se ve, un acuerdo muy flojo y muy débil.
Fuente:
Laura Rocha, Cambio climático: acuerdo débil y de último momento, 08/12/12, Ecológico, lanacion.com Blogs.
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