lunes, 10 de diciembre de 2012

Cambio climático: acuerdo débil y de último momento

por Laura Rocha

Sin líderes políticos de envergadura, a viva voz, cada vez con menos jugadores y con menos compromisos culminó la COP 18 en Qatar. Si bien nunca hubo una gran expectativa, los días de deliberaciones fueron esta vez aún más decepcionantes que la Río+20.

Con una mera prórroga de los acuerdos de Kyoto hasta 2020 y sin claras definiciones sobre el financiamiento que deberían aplicar las economías desarrolladas para contribuir a una merma en la emisión de gases contaminantes terminó hace unas horas la nueva cumbre climática.

La presidencia de Qatar en la conferencia intentó poner énfasis a los acuerdos, pero no logró convencer sobre un supuesto avance en las negociaciones, tras una noche de viernes plena de reuniones y desencuentros. Sorprendente y en sólo tres minutos se aprobó hoy el paquete de acuerdos presentados por Qatar. “No escucho objeciones así que yo decido. Queda aprobado”, afirmó a viva voz Abdulá bin Hamad al Atiya, presidente anfitrión del encuentro, y pasó a leer de apuro lo acordado.

Los detalles del acuerdo dicen que se prorroga el Protocolo de Kyoto (Kyoto II) cuyo primer periodo de cumplimiento expira este año.

Kyoto I, establecido en 1997, obligaba a reducir las emisiones en 2012 un 5,2 % respecto a 1990 a 35 países desarrollados, entre los que no aparecía Estados Unidos (uno de los principales contaminantes junto a China) porque no lo ratificó.

Kyoto II sumó los retiros de Japón, Canadá y Nueva Zelanda. Así sólo quedan con obligaciones la UE, Australia, Noruega, Islandia, Croacia, Kazajistán, Liechtenstein y Mónaco. Representan tan sólo 15 % de las emisiones mundiales.

La UE se compromete a reducir en 2020 un 20 % sus emisiones respecto a 1990. Bastante poco si se tienen en cuenta que hoy emite un 18,5 % menos, por lo que está muy cerca.

Todos los países buscarán tener en mayo de 2015 un borrador de un nuevo acuerdo climático que en 2020 sustituya a Kyoto II.

Ese acuerdo debe ser aprobado en diciembre de 2015, en París.

No se incluye ni un objetivo global de reducción de emisiones en 2050 ni el año en el que las emisiones globales deben tocar techo, aunque sí señala el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados.

Sobre la cuestión de financiación no se avanzó. Debido a la crisis global, el acuerdo quedó vacío de contenido. Los países ricos deberían dar financiación a los emergentes entre 2013 y 2015 para que pueden invertir y reducir sus emisiones.

Los países en desarrollo pedían 60.000 millones de euros, el doble de lo del período anterior. El acuerdo extiende los trabajos un año más. Sin definiciones.

El texto dice que “hay que reforzar la cooperación internacional”. No aclara cómo.

Como se ve, un acuerdo muy flojo y muy débil.

Fuente:
Laura Rocha, Cambio climático: acuerdo débil y de último momento, 08/12/12, Ecológico, lanacion.com Blogs.

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