jueves, 1 de noviembre de 2012

El saneamiento del Salí-Dulce, a la Corte

Deberá definir si 33 empresas, Tucumán, Santiago del Estero y la Nación deben sanear el principal afluente de Mar Chiquita. Es un caso similar al del Riachuelo. Ingenios azucareros, los principales contaminadores. La consecuencia: mortandad de peces.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación deberá definir si 33 empresas, las provincias de Tucumán y Santiago del Estero y la Nación deben sanear la cuenca Salí-Dulce, cuyas aguas desembocan en Mar Chiquita.

De esta forma, será el máximo órgano judicial el que le ponga el cascabel al gato, pues se trata de un problema complejo por ser una cuenca interprovincial, la más grande del país que no desemboca en el océano.

La Procuración General de la Nación dictaminó a favor de la demanda presentada por las fundaciones Centro de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha), de Córdoba, y la Fundación Ambiente y Desarrollo (Fundayd), de La Rioja.

Ahora será la Corte la que deba expedirse. Históricamente, nunca contradijo un dictamen de la Procuración. A fin de año aceptaría analizar la demanda y a principios de 2013 convocaría a las demandadas a que hagan su descargo.

“A nivel jurídico es un caso espejo al del Riachuelo. La Corte dictó la condena en un año e involucró a Ciudad y Provincia de Buenos Aires y la Nación. Esperamos que haya una resolución a principios de 2014 sobre el Salí-Dulce”, dijo Juan Picolotti, abogado de Cedha.

Picolotti también señaló algunas diferencias con el expediente del Riachuelo. “En el Riachuelo no se demanda a las empresas, por lo tanto no se las condenó. A su vez, es una cuenca más grande, pero el costo del saneamiento sería sustancialmente menor que en el Riachuelo, ya que allí hay que hacer un plan de cloacas por 1.500 millones de dólares y hay que reconvertir a más de tres mil empresas”, puntualizó.

Las empresas denunciadas en la demanda son 15 ingenios azucareros que también producen biocombustibles; ocho empresas citrícolas; ocho frigoríficos; una papelera, y una productora de levaduras.

A su vez, se demanda a Tucumán por ser la jurisdicción donde están instaladas estas fábricas a las cuales debería controlar. En Santiago del Estero está el embalse Río Hondo, donde se depositan estos contaminantes, con lo cual también fue demandada.

La Nación también figura en el recurso porque la cuenca es un recurso natural federal.

La principal medida de saneamiento consiste en la construcción de plantas de tratamiento de efluentes en las empresas. “El volcamiento de contaminantes es tan evidente que le cambia el color al agua y aumenta el caudal del río de manera imponente. Los peces muertos se miden por toneladas”, destacó Picolotti.

Zafra sucia. El período crítico ocurre durante la zafra, de octubre a marzo. Muchos de los ingenios elaboran etanol a partir de la caña de azúcar. El subproducto es la vinaza. Este año se producirán 200 millones de litros de etanol y por cada litro de biocombustible se generan 13 de vinaza.

La vinaza contiene altos niveles de materia orgánica y nutrientes como nitrógeno, azufre y fósforo. Las algas utilizan estos elementos y también el oxígeno disuelto en el agua, con lo cual los peces mueren.

Enrique Bucher, profesor e investigador de la Universidad Nacional de Córdoba que investigó la Mar Chiquita por años, asegura que no hay estudios que indiquen cuánta de esta contaminación llega al lago salado cordobés. “El río recorre muchos kilómetros hasta llegar, y al traer contaminantes orgánicos, estos se degradarían. A su vez, el embalse de Río Hondo retiene mucho. Pero deberían hacerse estudios para tener precisión”, dijo.

Algunas de las empresas funcionan desde hace tres décadas, pero su producción ha aumentado en los últimos años con el boom de los biocombustibles.

Construir una planta de tratamiento le costaría a cada planta unos cinco millones de dólares.

Comité y Defensoría

Comité. En 2007 se creó el Comité de la Cuenca Salí-Dulce, integrado por autoridades de Catamarca, Córdoba, Salta, Santiago del Estero, Tucumán y la Nación. El objetivo es coordinar una gestión eficiente, sustentable y equitativa de la cuenca.

Defensores. En 2010, defensores del pueblo de la Nación y de las provincias involucradas reclamaron a las autoridades el saneamiento de la cuenca para evitar su contaminación.

Deberes propios y ajenos

La contaminación producida por los ingenios y otras empresas tucumanas no es la única deuda ambiental que debe saldarse en la cuenca Salí-Dulce y en Mar Chiquita.

por Lucas Viano

Córdoba también tiene que hacer sus deberes. Los ríos Suquía y Xanaes también desembocan en la mar. Estudios demostraron que sus aguas llevan restos de agroquímicos como endosulfán, aldrien y dieldrin. En el río Suquía también se detectó la presencia de bacterias fecales provenientes de la planta Bajo Grande, que trata los efluentes cloacales de la ciudad de Córdoba.

Además de la calidad, hay un problema de cantidad. Todos los cursos de agua necesitan asegurar un caudal ecológico que garantice la supervivencia de los ecosistemas asociados. Es el caso de los bañados del río Dulce, al norte de la mar, donde habitan aves migratorias únicas.

Hace un año, Córdoba le reclamó a Santiago del Estero que deje de extraer agua de la cuenca. Esta no es destinada a uso humano, sino al riego de campos logrados sobre la base de desmontar zonas de bosque chaqueño semiárido.

También hay denuncias contra la megaminera Alumbrera, que transporta por un ducto un concentrado mineral desde la boca de mina, en Catamarca, hasta Tucumán. Allí lo seca y el agua que se le extrae es arrojada a la cuenca.

En 2004, un estudio de Gendarmería confirmó la presencia de cianuro en este canal, y en 2007 la propia Secretaría de Minería de la Nación reconoció que contenía metales con valores por encima de los permitidos. La denuncia fue presentada por el fiscal federal tucumano Antonio Gómez.

Si la Corte interviene, quizá sea el puntapié inicial para que todos hagan sus deberes.

Fuentes:
El saneamiento del Salí-Dulce, a la Corte, 31/10/12, La Voz del Interior. Consultado 01/11/12.
Lucas Viano, Deberes propios y ajenos, 31/10/12, La Voz del Interior. Consultado 01/11/12.

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