miércoles, 31 de octubre de 2012

Temporal en el conurbano: no tuvieron clases 140.000 chicos de 216 colegios

por Mónica Galmarini

Algunas escuelas se usaron para albergar a los evacuados y a otras no se podía llegar por las calles inundadas.

La mejora temporal en las condiciones climáticas no alcanzó para que miles de vecinos del gran Buenos Aires pudieran regresar a sus casas.

A última hora de ayer casi tres mil personas permanecían en centros de atención y más de 140.000 alumnos de 216 escuelas ubicadas en los distritos complicados como La Matanza, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Almirante Brown, entre otros, tampoco retomaron las clases con normalidad.

Muchos colegios fueron acondicionados para contener a evacuados y en otros los caminos anegados por el agua -que aún no terminó de escurrir- impidió que los chicos lleguen a las aulas. También se produjeron problemas de filtraciones y cortes preventivos en servicios como luz y agua. En Quilmes, retomaron las clases recién en el turno tarde en cinco establecimientos y en otros siete permanecieron sin clases. Pero en La Matanza, en 54 edificios de escolaridad inicial y secundaria no hubo actividad.

Para conocer el estado de las personas alojadas en centros, el gobernador, Daniel Scioli, y la directora de Cultura y Educación, Nora De Lucía, estuvieron en las instalaciones del Gimnasio Polideportivo “Eva Perón” de Lomas de Zamora y en la escuela N° 182 de Laferrere, en La Matanza.

Ese distrito resultó el más castigado por el temporal que se inició el lunes a la madrugada. Los desbordes del río Matanza y arroyos no sólo impiden que los vecinos regresen a sus hogares, sino que además en las últimas horas aumentaron la cantidad de evacuados porque hubo nuevas crecidas. Según los datos oficiales, a la tarde esa cifra trepó a dos mil y, según estimaciones, recién comenzará a normalizarse la situación, si sigue el buen tiempo, entre mañana y el viernes.

Gregorio de Laferrere y González Catán tuvieron grandes complicaciones por su cercanía con arroyos afluentes al Río Matanza. Allí hubo cortes de energía que anoche seguían. “En muchos casos la medida fue preventiva, para evitar accidentes porque había viviendas que tenían hasta un metro de agua en su interior”, explicó a Clarín el director del Consejo Provincial de Emergencias, Luciano Timermann.

A la tarde, en Avellaneda no quedaban evacuados y en Lomas -que recibió en pocas horas más de 90 milímetros de lluvia- había 150. En ese distrito, las localidades más castigadas fueron Ingeniero Budge, Nueva Esperanza, Llavallol y Santa Marta, donde más de 100 comerciantes terminaron con daños en sus negocios. En Quilmes, Berazategui y Florencio Varela noche no quedaban evacuados.

En La Matanza no baja el agua y cada vez hay más evacuados

por Romina Smith

Si bien ya no llovió, por el desborde del río Matanza la situación se agravó ayer y los asistidos en colegios y clubes llegaban a 2.000. En medio del drama conviven la desesperación y la solidaridad.

“Sí, trajeron hasta los caballos, y qué querés, ¿sabés cuántos animales se mueren cuando se inunda así? Pobrecitos. Pará: y también mira esos nenes, mira cómo tienen todas las manos tan curtidas. Todos ellos trabajan. Viven al borde del agua y cuando llueve así pierden todo”. A Pedro Luque las palabras le salían ayer casi todas juntas, serenas, cansadas, con pena y esfuerzo. “Por eso yo los ayudo. Por eso acá les damos comida, colchones, techo. Un techo. También un baño y a medida que podemos también alegría. Se ríen, ¿ves?”.

El día después del temporal fue un día mucho más largo que lo habitual para los habitantes de La Matanza. Aún sin lluvia, el número de evacuados trepó de los 1.700 del lunes hasta cerca de 2.000. Fue duro en particular para los vecinos de Laferrere, y sobre todo para aquellos que viven cerca de alguno de sus 18 arroyos. En esa zona murió ahogado Guillermo Enríquez, de 76 años, cuando intentaba salvar de la inundación un televisor (la otra persona que murió era de Lanús). El registro marcó 90 milímetros de agua en sólo dos horas: demasiada en tan poco tiempo. Suficiente para causar mucho daño.

La situación, que fue grave porque fue de madrugada, obligó a disponer escuelas y clubes para habilitar 13 centros de asistencia. Si sólo en Laferrere se vieron afectadas más de 700 personas, según las cuentas improvisadas. “Salimos a trabajar mucho y rápido, sobre todo en las zonas más cercanas a los arroyos y el río Matanza, que desbordaron antes de amanecer. Por eso se decidió abrir centros de asistencia”, contó Pedro. A él lo pusieron a cargo de la escuela número 69, en Ventura Bosch y Cruz Varela. Ahí empezaron con más de un centenar de evacuados. Pero con el paso de las horas, el cuadro, que en realidad debía aliviarse, empeoró aún más. Incluso hoy cuando ya no llovía: “Tenemos cada vez más manzanas bajo agua. Es porque estamos a unas ocho cuadras del río y ahora están desagotando todos los aliviadores hacia esta zona. Más la sudestada, que no permite que baje. Nada de eso ayuda. Ahí los ves: cada uno que entra a la escuela está mojado de la cintura para abajo, esa es la marca de hoy”, contó Pedro.

La asistencia en la escuela 69 “Madres de Plaza de Mayo” estaba contenida ayer por unas 40 personas, todos colaboradores, voluntarios. Sólo en la cocina eran más de diez. Y en el resto del edificio se repartían los demás, mezclados con evacuados, acompañados por sus perros también. Hubo que improvisar habitaciones en las aulas, agrupar por familias, por adultos, y por menores. Incluso se dispuso de una salita para tres chicos con varicela que llegaron desesperados, con su mamá. Por la tarde ya sumaban en total 171 mayores, 115 chicos, y 38 familias, pero el número aumentaba cada hora.

María y sus tres hijos de 2, 9 y 14 años estuvieron entre los primeros en llegar, bajo la lluvia. “Vivimos al borde del agua, se nos cayó el techo mientras dormíamos. Acá nos dieron ayuda rápido”, explicó llorando. Hace años que María vive en la ribera, y pese al riesgo de que la inundación vuelva a llevarle todo, dice que regresará. “Es así, no se quieren irEs su lugar. Así que no podemos más que ayudarlos”, razonó Pedro. Y agregó: “A mí me sale ser así porque pasé por una gran inundación hace 30 años. Esa vez perdí todo. Ahora trabajo, sin pedir nada, para que los demás no sufran lo que yo pasé”. Por la tarde muchos seguían sin luz. Afuera de la 69, y a unos cien metros de la escuela 70, donde esperaban otros 270 evacuados, un camión de Edenor aportaba electricidad. Defensa Civil seguía sus operativos. La municipalidad entregaba colchones y alimentos. Y los vecinos regalaban ropa. En la esquina, una virgencita aportaba el lugar para la fe.

Menos dinero para prevenir inundaciones el año que viene

por Ismael Bermúdez

En una ciudad que se inunda con bastante frecuencia, el proyecto de Presupuesto 2013 reduce en forma drástica el presupuesto de Agua Potable y Alcantarillado, cuya mayor partida está destinada a los trabajos para prevenir las inundaciones.

Así surge del texto oficial que disminuye el crédito del Presupuesto 2012 de $ 637,4 millones para “Agua Potable y Alcantarillado” a sólo $ 205,4 millones en el Presupuesto 2013.

Una diferencia en menos de $ 432 millones.

Se trata de la segunda reducción en unos pocos meses porque el presupuesto original para 2012 era de $ 716 millones y se lo bajó a $ 637,4 millones.

Esta reducción, del 67,7 %, afecta en particular el programa “Mantenimiento de la Red Pluvial ” que está dirigido, según el propio texto oficial, a “fortalecer el sistema de prevención de inundaciones de la Ciudad de Buenos Aires en forma integral” y “evitar y/o morigerar las consecuencias de las inundaciones o de los anegamientos de la vía pública provocados por fenómenos climáticos como las lluvias, tormentas y/o sudestadas”.

De esta manera, bastaría con mantener el crédito presupuestario de 2012 -que tiene además niveles elevados de subejecución- para encarar las obras vinculadas al arroyo Vega, que golpean a una amplia zona de viviendas y comercios de la Ciudad.

Fuentes:
Mónica Galmarini, Conurbano: no tuvieron clases 140.000 chicos de 216 colegios, 31/10/12, Clarín. Consultado 31/10/12.
Romina Smith, En La Matanza no baja el agua y cada vez hay más evacuados, 31/10/12, Clarín. Consultado 31/10/12.
Ismael Bermúdez, Menos dinero para prevenir inundaciones el año que viene, 31/10/12, Clarín. Consultado 31/10/12.

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