miércoles, 31 de octubre de 2012

Las lluvias agravaron la situación del campo

Campos de trigo inundados en Saladillo

En la provincia de Buenos Aires hay más de 9 millones de hectáreas bajo el agua.

Las lluvias que en los últimos días generaron graves inundaciones en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano también agravaron la situación en las zonas oeste y centro-oeste de la provincia de Buenos Aires, donde las lluvias de agosto ya habían golpeado severamente la actividad agropecuaria.

Allí, según las evaluaciones realizadas por los ruralistas, hay más 9 millones de hectáreas bajo agua o con imposibilidad de acceso para la producción. Sólo en Pehuajó, el 85 % de las 450 mil hectáreas quedaron anegadas. "No alcanzamos a recuperarnos de las inundaciones de hace dos meses y ahora llovió otros 400 milímetros en octubre", dijo a Clarín el dirigente de CARBAP, Ignacio Azcueta. Además, hubo zonas urbanas afectadas. En Navarro, anoche desbordó la laguna y obligó a evacuar a unas 100 personas.

La de Pehuajó es una situación parecida a la de los 27 distritos que están en desastre o emergencia agropecuaria. Y aún quedan por evaluar los casos de Chivilcoy, Bragado, Suipacha, Alberti y Pellegrini. En el gobierno admiten que "es el trimestre mas lluvioso de los últimos 100 años". El ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta dijo que "estamos poniendo el foco en 5 zonas que están muy complicadas".

Las lluvias empiezan a poner en duda el aumento de la cosecha

Se esperaban 112 millones de toneladas de granos pero los analistas revén su proyección.

por Matías Longoni

Ni de Guillermo Moreno, ni de Hernán Lorenzino y mucho menos de Axel Kicillof. Parte de las chances de la economía para el año próximo dependerán en realidad de cómo decida San Pedro manejar la canilla de la lluvia sobre la región agrícola argentina. Al santo que custodia el cielo se le fue la mano en los últimos días y, justo cuando había que empezar a sembrar la soja, muchos campos quedaron bajo el agua.

Hace unos días, antes de las fuertes lluvias del fin de semana, el analista de Agritrend, Gustavo López, auguraba una siembra de 35,8 millones de hectáreas (casi 20 millones con soja) y una producción de 112,4 millones de toneladas de granos (56 millones del poroto). Esto iba a implicar una recuperación sobre la cosecha anterior, que fue de 90 millones. Para la exportación, esa cosecha implicaría US$ 37.200 millones, casi US$ 5.000 millones más que en los dos últimos años. La importancia de la nueva cosecha para una economía exhausta de dólares es evidente.

Pero ese y otros pronósticos similares quedaron en veremos. El exceso de lluvias (originado en un año dominado por el fenómeno climático El Niño), está obligando a todos los expertos a revisar sus números. Ahora los guía la cautela. El mensaje es que si los días continúan tan lluviosos, la Argentina sufrirá un recorte importante de su producción de granos.

La Bolsa de Rosario señaló ayer que “el riesgo climático se expande” y ya “impacta sobre los principales cultivos”. En medio de la siembra de maíz, la entidad observó que, con los anegamientos, ya hay peligro de no cubrir los 4 millones de hectáreas proyectados. Para la soja, cuya implantación debía generalizarse estos días, todavía aguarda 19,5 millones de hectáreas, aunque aclara que “un número de hectáreas podrían no sembrarse ”. Bajo tierra desde el invierno, el trigo ya está espigando en muchas zonas, pero con el agua llegan enfermedades (sobre todo hongos) que amenazan la calidad y los rendimientos.

Esteban Copatti, analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, coincidió en que las lluvias abundantes ya ocasionaron un fuerte retraso en la siembra del maíz y también podrían alterar la implantación de soja, salvo que San Pedro se apiade de los chacareros pampeanos y cierre el grifo durante la mayor parte de noviembre. En ese caso, en muchas regiones (sobre todo de la franja este del país) se podría recuperar el tiempo perdido. El maíz puede implantarse hasta diciembre y la soja inclusive ingresado el verano. Pero a mayor demora, baja la respuesta productiva del cultivo.

Sobre la posibilidad de que las lluvias paren, la biblioteca se divide. Eduardo Sierra, meteorólogo de la UBA, dijo que podrían venir algunos días secos que permitan el escurrimiento de las aguas. Pero José Luis Aiello, otro agro-climatólogo, declaró que “las lluvias van a seguir por encima de lo normal de noviembre a marzo”.

Como sea, la posibilidad de que los excedentes hídricos malogren parte de la cosecha ya se comenta también en el mercado internacional. Desde Alemania, la consultora Oil World advirtió ayer que “si bien aún es temprano”, podría “no materializarse por completo” la mayor oferta de soja que el mundo esperaba desde la Argentina y Brasil.

Fuentes:
Las lluvias agravaron la situación del campo, 31/10/12, Clarín. Consultado 31/10/12.
Las lluvias empiezan a poner en duda el aumento de la cosecha, 31/10/12, iECo, Clarín.com. Consultado 31/10/12.

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