El fiscal que está a cargo de la causa inicial por
contaminación ambiental en Ituzaingó Anexo asegura que dejó de consumir frutas
y verduras cuando comenzó a investigar el efecto de los pesticidas.
por Natalia Lazzarini
Es preciso hacer un zigzag por escritorios para llegar al
despacho de Carlos Matheu. Es la
Fiscalía de Instrucción de distrito 3 turno 1 que se
encuentra en el segundo piso de Tribunales II. Vestido de impecable traje, con
corbata colorida y camisa sobria, el fiscal extiende su mano y asegura: “La
gente desconoce lo peligroso que son los agroquímicos. Costó mucho hacer
entender que el cigarrillo provoca cáncer. Otro tanto vamos a tener que
machacar con los pesticidas”.
De mirada firme y hablar acelerado, Matheu (55) cuenta que
hace cinco años que viene estudiando el efecto de los agroquímicos en la salud
de la población. “Cuanto más investigo, más me alerto”, asegura el fiscal.
El tema de conversación es el estado de la denominada “causa
Madres de barrio Ituzaingó Anexo”. Es la carpeta que contiene todos los
antecedentes de los dos hechos que se ventilarán en el próximo juicio, previsto
para el 11 de junio. Matheu indagará si durante 2002 a 2004 se fumigó en
forma clandestina. Y si esas aplicaciones tuvieron relación con los cerca de 70
casos de muerte por cáncer registrados en ese sector.
- ¿Qué características se dieron en Ituzaingó Anexo para que
este barrio llegue a juicio?
- Se dio una conjunción de diversos factores. En primer lugar,
un grupo de vecinos, encabezado por Sofía Gatica, se movió para saber por qué
surgieron tantos casos de cáncer. Pero a su vez se formó otro grupo con
pobladores que no quería que la verdad sea ventilada. Pensaban que sus casas se
iban a desvalorizar o tenían otros motivos. Ahí fue cuando el (ex)
subsecretario de Salud Medardo Ávila dio un impulso. Y finalmente el Ministerio
Público dio respuesta, con las imputaciones a los productores y al piloto.
- ¿Por qué se demoraron tanto las imputaciones?
- En el juicio del 11 de junio, se investigarán dos hechos
puntuales: si hubo fumigaciones clandestinas en febrero de 2004 y febrero de
2008. Pero hubo antes una causa madre, con hechos que comenzaron en 2002, que
se reflotaron después de la citación a juicio. La denuncia fue realizada por
Funam, a través del biólogo Raúl Montenegro, ante la fiscal federal Graciela
López de Filoñuk. Esa fiscalía se declara incompetente y la causa pasa a manos
de la Justicia
provincial. Por motivos que desconozco, estuvo 10 años detenida. El mes pasado,
la Fiscalía General
me designa para que me haga cargo de esta causa. Y ahí fue cuando imputé a los
productores y al piloto.
- ¿Por qué no hay funcionarios imputados?
- Indudablemente hubo responsabilidad de funcionarios en
barrio Ituzaingó Anexo. Porque durante 2002 al 2008 no sólo se fumigó sino
también había arsénico en el agua y los transformadores de energía tenían PCB
en valores más altos que los normales. Acá seguramente hubo responsabilidad de
Dipas, Ersep, la Secretaría
de Ambiente y el Ministerio de Agricultura. Pero la omisión de deberes de
funcionario público prescribe en dos años. Y esta causa es de 2002. Lo único
que no prescribió hasta el momento es la contaminación dolosa. Por eso pudimos
imputar a los productores.
- ¿Qué intenta probar con la causa madre?
- Se investiga la posible contaminación con tres
agroquímicos: endosulfán y glifosato entre el 2002 y el 2004. En ese entonces
regían dos ordenanzas municipales: una que declaraba a Ituzaingó anexo zona de
riesgo ambiental. Y otra que prohibía fumigar en el ejido municipal, a una
distancia inferior a los 2.500
metros . Ninguna de las dos se respetó. Por eso las
imputaciones. En esta causa madre voy más allá: intentaré demostrar si hubo o
no un nexo estadístico o probabilístico entre esas fumigaciones y las muertes
por cáncer registradas en el barrio.
- ¿Cuántas muertes por cáncer hubo en el barrio?
- Estamos precisando el número. Un relevamiento realizado por
el entonces ministro de Salud provincial, Roberto Chuit, registró 109 casos de
cáncer hasta 2005. Pero a raíz de la repercusión del caso, el Ministerio de
Salud de la Nación
creó la Comisión
Nacional de Investigación de Agroquímicos, en 2009. Y detectó
nuevos casos. En este momento, hay 169 pacientes oncológicos registrados. De
ellos, cerca de 70 fallecieron.
- ¿Quiénes serán los especialistas que integrarán la pericia?
- Serán profesionales de distintas áreas, como toxicología y
epidemiología. No puedo precisar en este momento quiénes serán ni qué
universidad se convocará. Pero puedo garantizar que tendrán una reconocida
capacidad científica e independencia intelectual.
- ¿Cuándo estará lista?
- Antes de fin de año.
- El cáncer es una enfermedad originada por múltiples causas.
¿No cree que será difícil comprobar la incidencia de los agroquímicos en estas
muertes?
- La pericia no determinará causas sino relaciones
estadísticas en la población. Se utilizarán distintas mediciones. Una de ellas,
es la de la
Agencia Internacional de Investigaciones en Cáncer (Iarc, por
sus siglas en inglés), que establece como parámetro normal un caso de leucemia
por cada 100 mil habitantes. En este barrio de 5 mil personas ya se registraron
20.
- ¿Existe un vacío legal en torno a agroquímicos?
- No. Las leyes son perfectas. Lo que falla es el control y
la información. Nadie sabe lo que come ni lo peligroso que son los agrotóxicos.
Llevó mucho tiempo concientizar a la gente sobre el cigarrillo y los riesgos de
cáncer para fumadores. Nos queda hacer ese mismo camino, pero con los
agroquímicos. Si uno consume durante mucho tiempo y en cantidades pequeñas
alimentos con plaguicidas, hay riesgo crónico de intoxicación. Y eso es lo
complicado.
- ¿Pueden detectarse niveles altos de contaminación?
- Cuando se fumiga con endosulfán, por ejemplo, uno puede
percibirlo a través del olfato. Pero es imposible detectarlo a través del
gusto. Hace 5 años, cuando comencé a investigar los pesticidas y sus implicancias
en la salud, dejé de consumir frutas y verduras. Yo sé que aportan los
nutrientes más importantes para el organismo. Pero no las consumo.
- ¿Ni las orgánicas?
- Nada. Las reemplazo con vitaminas.
Las investigaciones
Primera causa. Se investiga la actuación del productor
agropecuario Francisco Parra en las fumigaciones terrestres que tuvieron lugar
el 1º de febrero de 2004. En el procedimiento se habría utilizado DDt y
dieldrín, violando la franja de seguridad que en ese momento era de 2500 metros de
distancia con una zona poblada.
Segunda causa. Se investiga la actuación de los productores
Parra, Jorge Gabrielli y del piloto aeroaplicador Edgardo Pancello en una
fumigación aérea que tuvo lugar en febrero de 2008. Se habría utilizado
endosulfán y glifosato violando la barrera de seguridad. En ese momento, regía la Ley provincial 9164 de
Agroquímicos que fija una distancia de 1500 metros para
endosulfán y de 500, para glifosato. Estas dos causas se dirimen en el juicio del
11 de junio. Los productores y el piloto están imputados por posible
contaminación dolosa con residuos peligrosos.
Tercera causa (“madre”). Se investiga las fumigaciones
acontecidas desde 2002 hasta el 2004. Y el posible nexo entre esas aplicaciones
y los casos de cáncer registrados en el barrio. Por esta causa están imputados
otra vez los productores y el piloto. De comprobarse el nexo, el delito sería
mayor: contaminación dolosa seguida de muerte.
Carlos Matheu, el fiscal que ya no come verduras
“Ojos que no ven, corazón que no siente”. Así define el
fiscal Carlos Matheu su estado previo a 2008. Cuando ese año se hizo cargo por
primera vez de la causa de barrio Ituzaingó Anexo y comenzó a investigar sobre
los agroquímicos y su riesgo para la salud, la duda lo invadió. Luego imputó a
productores y a funcionarios municipales por la presencia de agrotóxicos en las
frutas y verduras que se comercializan en el Mercado de Abasto.
Y tomó una decisión drástica: ante la falta de certezas sobre
lo que estaba consumiendo cotidianamente dejó de comer frutas y verduras. Ni
una sola más. “Por supuesto que hay opciones, como lo orgánico. Pero es muy
costoso y difícil de conseguir. Yo dejé de consumir frutas y verduras, aunque
reconozco su alto valor nutricional. Trato de reemplazarlo con vitaminas”,
reconoce.
De mirada profunda y hablar apurado, Matheu se considera un
fiscal preocupado por causas ambientales. El apellido Matheu está siendo
mencionado hoy en Tribunales por otro tema: su hermano, Roberto, está acusado
de cobrar coimas, en una causa elevada a juicio. Carlos no habla de eso. Y
quiere que se lo recuerde por su compromiso social.
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Expectativas en Córdoba ante el primer juicio por fumigacionesFuente:
Día a Día, 27/05/12, Matheu: Nadie sabe lo peligrosos que son los agrotóxicos. Consultado 28/05/12.
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