Asambleas locales se movilizan contra los emprendimientos a
cielo abierto, a los que denuncian como contaminantes. El pico de tensión se
registra en Famatina, La Rioja ,
donde algunos pobladores que cortan un camino fueron citados por la Justicia.
El rechazo a la megaminería dijo presente en la primera
semana del año en cuatro provincias. Chubut, La Rioja , Catamarca y Río Negro
tuvieron movilizaciones de repudio a la actividad extractiva, que en las cuatro
provincias cuenta con apoyo de los gobiernos provinciales. Por un corte
permanente de camino en Famatina (La
Rioja ), ya fueron citados a declarar ante el Poder Judicial
ocho activistas socioambientales. El Nobel de la Paz Adolfo Pérez
Esquivel escribió una carta abierta donde rechaza la judicialización de la
protesta y la Asamblea
de Vecinos de Esquel (Chubut) alertó que las empresas mineras quieren derogar
las leyes provinciales que protegen el ambiente y limitan la megaminería.
Esquel marcó un quiebre respecto de la acción que las
comunidades tomaron frente al avance de empresas mineras. En 2002 se instaló la
compañía canadiense Meridian Gold, que pretendía explotar el proyecto Cordón de
Esquel para extraer oro y plata a sólo seis kilómetros de la ciudad.
Movilizaciones, jornadas informativas y un histórico plebiscito rechazaron la
megaminería. También lograron la sanción de la Ley 5001, que prohíbe la actividad en la
provincia.
A pesar de la ley, las empresas extranjeras siguieron
explorando el centro de la provincia, con el fin de extraer plomo y plata (proyecto
llamado Navidad). Las comunidades indígenas, que cuentan con leyes específicas
sobre el territorio, rechazan el avance minero.
La mayor sorpresa volvió a tener epicentro en Esquel. A
pesar de que en el municipio también rige la ordenanza 33/2003, que prohíbe la
minería, en diciembre pasado la comunidad se enteró de que el polémico proyecto
a seis kilómetros del pueblo sigue su marcha: fue rebautizado Suyai y está en
manos de la empresa canadiense Yamana Gold.
El miércoles hubo una movilización por las calles de Esquel.
Participaron comunidades mapuche-tehuelche y asambleas ambientales de Trevelin,
Puerto Madryn y Río Mayo. “Algunos gobernantes confunden los votos electorales
con la licencia social para dinamitar cerros y destruir acuíferos”, alertó Pablo
Galperín, de la Asamblea
de Vecinos Autoconvocados de Esquel. El asambleísta denunció que “las empresas
mineras, avaladas por la
Secretaría de Minería de la Nación , se proponen como meta para el 2012 la
derogación de todas las leyes antimineras provinciales”.
“Nos movilizaremos para defender la Ley 5001. Su derogación
supondría un retroceso legal, y también la destrucción de regiones y
comunidades enteras de nuestra provincia”, afirma el comunicado de la asamblea.
Desde el gobierno provincial no respondieron las consultas de Página/12.
En La Rioja
se repite la historia. Las asambleas socioambientales riojanas nacieron como
rechazo a la actividad, que en la provincia era encabezada por el entonces
gobernador Angel Maza y la empresa Barrick Gold, líder mundial del sector. La
intención empresaria era explotar el cordón montañoso de Famatina (a 300 kilómetros al
norte de la capital provincial). Movilización, campañas informativas y cortes
de ruta fueron la respuesta asamblearia. En 2007, Barrick abandonó el proyecto.
Luis Beder Herrera era vicegobernador de Maza. Fue
importante en la destitución de su antecesor y llegó al Ejecutivo con un fuerte
discurso antiminero. Al asumir cambió de parecer y hoy es un férreo defensor de
la actividad. Tampoco respondió los llamados de Página/12.
A fines de 2010 trascendió que la empresa canadiense Osisko
Mining Corp hizo pie en La Rioja
para explotar lo que Barrick había abandonado. En diciembre la asamblea
denunció que la empresa tenía “listas negras” de asambleístas y realizaba
inteligencia contra los militantes. Exhibieron como prueba una carpeta de la
empresa con nombres de activistas, lugares de trabajo y nivel de participación
en las asambleas.
El lunes 2 de enero comenzó un corte de las asambleas de
Chilecito y Famatina en el Alto Carrizal (Famatina), un camino que lleva a la
zona en exploración. Bajo un algarrobo, al lado de un canal y con el cerro de
fondo, el objetivo es que no pase ninguna empresa minera. El martes 3 llegaron
al corte una treintena de presuntos trabajadores mineros, con machetes, picos,
rastrillos. Hubo discusiones y tensión.
El miércoles 4 llegaron notificaciones judiciales a ocho
asambleístas ante el juzgado de Chilecito para “prestar declaración
indagatoria, acompañado de su abogado defensor”. Están imputados en base al
artículo 194 del Código Penal: “El que, sin crear una situación de peligro
común, impidiere, estorbare o entorpeciere el normal funcionamiento de los
transportes por tierra, agua o aire (...) será reprimido con prisión de 3 meses
a 2 años”.
Ayer a la mañana en el corte había 200 activistas y, a dos
cuadras, había llegado la
Brigada de Acción Operativa (BAO), grupo especial de asalto
de la policía provincial. “Están llegando más compañeros porque vamos a
resistir. El corte es permanente y por tiempo indeterminado, hasta que se dé de
baja el convenio entre la empresa y el gobierno provincial”, explicó María Pía
Silva, de la Asamblea
de Vecinos de Chilecito.
El Nobel de la
Paz Adolfo Pérez Esquivel escribió una carta pública al
gobernador de La Rioja.
“Es injusto que se tomen acciones de criminalización de la protesta social de
los vecinos, quienes han realizado innumerables denuncias y las cuales nunca se
han resuelto a su favor”, señala el titular del Servicio de Paz y Justicia, que
llamó al diálogo entre las partes, exigió que no se reprima a la población y
lamentó que “el gobierno de la provincia privilegie el capital financiero sobre
la vida del pueblo riojano”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario