Vista aérea de Bajo Lempa, Usulutan, al sur de San Salvador |
“El Salvador ha sufrido el impacto de las recientes lluvias. Su geografía y topografía nos indican el grado de vulnerabilidad de la zona ante fenómenos naturales, sísmicos y ahora asociados al Cambio Climático... Estamos hablando de una catástrofe”, dijo este viernes el máximo coordinador del Sistema de Naciones Unidas (ONU) en El Salvador, Roberto Valent, quien advierte que la destrucción dejada por el fenómeno se estima en más de 1.000 millones de dólares.
Los costos humanos para la sociedad son estremecedores, pero “pudieron ser mayores, de no haber tenido El Salvador un sistema de alerta temprana y de protección civil, como el que tiene en la actualidad”, indicó Valent.
Los costos humanos para la sociedad son estremecedores, pero “pudieron ser mayores, de no haber tenido El Salvador un sistema de alerta temprana y de protección civil, como el que tiene en la actualidad”, indicó Valent.
Los últimos datos oficiales dados por los gobiernos de Centroamérica (El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica), aseguran que entre el 10 y el 19 de octubre fallecieron 123 personas. Solo en El Salvador murieron 34 arrastradas por la corriente de los ríos. Otras dos siguen desaparecidas. Los afectados, que tuvieron que ser evacuados de sus casas, se calculan en más de un millón y los que permanecen en albergues, son cerca de 88 mil.
“Esto es una tragedia muy grave. Las inundaciones aún mantienen a más de 80 comunidades aisladas totalmente en El Salvador; se ha perdido el 80 % de la cosecha de hortalizas y porcentajes parecidos en frijol y maíz; ya tenemos una subida del 10 % de los alimentos. Unido a esto, grandes puentes, calles y carreteras importantes están destruidos y unas 22.000 viviendas muy dañadas”, apuntó el funcionario internacional.
“Quiero hacer una comparación del impacto en El Salvador por este fenómeno: Con la tormenta Ida, en noviembre de 2009, el costo de los daños se contabilizó en 320 millones de dólares, equivalentes a un 1.45 % del PIB salvadoreño. Esto para Estados Unidos sería equivalente a 207.000 millones y para Francia 41.000 millones de dólares. Ahora, pensemos que los costos de hoy son tres veces superiores a los de Ida”, agregó Valent.
El presidente Mauricio Funes ha llamado a la unidad nacional y a la solidaridad interna. Para la emergencia las fuerzas sociales se han integrado para cooperar con los damnificados, aunque los partidos políticos han sido criticados y señalados en la prensa local por aprovechar la tragedia para hacer campañas de corte electoral con vistas a las elecciones de alcaldes y diputados de marzo próximo.
“Las inundaciones no van a ceder en unos días; llevará semanas, meses, para que esto vuelva a la normalidad. Vendrán afectaciones en la salud, en la educación, porque muchos de los albergues que están siendo ocupados son escuelas”, dijo el funcionario de la ONU.
Valent apuntó que “la comunidad internacional, los países donantes, tendrán que ser muy generosos con El Salvador y con Centroamérica, para que se reconstruya y cree una infraestructura que se adapte al Cambio Climático, porque estos fenómenos van a continuar”.
Pero finalmente exhortó a los salvadoreños a realizar esfuerzos internos, propios, porque hay que movilizar recursos para resolver el problema de inseguridad también es grave, como su pobreza y ahora con esta debacle. “La empresa privada, la sociedad civil y el gobierno tienen que trabajar muy unidos para buscar los recursos para resolver esta problemática”, acotó finalmente Valent.
Fuente:
- El País, 22/10/2011, "El temporal devasta El Salvador".
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