Entrevista a Osvaldo Azar, ex funcionario de la Dirección de Hidráulica de Córdoba
El abogado sostiene que el problema en la provincia no es la
falta de lluvias sino el desmanejo que el gobierno provincial hace del dique
San Roque: en épocas de lluvia, deja escurrir millones de litros de agua, sólo
para salvaguardar los intereses turístico-inmobiliarios de Carlos Paz.
por Lázaro Llorens
Como siempre sucede en esta época del año, cuando las
lluvias son extremadamente escasas, la falta de agua vuelve a ser el tema del
cual, en la “Docta”, todo del mundo habla y opina. No es para menos. Desde hace
años -casi desde la construcción del primer dique San Roque en 1890-, la falta
de este vital recurso es un tema recurrente que parece agravarse año a año, sin
que nadie brinde respuesta alguna. En algunas localidades de las Sierras Chicas
como Río Ceballos, Salsipuedes, Agua de Oro, Mendiolaza, la situación es tan
grave, que para parar un poco la bronca, en plenas elecciones, el gobernador
Juan Schiaretti anunció la construcción de un fastuoso canal de 500 kilómetros de
longitud para traer agua del Río Paraná.
La Revista Veintitrés conversó con quien fue, durante 28 años, asesor
de la desaparecida Dirección Provincial de Hidráulica, Osvaldo Azar. Abogado de
profesión, Azar cuestiona la política hídrica encarada por el gobierno
provincial. Sostiene que la raíz del problema no es la falta de lluvias, sino
al desmantelamiento de la Dirección Provincial de Hidráulica -actualmente
Subsecretaría de Recursos Hídricos-, y el desmanejo que el gobierno provincial
hace del dique San Roque, principal reservorio de agua potable de la ciudad de
Córdoba, que en las épocas de lluvia deja escurrir por sus válvulas millones de
litros de agua sólo para salvaguardar los intereses turísticos–inmobiliarios de
Carlos Paz. “Acá hay dos opciones: o la parte inmobiliaria de la ciudad Carlos
Paz, o 1.400.000 personas de la ciudad de Córdoba que necesitan el agua potable
para beber”, asevera Azar.
- Por la falta de agua que aqueja a Córdoba, hay
cuestionamientos a la política hídrica del gobierno provincial. ¿Cómo lo ve
usted?
- Es de toda evidencia que el manejo del recurso hídrico en
toda la provincia de Córdoba no lo hacemos en forma correcta. Máxime
necesitándolo en forma imperativa como la necesitamos, porque tenemos un
volumen de agua de los escurrimientos superficies (ríos y arroyos)
extremadamente escasos. Para darle una idea, en nuestra provincia los ríos y
arroyos tienen un caudal que no alcanza los 100 metros cúbicos
por segundo. Esto no es ni la mitad del caudal que tiene cualquier río de
Santiago del Estero. Además tenemos un régimen pluvial de sólo 5 o 6 meses al
año, desde octubre a marzo, con un promedio de 700 milímetros por
año.
- Con esas características hidrológicas, ¿cuál sería una
política adecuada?
- Tenemos que almacenar toda la lluvia de esos cinco meses,
para utilizarla a lo largo del todo el año, sin desperdiciar un solo metro de
agua. Incluso durante los años lluviosos.
- ¿Y esto no lo hacemos ahora?
- No. A pesar de que los proyectistas del dique San Roque ya
en 1930 clamaban en su “Memoria Técnica” que este debía ser el manejo de esta
presa, nada de esto hacemos ahora.
- ¿Por qué razón?
- Entre otras cosas está la resolución 395/01 de la Subsecretaría de
Recursos Hídricos, que con carácter imperativo establece que el nivel máximo
que deben tener las represas, entre ellas la del San Roque, entre octubre y
marzo, es de 33 metros .
Con lo cual, como el dique puede funcionar sin problemas a una altura de 35,5 metros , estamos
desperdiciando unos 35 hectómetros cúbicos de agua al año. Desperdicio que
atenta contra los principios estipulados por los profesionales que construyeron
el dique, que recomendaban que ni un litro de agua debe salir de la presa si no
tiene como destino el agua potable o riego.
- ¿Tiene una idea más palpable de cuánta agua estamos
hablando?
- Para que se dé una idea, esto equivale a unos diez embalses
completos del dique La
Quebrada …
- ¡¿Diez embalses?! Un montón de agua.
- Sí. El dique La
Quebrada tiene aproximadamente unos 3,5 hectómetros de
capacidad. Con lo cual a 35 hectómetros son 10 embalses. Imagínese, en estos
momentos de escasez, un solo embalse de esta represa sería fabuloso.
- ¿Cuál es el justificativo para avalar semejante derroche?
- Evitar que se inunde la ciudad de Carlos Paz.
- Al respecto, otra medida polémica fue la ley del 2004 que
obligó a bajar la cota del San Roque para llevar adelante el proyecto turístico
“Nuevo Puerto San Roque” en Carlos Paz. ¿También incide este proyecto en la
falta de agua?
- Acá hay tres hechos que ocurrieron en años distintos pero
que están relacionados. El primero, el que ocurrió en el 2001, cuando De la Sota cambió las dos válvulas
que hasta ese momento tenía el dique, que permitían evacuar unos 28 metros de agua por
segundo, por otras que pueden evacuar 100 metros . Con este
cambio, el nivel del lago hoy se puede bajar casi medio metro por día. A esto
hay que unirlo con un segundo aspecto: la normativa del 2001 que obliga a mantener
la cota de espera en un nivel de 33 metros ; cosa que perfectamente se puede
hacer con las nuevas válvulas. Y con este tercer aspecto: la ley del 2004 que
le permite a la provincia asociarse con Carlos Paz en el emprendimiento
inmobiliario “Nuevo Puerto San Roque”. Como se sabe, este emprendimiento, que
en total abarca 38
hectáreas , está en plena ciudad de Carlos Paz y fija
como límite la cota 36 del lago, mucho menos de lo estipulado en el proyecto
que recomendaba una cota de 43
metros . Con lo cual, en definitiva, acá hay dos
intereses enfrentados: la parte inmobiliaria de Carlos Paz o los 1.400.000
habitantes de Córdoba que necesitan el agua para beber.
- ¿Ese es el fondo de la cuestión para usted?
- Sí, ese es el dilema. O el interés de Córdoba y de 1.400.000
habitantes que quieren el agua para beber, motivo para lo cual fue hecho el
dique, o los intereses turísticos de Carlos Paz, que antes de que se
construyera el dique prácticamente no existía, era un villorrio. En otras
palabras, por un lado está Carlos Paz, que con una mirada miope lo que quiere
es que no se le inunde su centro comercial y para eso tiene que bajar el nivel
del lago; y por otro los intereses de los habitantes de Córdoba que quieren
tener la mayor cantidad de agua posible para beber.
- Parece difícil la disyuntiva, porque del lado de Carlos Paz
juegan los grandes intereses turísticos inmobiliarios.
- Claro. Pero por eso creo que este proyecto que hay ahora de
traer agua del Paraná, con una obra tremenda, con 500 kilómetros de
recorrido, ocho estaciones de bombeo, no se justifica. Porque acá no
administramos como corresponde la poca agua que tenemos. Es decir no tenemos
autoridad moral.
- ¿Es adecuado este manejo del dique, en una provincia donde
el agua es un bien históricamente escaso?
– Le respondo lo siguiente: cuando yo me retiré en 1986, la Dirección Provincial
de Hidráulica, creada bajo el gobierno de Amadeo Sabattini, pionera en el país,
tenía unas 800 personas. Ahora sólo tiene 140 personas en planta permanente.
¿Tiene respuesta para eso?…
- ¿Quiere decir que la repartición de los recursos hídricos
fue desmantelada?
- Absolutamente.
- ¿Cuándo? ¿No me diga que también fue el actual gobierno?
- No. Todo comenzó cuando el ex gobernador Ramón Mestre
(padre del actual intendente electo) le quitó la autarquía, que era el arma
fundamental que tenía la repartición. Con la pérdida de la autarquía el
organismo pasó a ser una dependencia más del Ministerio de Obras Públicas.
Ahora para gastar un peso tiene que pedir permiso. En cambio antes tenía fondos
propios asignados por ley donde una parte del impuesto territorial iba
directamente al Fondo Hidráulico de la Dirección Provincial
de Hidráulica. Así empezó la debacle. Lamentablemente un radical (Sabattini) la
creó y un radical (Mestre) la destruyó. Y después esa destrucción la consolidó
De la Sota.
- Otro punto relacionado con esto es la calidad del agua que
viene del dique.
- Mire, si usted en vez de tener un charco como tenemos
ahora, donde el lago pasó a ser la cloaca de Carlos Paz, tuviéramos un lago
extraordinario, floreciente, no a la cota 33 sino a 40, la calidad del agua
sería otra indudablemente. Pero acá lo único que ha hecho Carlos Paz respecto del
lago es sacarle provecho. Nunca le volcó nada, excepto cloacas.
- Esto se lo pregunto porque Alberto Castaño, vocal del ERSEP
(Ente Regulador de Servicios Públicos), hace poco alertó que la proliferación
de las algas en el lago se debe principalmente a la baja de la cota.
- Sí. Es indudable que si usted toma al dique como un
reservorio de los desagües cloacales, va a pasar lo que pasa ahora.
- Me sigue costando entender cómo, ante un recurso tan
escaso, los últimos gobiernos de Mestre, De la Sota y Schiaretti llevaron adelante esta
inadecuada política en materia hídrica.
- Es que a los largavistas los han usado al revés. Los usaron
para mirar de cerca, no para mirar de lejos. En el mundo, día a día, todo lo
que se refiere al agua es noticia. Pero acá hacemos todo al revés. Recuerdo que
en 1983, cuando aun trabajaba en la Dirección Provincial
de Hidráulica, me llegó un proyecto para construir el dique Las Jarillas y la
represa de Cuesta Blanca, donde ambos iban a albergar casi la mitad del agua
que embalsa el San Roque ahora. De esto hace casi treinta años y no se hizo ni
uno ni el otro.
- Para no quedarnos meramente en las críticas, ¿qué cosas
cree usted que debería hacerse en materia hídrica?
- Primero volver a recrear la Dirección Provincial
de Hidráulica. Si usted no tiene un organismo independiente, que maneje los
recursos hídricos como corresponda, de qué sirve traer agua del Paraná o de la Cochinchina.
- ¿Hacen falta más diques?
- Sí. Hay que tener más reservorios. Esto es lo que nos hace
falta para poder guardar el agua para cuando haya los excesos que podamos
tener.
- ¿Cuál fue el último que se hizo?
- A fines de los ’70, el dique La Quebrada , de Río
Ceballos. Este dique se hizo al mismo tiempo que se hacía el dique de Río
Tercero.
- ¿O sea que la dejadez en obras hídricas viene desde hace
décadas?
- Sin dudas. Le doy un dato, cuando el ex gobernador
Sabattini creó la
Dirección Provincial de Hidráulica dispuso al mismo tiempo,
en la misma ley, la construcción de los diques Cruz del Eje, La Viña , Los Alazanes y San
Roque. Esos cuatro diques que se proyectaron fueron construidos en un plazo de
seis años. En cambio desde esa época hasta ahora no se hizo prácticamente nada.
Por otra parte, como todos sabemos, la prestación de los servicios públicos,
entre ellos el agua potable, es una obligación del municipio. Sin embargo,
¿usted ha escuchado a algún intendente que diga una palabra sobre la principal
fuente de agua cruda de la ciudad de Córdoba? Ni uno. Ni lo tienen en cuenta
por que lo ignoran.
- Para ir concluyendo, ¿qué provincia tienen un manejo
correcto de los recursos hídricos?
- Mendoza. Vaya allí y vea lo que es eso. Son los número uno
en el manejo del agua. Porque para ellos el agua es vida. Y si no es agua es
desierto. Todo lo que hay allí, hasta el último pétalo, es puesto por el
hombre. Ellos saben lo que es el costo del agua y realmente la cuidan. En
cambio nosotros no la cuidamos sino que la derrochamos.
Fuente:
Revista Veintitres, 29/09/2011, "Al agua no la cuidamos, sino que la derrochamos", por Lázaro Llorens.
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