Más de 20.000 personas tuvieron que dejar sus casas debido al impacto de las lluvias e inundaciones en los últimos cuatro días en el sur de Brasil, informaron este domingo las Defensas Civiles regionales.
Las lluvias registradas desde el jueves se han cobrado la vida de 11 personas; dos de esas muertes ocurrieron el sábado en el Estado de Paraná, donde parte del litoral quedó aislado debido a derrumbes en carreteras, y con falta de luz y agua.
En Paraná, 8.800 personas tuvieron que dejar sus casas, informó Defensa Civil.
En Rio Grande do Sul, unas 3.000 personas abandonaron sus viviendas, destruidas o afectadas por las lluvias, y la mitad del municipio de Sao Lourenço do Sul quedó sumergido luego de que el río que pasa por el lugar llegó a subir tres metros sobre su nivel normal en algunos lugares.
Nueve personas murieron en Rio Grande do Sul, la mayoría ancianos que no consiguieron salir de sus casas a tiempo, informó el diario O Globo, y muchos vecinos tuvieron que ser retirados de los tejados de sus casas por helicóptero.
En el estado de Santa Catarina (sur) la Defensa Civil informó este domingo que 10.800 personas estaban fuera de sus casas, la mayoría de ellas residentes en la ciudad de Joinville (7.200).
La secretaría de Defensa Civil nacional señaló en una nota que espera que continúen lluvias intensas en el sur de Brasil.
Las lluvias extremas han causado grandes estragos este año en Brasil. El caso más dramático fue el de la sierra de Rio de Janeiro, donde la cifra de muertos y desaparecidos supera los mil, tras inundaciones y derrumbes de laderas en varios municipios, provocados por fuertes lluvias en enero.
Fuente:
AFP 13/03/2011
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