jueves, 3 de abril de 2025

“Estaba sin trabajo y empecé a probar de remisero, pero perdí el auto en la inundación”

Gustavo Silenzi, DT de Comercial, tuvo que dejar su casa en Ingeniero White porque el agua le llegó a un metro y su relato eriza la piel.

Por Sergio Daniel Peysse

Las secuelas de la inundación, lamentablemente, despiertan todos los días a aquellos afectados que perdieron a un ser querido, bienes materiales o simplemente siguen sin poder poner su casa en condiciones.

Un encuentro casual termina en una pregunta que a veces no queremos hacer y la respuesta se convierte en una historia de vida que parece sacada de una película pero que no hace más que reflejar la realidad en su máxima expresión.

Si la sal que tengo la pongo a la venta, me hago millonario”, exclamó, apenas nos vimos, Gustavo Silenzi, DT del primer equipo de Comercial y, por lo que yo sabía, sin trabajo desde julio del año pasado.

En enero conseguí laburo en una flota de remises ejecutivos que solo cumple tareas de traslado con empresas. Empecé a probar y me estaba yendo bien, hasta que el auto que manejaba, que no era mío porque yo era chofer, quedó bajo el agua y no sirvió más”, señaló “Cacho” meneando su cabeza y totalmente resignado: “Otra vez estoy sin trabajo”.

El día de la inundación llegué a casa (Brown 3240 de Ingeniero White) cerca de las 6, llovía, pero no había ni barro en las veredas. Me acosté a dormir, me levanté al mediodía y empezó todo. A las 17 el agua estaba un metro adentro de mi cocina y del auto de la empresa (Fiat Crono modelo 2024), que estaba estacionado en la puerta, solo se veía el techo”, relató este whitense de ley que estuvo 15 días viviendo en los de sus suegros y que, todavía, no logra poner su hogar en condiciones.

El dueño del auto me dijo que iba a ver lo que hacía, lo más complejo es el sistema computarizado, pero no sé cuanto tiempo puede llegar a demandar un arreglo. Ojalá yo pueda volver a trabajar porque lo necesito”, se esperanzó el entrenador verdiamarillo que, entre tantas pálidas, recibió una buena: su hija Agostina dio a luz a un hermoso bebé llamado Vicente y Gustavo se convirtió en abuelo primerizo.

Es muy duro no tener ingresos y darte máquina todos los días, no soy de pedir ayuda y la procesión interna por momentos me prendía fuego de pies a cabeza. Y como no me quiero enfermar, empecé a ir al psicólogo; tengo que tranquilizarme para poder empezar con la vida normal otra vez”, deslizó este buen hombre de 50 años y actual Director Técnico Nacional de Fútbol egresado de ATFA Bahía Blanca.


Fuente:

Sergio Daniel Peysse, “Estaba sin trabajo y empecé a probar de remisero, pero perdí el auto en la inundación”, 31 marzo 2025, La Nueva.

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