Mockup del pequeño reactor modular de NuScale. Crédito: A. Cho / Science. |
En notas anteriores destacamos los casos de Francia y Estados Unidos. En el primero su empresa administradora Électricité de France S.A. (EDF), arrastra un agobio financiero que no la llevó a la quiebra porque el gobierno le arrojó un salvavidas y en el caso norteamericano, el contratista principal Westinghouse, responsable de diseño y construcción de reactores, entró en bancarrota.
Por Juan Vernieri
NuScale, la empresa norteamericana cuyo proyecto de reactor modular pequeño (SMR) fracasó de forma tan espectacular el pasado noviembre, está “quemando efectivo a un ritmo de 185 millones de dólares al año”.
El 22 de marzo, el director ejecutivo de la empresa, John Hopkins, vendió 60.000 de sus acciones en la empresa. Había declarado que el proyecto SMR de NuScale, “es un caballo muerto”. Está claro que va camino a ninguna parte.
Wells Fargo & Co., compañía de servicios financieros con operaciones en todo el mundo, con la vista puesta en las inversiones prudentes, ha declarado: “Creemos que el entusiasmo de los inversores por el SMR es un error… El NuScale no tiene clientes seguros y no es competitivo en cuanto a costos”.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), presidido por el argentino Rafael Grossi, organizó en Bruselas el 21 de marzo pasado, una Cumbre sobre Energía Nuclear. Uno de sus principales objetivos era entusiasmar al ambiente banquero para apoyar iniciativas nucleares.
Los participantes “se marcharon humillados por la tibia reacción de los banqueros al evaluar el precio de sus ambiciones”.
Macrón y Grossi estuvieron entre quienes se enfrentaron a la incómoda verdad: “la energía nuclear ocupa el último lugar” como prioridad de inversión para los bancos.
Los representantes del mundo banquero europeo y latinoamericano dijeron que “sus prioridades de préstamos se inclinan hacia las energías renovables y las redes de transmisión” y que “la energía nuclear viene en último lugar”.
Ian Edwards, director ejecutivo del productor canadiense de reactores Atkins Realis, que ha entregado sus últimos reactores con décadas de retraso y miles de millones de dólares por encima del presupuesto original, dijo: “Somos demasiado optimistas sobre la posibilidad de entregar más rápido”.
Cuestión espinosa la financiación de las obras nucleares
Sin apoyo financiero, la energía nuclear es solo viable con subsidios fiscales.
Los subsidios llegan de la mano del interés militar de los gobiernos.
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