Del Philadelphia Inquirer: “La actriz Jane Fonda escribe que, si bien algunos ven el reinicio planificado de la planta nuclear de Three Mile Island como una herramienta para combatir el cambio climático, el riesgo de un accidente supera cualquier beneficio potencial”.
Por Juan Vernieri
Fonda afirma: “La reciente noticia sobre la reactivación de la planta nuclear de Three Mile Island, a 120 kilómetros al oeste de Filadelfia, me golpeó duro. Se me hundió el corazón al recordar El síndrome de China, una película sobre un desastre nuclear que protagonicé con Jack Lemmon y Michael Douglas en 1979. Me pregunté por qué alguien tentaría al destino reactivando una instalación que sufrió el peor accidente nuclear en la historia de Estados Unidos”.
El síndrome de China trataba sobre un reactor nuclear que podría fundirse y desatar una nube de radiactividad letal en la región circundante.
Dos semanas después de que la película llegara a los cines, la vida real imitó al arte con venganza.
Uno de los dos reactores de Three Mile Island sufrió lo que los investigadores denominaron “una fusión parcial”. Mientras los funcionarios de la industria y los reguladores federales intentaban determinar la magnitud de los daños y si era necesario evacuar a la gente, un drama aterrador se desarrollaba en las pantallas de televisión de toda Pensilvania y del mundo entero.
El modelo de negocio de la industria nuclear ha sido durante mucho tiempo: privatizar las ganancias, socializar los costos.
Como dos personas que intentan atravesar una puerta estrecha al mismo tiempo, no hay espacio para la energía nuclear y las renovables en nuestro futuro energético. Es una elección obvia, ¿no? (Reproducción de Beyond Nuclear)
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