TRELEW, sábado 13 julio 2024.— El estudio de la Radio Comunitaria Sudaca pasó a llamarse estudio “Javier Rodríguez Pardo”, un homenaje a la leyenda de los movimientos ambientales de Argentina. Es difícil hacerle justicia en unas pocas líneas. Javier Rodríguez Pardo fundó el Movimiento Antinuclear del Chubut, desde ese ámbito encabezó las protestas sociales que impidieron la instalación de un basurero nuclear en Gastre, un proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica que hubiera dejado “un inmenso baldón contaminante, imborrable y eterno, sobre un continente patagónico tan puro como quedó después del último período glacial”, en palabras del propio Pardo.
El homenaje se realizó durante la emisión del programa El Grito de la Tierra. Estuvieron presentes integrantes del Colectivo Sudaca y de la Unión de Asambleas de Comunidades. Pablo Palicio Lada y José Luis Pope, dos entrañables amigos de “El Gallego”, recordaron con anécdotas las experiencias de lucha compartidas en defensa del agua, el territorio y la vida. Pablo Palicio Lada leyó las siguientes palabras:
¿Por qué la necesidad de llamar “Javier Rodríguez Pardo” al estudio de Radio Comunitaria Sudaca?
Primero tenemos que ir a buscar la definición de Sudaca para entender que se trata de una expresión despectiva utilizada en España, dirigida a los originarios de Sudamérica, en especial chilenos, uruguayos y argentinos que debieron emigrar como exiliados políticos durante las siniestras dictaduras que asolaron la región en los años 70 y 80.
El gallego Rodríguez Pardo, apodo cariñoso con el que muchos lo conocieron, aun con su acento español, la boina en la cabeza y el acervo cultural con el que cargaba, fue el gallego más Sudaca que hayamos conocido.
El gallego que buscaba la liberación de los pueblos del Sur del yugo de las transnacionales mineras del Norte poderoso, el que defendió a capa y espada los bienes comunes y el que contribuyó a la construcción de un movimiento asambleario socioambiental en todo el país, porque creía en la horizontalidad y en una democracia participativa donde los pueblos puedan decidir su futuro.
Pero además el gallego Sudaca fue periodista y un gran comunicador. Desde las primeras luchas contra el basurero nuclear entendió la importancia de la comunicación popular como una herramienta fundamental para llegar a la comunidad y para disputar los sentidos que construyen los medios masivos de comunicación, aliados mayoritariamente al poder corporativo.
Cuando este incipiente proyecto colectivo de comunicación empezaba a asomar su cabeza con el formato de una revista en el año 2003, nuestro gallego sudaca propuso llamar a aquella publicación Revista Sudacas.
En 2011, llegaría el colectivo “Palabra Abierta”, que empezaba a soñar con una radio comunitaria.
Por esos días, Javier andaba caminando los territorios llevando su prédica en defensa de los bienes comunes y ayudando a construir asambleas que resistían los embates de mineras transnacionales y gobiernos.
En el medio de esa vorágine, era habitual recibir llamadas telefónicas con la insistente pregunta: ¿“cuando empiezan a hacer radio”? Y en 2017 llegó la radio finalmente, dos años después de la partida de nuestro gallego Sudaca. Luego vendría la asociación civil y el desafío permanente de ser una radio comunitaria y de seguir siendo Sudacas.
Reivindicarse Sudaca es superar el insulto para transformarlo en la honra de ser parte de los pueblos saqueados del Sur que resisten y construyen nuevos horizontes tratando de alcanzar la utopía de otro mundo posible donde haya justicia y equidad para todas y todos.
Por eso hoy honramos la memoria de Javier Rodríguez Pardo instaurando su nombre al estudio de la radio.
Mientras tanto, la existencia de Radio Comunitaria Sudaca será la prueba de que otra comunicación es posible.
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