Una denuncia y una explicación. La firma Santa Clara ofreció una recorrida para tratar de despejar dudas, frente a la inquietud de los vecinos.
Un grupo de ambientalistas recogió la inquietud de vecinos por líquidos extraños que se volcaban en el río, desde un ducto de una firma villanovense. Se contactaron con responsables de la misma y realizaron análisis. Un periodista y un fotógrafo de elDiario recorrieron las instalaciones y recibieron las explicaciones del caso.
“Esta Pyme está habilitada para exportar a cualquier parte del mundo, tiene las correspondientes habilitaciones de Ambiente y es auditada por cinco grandes empresas (clientes), de primer nivel, que también exportan al mundo”. A partir de esta afirmación, el gerente industrial de la empresa Santa Clara, Fernando Spárvoli, dio su versión el responsable de la firma en Villa Nueva, y expuso ante un cronista de elDiario los pormenores del funcionamiento y en un recorrido por las instalaciones brindó al detalle cómo y hacia dónde van los líquidos que desechan tras el proceso de producción, para tratar de responder qué es esa agua blanquecina que se volcó en el cauce del río, días atrás.
El comienzo
La semana pasada, Agustín Strumia, referente de la agrupación Villa Nueva Sin Basura, fue convocado por vecinos que transitaban en cercanías del puente Negro, porque “detectaron un líquido blanquecino que salía por el caño que, se supone, viene desde la planta Santa Clara”. “Recibimos los reclamos a primera hora de la tarde y a eso de las 18 pude asistir, comprobar, recoger una muestra y comunicarme con alguien de la empresa”, precisó Strumia. Reconoció que “a los 3 minutos, Guillermo Ludueña (jefe de Producción de Santa Clara) se hizo presente y propuso hacer el análisis del DQO (Demanda Química de Oxígeno) y compartió los resultados”. El ambientalista explicó que “si bien no distaban de los parámetros normales, alarma a los vecinos y hace pensar que puede haber otra cosa”. Así, Strumia apuntó los valores que se suponían dentro de lo permitido, atento a que habrían estado 2% por encima de esos (255 sobre 250), aunque admitió que se encontraban “apenas por arriba”, pero dentro de un margen de “error de equipo, establecido en 5%”. También indicó que “no se busca difamar” y que “recién el jueves se publicaron esos resultados en las redes”.
Sobre Santa Clara, Strumia mencionó: “Sabemos que hacen un gran esfuerzo para cuidar el medio ambiente y cumplir con las normas”, aunque demandó “una mejor comunicación, para mejorar su llegada a la comunidad que integra”.
Sin embargo, el viernes siguiente Strumia recibió “un nuevo llamado de los vecinos”, dijo, “por el mismo motivo”. “Alrededor de las 17 llegamos al lugar y comprobamos que se volcaba otra vez un líquido blanco y el olor era más fuerte que el miércoles…”, sostuvo.
Indicó que volvieron a comunicarse con directivos de la planta y les explicaron que “había un problema, que de inmediato se solucionaría, y agradecieron los avisos para atender el inconveniente”.
El joven ambientalista manifestó que acompañó a otra integrante para volver a hacer un recorrido por la usina láctea de Santa Clara, sobre avenida Carranza, ya que había realizado esa visita en 2023, y volvieron a corroborar que las aguas mostradas no eran las mismas que llegaban al río y al volver a la costa, aparentemente, ya todo estaba solucionado. “Es claro que puede haber o sufren un desperfecto, lo que para nosotros podría ocasionar un daño irreparable e irreversible con el ambiente, por más compromiso que tengan”, resumió Strumia.
“Muy detallistas”
“Trabajamos de una manera muy consciente con el cuidado del ambiente y somos muy detallistas en cada paso del proceso”, aseguró Spárvoli.
Junto a Ludueña y Damián Habegger (supervisor de Producción), el gerente Industrial detalló “los caminos del agua” en la planta. “Santa Clara tiene un convenio con la Cooperativa de Agua y Cloacas y otros servicios de Villa Nueva, para volcar una parte de los líquidos a las cloacas, previo tratamiento de los mismos”, indicaron, en tanto mostraron el funcionamiento al periodista y fotógrafo de este medio. Los tanques reactores aeróbicos, los sedimentadores, la pileta de vertido y el sistema de bombeo. Parte de esas aguas son destinadas al riego de una forestación que llevan adelante en el mismo predio.
Por otra parte, las denominadas “aguas de maniobras”, también tratadas, que habrían sido esos líquidos blanquecinos que llegaron al río, por un ducto que “lleva agua, tiene habilitación de Recursos Hídricos y no lleva carga orgánica”, todo en un marco de cumplimiento de las “certificaciones ambientales e internacionales como la Norma FSSC22000”.
Para Spárvoli, Ludueña y Habegger, “lo sucedido pudo ser puntual o un problema técnico”, pero aseguraron que “Santa Clara no vierte líquidos al río” ni hubo desvíos. Deslizaron que podría ser leche lo que llegó al río, que por un problema técnico se haya filtrado, pero no sería normal ni contaminante. Frente a este inconveniente, plantearon que la firma funciona en una construcción que tiene más de 75 años y demanda un alto costo de mantenimiento, muy distinta a las estructuras modernas. De hecho, estas instalaciones villanovenses están diseñadas para los tiempos en que todos los efluentes iban a parar al río. “Eso ya no es así y se ha invertido en mejorar cada proceso”, abonaron.
“Ratificamos nuestro compromiso con el cuidado del ambiente, porque sabemos cómo trabajamos. También tenemos un vínculo de gestión junto al municipio, en la anterior gestión y en esta”, añadió Spárvoli.
Fuente:
¿Qué es ese líquido blanco en el río?, 11 julio 2024, El Diario de Villa María.
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