El precandidato republicano propone que el país se prepare para una guerra nuclear. Este es el fundamento de su plan. El presidente Joe Biden tiene una política nuclear terrible, pero la de Donald Trump parece mucho peor.
Por Juan Vernieri
Biden autorizó los mayores presupuestos para armas nucleares desde la Guerra Fría. Si Trump es nuevamente elegido, intensificaría los programas de armas nucleares y destruiría lo que queda del régimen global internacional de control de armas nucleares.
La actual administración gastó más de 51.000 millones de dólares en modernizar su arsenal nuclear, es decir, más dinero del que gastaron colectivamente en 2023 todos los demás países con capacidad nuclear, sin embargo, a Trump le parece poco.
Veamos la política nuclear que propone Trump en detalle, condensada y traducida:
Priorizar los programas de armas nucleares sobre otros programas de seguridad.
Acelerar el desarrollo y la producción de todos los programas de armas nucleares.
Rechazar cualquier esfuerzo del Congreso para encontrar alternativas más rentables a los planes actuales.
Aumentar la financiación para el desarrollo y la producción de ojivas nucleares nuevas y modernizadas.
Desarrollar un nuevo misil de crucero con armas nucleares y lanzado desde el mar, a pesar de que ni la administración ni la Marina han solicitado tal arma, y la Marina no ha desplegado este tipo de arma desde que el presidente George H. W. Bush las retiró en 1991.
Aumentar el número de armas nucleares por encima de los límites actuales del tratado y los objetivos del programa, incluida la compra de más misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de lo que se planea actualmente.
Ampliar las capacidades del complejo de producción de armas de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, incluyendo un enorme aumento de los presupuestos, la eliminación de programas de armas no nucleares en los laboratorios nacionales y la aceleración de la producción de los núcleos de plutonio que son los núcleos de las armas nucleares.
Prepárese para probar nuevas armas nucleares, a pesar de que Estados Unidos ha firmado el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares que prohíbe dichas pruebas y no ha probado un dispositivo nuclear a gran escala desde 1992.
Rechazar los actuales tratados de control de armamentos que considera “contrarios al objetivo de reforzar la disuasión nuclear” y “prepararse para competir con el fin de asegurar los intereses estadounidenses si los esfuerzos de control de armamentos siguen fracasando”.
Ampliar drásticamente los actuales programas nacionales de defensa antimisiles, incluyendo el despliegue de armas dirigidas de energía y espaciales aún no probadas, o “abandonar la política actual de no defender la patria contra los misiles balísticos rusos y chinos”.
Invertir en una “defensa de la patria con misiles de crucero” de amplio alcance y no probada.
Acelerar todos los programas de defensa contra misiles, nacionales y regionales.
Estas propuestas añadirían nuevas armas innecesarias a un arsenal nuclear ya de por sí amplio. Si se implementaran, esos programas nuevos y ampliados acelerarían la carrera armamentista nuclear en la que ya está inmerso el país y alentarían la expansión (o el inicio) de nuevos programas de armas nucleares en otras naciones del mundo.
Como se sabe Trump descree del cambio Climático, si a eso le agregamos esta actitud de verdadera NUEVA GUERRA FRÍA, la situación es muy preocupante si asume de nuevo. (Fuente Joe Cirincione)
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