miércoles, 12 de junio de 2024

La energía nuclear no es rentable ni segura

El “Elefante” en la habitación. Foto de Glenn Russell / VTDigger.

No subsiste si no es con subsidios oficiales. En 2014 se cerró la planta Vermont Yankee por razones económicas y también de seguridad.

Por Juan Vernieri

Durante décadas, Vermont Yankee, una planta de energía nuclear en Vernon, fue el mayor productor de electricidad del estado.

La planta ha estado cerrada desde 2014 y está en proceso de desmantelamiento. Esa empresa, NorthStar, presentó recientemente un plan que describe en detalle los pasos finales del desmantelamiento, que se prevé que se complete para 2026.

Sin embargo, el combustible gastado radiactivo por milenios, deberá permanecer en el sitio donde está en un largo futuro, como almacenamiento temporario sin definir el plazo. Estados Unidos, como todos los países del mundo (Finlandia pronto habilitará su Almacenamiento Geológico Profundo (AGP) y podrá recibir sus combustibles nucleares gastados) no tiene dónde almacenarlos en forma definitiva.

Vermont Yankee está ubicada en la ciudad de Vernon. La planta comenzó a operar en 1972. En ese momento, era propiedad y estaba operada conjuntamente por una empresa de servicios públicos llamada Central Vermont Public Service y Yankee Atomic Electric Company. Tenía licencia para operar por 40 años, o sea hasta 2012.

En 2002, una empresa llamada Entergy Nuclear Vermont Yankee compró la planta. En 2006, se amplió su potencia de 450 megavatios a 650. La Comisión Reguladora Nuclear (NRC) renovó su licencia de funcionamiento en 2011 por 20 años, lo que nos habría llevado hasta 2032.

Pero era difícil subsistir, el gas natural se estaba volviendo más barato y Entergy tenía dificultades para competir en ese mercado. Y los costos de la instalación eran altos. Entergy gastó alrededor de 400 millones de dólares entre 2002 y 2013 en la operación de esta instalación. Además, la planta no era popular en la población de Vermont mientras estaba en funcionamiento.

En 2010, los legisladores de Vermont votaron a favor de denegar la renovación de la licencia por 20 años. Tenían preocupaciones de seguridad, particularmente después de que la planta tuvo una fuga de tritio radiactivo.

Esa decisión fue objeto de una demanda federal sobre si el estado o los federales tenían autoridad sobre la planta. Pero muy pronto, esa cuestión tuvo poca importancia. En 2013, citando el entorno económico, Entergy anunció que cerraría Vermont Yankee.

Se desconectó oficialmente de la red y cerró el 29 de diciembre de 2014. Y luego, la empresa privada NorthStar, que desmantela plantas nucleares y otras instalaciones energéticas como plantas de carbón en todo el país, compró Vermont Yankee en 2019 y está utilizando fondos reservados por Entergy para completar este trabajo de desmantelamiento.

La compradora NorthStar, ha presentado lo que se llama un plan de terminación de licencia a la NRC. Cualquier instalación nuclear que quiera cerrar por completo debe presentar este plan a la comisión dos años antes de que se cancele oficialmente la licencia.

La planta está a dos años de ser completamente desmantelada, momento en el cual el sitio se parecerá mucho a un lote abierto, con la excepción de los 58 contenedores de combustible gastado. Ese acopio es una especie de elefante en la habitación para Vernon, la ciudad donde se encuentra.

Una vez desmantelada la planta queda el problema de qué hacer con el combustible gastado. Los contendedores son cilindros de hormigón y acero que, por supuesto como todo, tienen una vida útil, serán unas 5 o 6 décadas. Hay que rogar que el gobierno federal para entonces haya conseguido una solución “definitiva”.

Las plantas nucleares de todo el mundo, almacenan temporalmente el combustible gastado en piscinas de enfriamiento, luego los transfieren a almacenamientos en seco por varias décadas y, finalmente serían transferidos a Almacenamientos Geológicos Profundos para su almacenamiento permanente, pero estos AGP aún no existen.

El gobierno federal estadounidense, a pesar de las décadas que han pasado produciendo desechos, no ha encontrado un lugar permanente para almacenar el combustible gastado. Se intentó un sitio en Nevada, Yucca Mountain, pero, además de una fuerte oposición popular, problemas técnicos aconsejaron al gobierno de Obama cancelar el proyecto después de haber invertido fortunas.

Entergy transfirió todo su combustible gastado a 58 barriles secos que ocupan una hectárea. Quedarán allí por tiempo indefinido.

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