viernes, 14 de junio de 2024

Eurnekian va por el uranio de Río Negro

 

Una de las primeras consecuencias del RIGI. El Bajo de Valcheta en la mira de la megaminería del uranio.

por Cristian Basualdo

Corredor Americano, la empresa de servicios petroleros del Grupo Corporación América, llegó a un acuerdo preliminar con la canadiense Blue Sky Uranium para desarrollar una mina de uranio cerca de la localidad de Valcheta.

Se trata de la propiedad minera Ivana, que comprende una superficie de 118.000 hectáreas dentro del Bajo de Valcheta, lo que equivale al doble de la superficie del Alto Valle del Río Negro. El emprendimiento ocupará unas 700 hectáreas, incluyendo canteras, escombreras, instalaciones, depósitos, piletas de relaves, etc.

Ivana es una de las áreas objetivo del proyecto Amarillo Grande, de uranio y vanadio, perteneciente a Blue Sky Uranium. Según el acuerdo, que se anunció este lunes, Corredor Americano puede obtener hasta un 50% de participación indirecta en la propiedad minera invirtiendo hasta 35 millones dólares y avanzando Ivana hasta la finalización de un estudio de factibilidad y perforando objetivos de exploración claves ubicados en áreas adyacentes. Después de un estudio de factibilidad positivo, Corredor Americano puede aumentar su participación accionaria al financiar los costos de capital estimados para lograr la producción comercial. Las partes han acordado por un período de 90 días negociar de buena fe acuerdos definitivos.

La extracción del uranio del subsuelo introduce en la biosfera productos radiactivos que permanecían hasta entonces retenidos en la corteza terrestre de forma segura, contribuyendo al envenenamiento radiactivo de los sistemas naturales. La última evaluación económica preliminar publicada por Blue Sky Uranium precisa que la mina Ivana requerirá la excavación de hasta un total de 13.000 toneladas de materiales por día.


Un boletín de Blue Sky Uranium anunció: “Programa RIGI de Milei entrega grandes incentivos a la minería argentina”.

Corporación América es un holding de empresas fundado por Eduardo Eurnekian, el “armenio”, como todos lo conocen, uno de los que mandan de verdad en Argentina, independientemente de quien gane las elecciones. El presidente Javier Milei era uno de los economistas de la Corporación América, y construyó su carrera política gracias a los contactos de Eurnekian. También el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, trabajó en la Corporación América, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, fue representante legal de Hugo Eurnekian, el sobrino del poderoso empresario.

El ingreso de Eurnekian al negocio del uranio se produjo unos días antes de la aprobación en el Senado de la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que crea el denominado Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), un conjunto de beneficios tributarios, aduaneros y cambiaros de aplicación en todo el territorio nacional.

Un boletín de Blue Sky Uranium, distribuido el 4 de junio, anunció: “Programa RIGI de Milei entrega grandes incentivos a la minería argentina”. El boletín recoge opiniones de mineros que operan en Argentina y parecen complacidos con el discurso de Milei.

El RIGI establece que todas las controversias que deriven del mismo deberán ser sometidas a arbitraje internacional. La Fundación Ambiente y Recursos Naturales se preguntó qué sucedería si un municipio, una provincia o el Estado Nacional presentara contra un emprendimiento adherido al RIGI una demanda por daño ambiental y este sometiera el conflicto a un arbitraje por considerar que afecta sus inversiones.

Según el RIGI, los insumos para aquellos proyectos calificados como de exportación estratégica de largo plazo “no podrán ser afectados por restricciones regulatorias sobre el suministro, transporte y procesamiento”. El agua podría ser considerada un insumo de megaminería. El agua podría escasear en un territorio, pero el abastecimiento de la población local se vería relegado como consecuencia del RIGI.

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