Está en riesgo el sueño americano de la industria nuclear y del Departamento de Energía de construir grandes cantidades de reactores modulares pequeños, plantas avanzadas, y exportarlos a todo el mundo, con Estados Unidos recuperando un liderazgo global indiscutible en tecnología nuclear. A causa de este riesgo, el Senado aprueba reducir medidas de seguridad.
Por Juan Vernieri
La seguridad es un asunto sutil, depende de los detalles del diseño y aparentemente de la rigurosidad de las normas. El lobby nuclear culpa a la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) como el principal obstáculo para el desarrollo de los pequeños reactores modulares (SMR), por la severidad reglamentaria.
El poderoso lobby nuclear piensa que si este hermoso sueño no está funcionando, alguien debe tener la culpa, y quién mejor para culpar que a las autoridades encargadas de otorgar licencias nucleares por prestar demasiada atención a la seguridad.
Si se piensa de esta manera, la solución obvia es reorientar la NRC, la autoridad encargada de la seguridad y de otorgar las licencias para la construcción nuclear.
La legislación para hacer eso, fue aprobada por el Senado con un fuerte apoyo bipartidista. Como lo expresó la senadora Shelley Capito principal patrocinadora de la ley: “debemos establecer vías regulatorias para que los diseños nucleares de próxima generación se aprueben rápidamente y sin costos onerosos e innecesarios”. Hay que hacer más laxa la legislación.
El Senado norteamericano aprobó legislación que reorganiza la RNC de manera que sea menos rigurosa en las medidas de seguridad y así reducir costos.
Así como los partidarios de los nuevos reactores “avanzados” ven las licencias de seguridad de la NRC como una amenaza, los desarrolladores de reactores rápidos de la AEC vieron la división semiindependiente de licencias de reactores de esa agencia como un obstáculo y trataron de socavarla.
Los promotores en el Congreso de plantas nucleares “avanzadas” están culpando a la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) como el principal obstáculo para su despliegue.
El presidente del Comité Senatorial de Energía y Recursos Naturales, Joe Manchin (D-WV), y sus colegas bloquearon la reelección a la comisión de Jeff Baran, quien tendía a inclinarse hacia la seguridad más que sus compañeros comisionados.
El acontecimiento desencadenante de la ira del senador Manchin parece ser la vacilación de NuScale, la empresa líder que promociona el desarrollo de los SMR, y la que tiene más probabilidades de tener éxito comercial.
El diseño del reactor NuScale tuvo algunos problemas para satisfacer los requisitos de licencia de la NRC, pero su problema fundamental fue su incapacidad para atraer clientes. Esa incapacidad surge del excesivo precio de sus reactores, y en el costo de la electricidad que producirá.
Su principal cliente (o único cliente firme) Utah Associated Municipal Power Systems, una coalición de sistemas de energía de propiedad comunitaria en siete estados del oeste, se retiró de un acuerdo para construir la planta de NuScale Power, porque muy pocos miembros aceptaron participar.
El proyecto, subsidiado por el Departamento de Energía, buscaba revivir la moribunda industria nuclear estadounidense, pero su costo se había más que duplicado a 9.300 millones de dólares.
CONCLUSIÓN: Para poder concretar negocios, el lobby nuclear propone reducir la seguridad, es decir, asumir riesgos.
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