viernes, 8 de septiembre de 2023

Cambio climático: La Tierra no puede esperar más

Los impactos del cambio climático son una realidad irreversible. Se sabe cuáles son las soluciones para frenar semejante desbarajuste, se están implementando de a poco, pero nadie se atreve a presagiar si alcanzará el tiempo.

Por Jorge Daniel Taillant

Los impactos del cambio climático ya son una realidad irreversible. Los glaciares desaparecidos ya no se reponen. Los intensos fuegos forestales en todos los continentes se repetirán cada año. Las tormentas son cada vez más intensas y frecuentes. Sequías, calor extremo, e inundaciones se dan en el mundo entero. El “Antropoceno”, era de inestabilidad climática forjada por el ser humano, vino para quedarse.

Pero aún puede empeorar. La ciencia climática indica que se vienen peores impactos irreversibles, como la desaparición del hielo ártico que nos ayuda para reflejar el calor solar al espacio, o la de glaciares de montaña que son clave por su aporte hídrico a una comunidad, a una región agrícola o industrial.

Ya no importa lo que hagamos, el hielo glaciar ya no volverá y tampoco volverá su beneficio para el planeta.

Las soluciones para frenar este desbarajuste climático las conocemos, pero la Tierra no puede esperar más.

Nos enfocamos mucho en la “descarbonización”, pero dejar de emitir dióxido de carbono a la atmósfera, si bien es necesario, es insuficiente. Aunque eliminemos el 100% de las emisiones, no movemos la aguja de aquí al año 2030 para frenar el calentamiento global y para evitar puntos de no-retorno. Lo que ya emitimos seguirá calentando al planeta por cientos de años.

En cambio, reducir emisiones de metano (el gas natural) es clave pues el metano es un gas de efecto invernadero 86 veces más potente que el CO2. Reducir emisiones de metano tiene beneficios inmediatos: hoy, esta semana, el mes que viene, y en los próximos siete años. Podemos reducir metano eliminando la producción de energías fósiles (o bajando sus emisiones fugitivas), reduciendo la basura orgánica que mandamos a los basurales y reduciendo la emisión de metano en la producción agrícola o en los sistemas de tratamiento de aguas cloacales.

La reducción de emisiones de carbono negro (hollín) es clave pues el carbono negro entra en las corrientes de aire, se deposita sobre glaciares y sobre el hielo ártico, y los oscurece acelerando su derretimiento, causando la suba del nivel del mar y reduciendo la reflectividad de la tierra, lo que genera absorción de calor y más calentamiento.

Los refrigerantes que usamos para aire acondicionado (HFCs) también son altamente nocivos para la atmósfera, hasta miles de veces peor que el CO2. Debemos eliminarlos y esto nos ayuda hoy, y antes de 2030. Soluciones naturales, como introducir sombra, o utilizar materiales de construcción más térmicos y reflectivos, enfría nuestros ambientes y reduce el consumo energético que usamos para refrescarnos. Podemos ampliar bosques y ecosistemas marinos aumentando la captura del dióxido de carbono que ya emitimos.

Hay muchas soluciones efectivas e inmediatas para frenar el calentamiento global de aquí al año 2030. Las estamos implementando de a poco.

La pregunta es si nos alcanzará el tiempo.


Sandra Díaz: La solución es cambiar modelos económicos muy de fondo


La experta cordobesa en biodiversidad y cambio climático advierte sobre la crisis de la biodiversidad en el planeta.

La investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, Sandra Díaz, reconoce que la humanidad vivió muchos cambios climáticos a lo largo de su historia, incluida la última Edad de Hielo que ocurrió cuando los seres humanos ya existían y a la que, de hecho, sobrevivieron.

No obstante, la experta cordobesa nacida en Bell Ville y una de las primeras mujeres latinoamericanas en integrar el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) advierte que la velocidad con la que está ocurriendo la variación significativa en los componentes del clima en el último tramo de la evolución “es inédito”.

En una reciente entrevista con Télam, la directora del Núcleo Diversus de Investigaciones en Diversidad y Sustentabilidad -distinguida en abril último por la Sociedad Linneana de Londres, la organización de historia natural más antigua del mundo- señaló que el severo trance climático que soporta el planeta tiene su correlato en la crisis de la biodiversidad que también registra eventos terribles de extinción en el pasado con la desaparición de especies mucho más dramática que la que enfrentamos en la actualidad.

No obstante, precisa que en, esta ocasión, como nunca antes, uno y otra, son a causa de las actividades humanas en el medio ambiente y sobre la superficie de la Tierra.

Pero esta vez podemos hacer algo”, alienta Díaz. De lo contrario, “las consecuencias para nuestro modo de vida serían dramáticas”, vaticina.

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La referente a nivel mundial en temas de biodiversidad y cambio climático en ecosistemas vegetales, observa “un resurgimiento, una revalorización” a nivel global “de lo que significa entrar en contacto con la naturaleza en contexto, y de integrar los abordajes científicos-analíticos, artísticos y simplemente experienciales”. Y destaca: “El valor de estar en contacto con la naturaleza es enorme, tal como lo demuestran muchos estudios científicos recientes”.

Díaz tiene certeza de que la clave del desafío para la humanidad que suponen el cambio climático y la crisis de biodiversidad está en el conocimiento y en la internalización de los valores del cuidado de la naturaleza en la política económica, en la legislación, en la política energética y en el desarrollo de infraestructura. Y resume su convicción sin rodeos: “Para mí la solución es cambiar modelos económicos muy de fondo”.


El migrante puede ser un agente de resiliencia en su nueva comunidad frente al cambio climático”


El especialista Waldo Soto Bruna, experto en cambio climático, explicó que las personas pueden ser agentes de cambio en los lugares donde se movilizan. Estiman que en Córdoba viven más de 120 mil inmigrantes.

Por Benita Cuellar

Se estima que en este siglo habrá cerca de mil millones de refugiados climáticos a nivel global, y eso es más de lo que cualquier sistema de migración y refugio puede resistir.

Y que los desastres por el efecto del clima extremo es lo que probablemente más se lamentará, y por ello las personas que se desplacen serán cada vez más.

El problema es que no hay preparación para ubicar a estas personas, en caso de que sucedan tifones, aluviones o incendios forestales que generan migraciones inmediatas, advirtió a La Voz Waldo Soto Bruna -experto en cambio climático y cofundador de 2811-, quien brindó una charla en el evento Hola América, sobre la temática.

Además, remarcó que se trata de “grandes poblaciones que hay que reubicar, pero cuando hay planificaciones y recursos, es mucho mejor”.

Migración interna

En Argentina, la migración se genera por los cambios en los patrones del clima. Lo mismo sucede a nivel regional. “Por subsistencia, por ejemplo, los agricultores o ganaderos se mueven hacia zonas donde el clima es más beneficioso”, apuntó.

Soto Bruna puso como ejemplo a los criadores de cabritos de la provincia de Neuquén, donde la sequía los dejó sin agua y tienen que subir a la montaña, alejarse de sus familias, moverse más al sur, puntualizó.

Esta modificación provoca una migración de personas hacia las ciudades en busca de empleos. “No hay que imaginarse comunidades cruzando fronteras, sino comunidades que se mueven dentro de los mismos países”, afirmó.

También provoca intercambios entre países –aportó–: “Por ejemplo, en Venezuela, además de la crisis política y económica que existe, el cambio climático hace estragos en los sectores económicos. Se potencia la migración internacional, algo que puede suceder en cualquier lugar”.

Por eso, aclaró que la relación entre migración y cambio climático es puramente unidireccional: “Todo se agrava cuando se inserta, entre otros factores, con la injusticia social, con sectores segregados (favelas, asentamientos) que fueron olvidados por los sistemas de planificación de las ciudades”.

Córdoba pionera

Para Soto Bruna, hay datos anecdóticos sobre cómo ciertas comunidades productivas tuvieron que reestructurarse para resistir al cambio climático. Argentina, y Córdoba en particular, tienen políticas muy progresistas a nivel continental y global, afirmó.

Córdoba es pionera en temas de innovación. Tiene un buen ecosistema de innovación climática y de emprendimiento climático. Y esos son ciudadanos de acá y de todas partes, los conozco, que están creando emprendimientos para resolver la crisis climática”, destacó.

Asimismo, dijo que la estructura económica de la ciudad probablemente fue diseñada por migrantes. Y “la estructura económica de Argentina, con alta seguridad, fue diseñada por migrantes, y eso va a seguir siendo así”, destacó.

Soluciones de los migrantes

Según Soto Bruna, no hay estadísticas acerca de si la causa principal de la migración es por cuestiones climáticas. Aunque sí ratificó que los migrantes traen consigo un efecto compensatorio.

Cuando el migrante se moviliza, trae experiencias y está expuesto a eventos de clima extremo o a que las ciudades a donde vaya tengan baja capacidad de resiliencia en respuesta al cambio climático”, argumentó el especialista.

Esto sucede sobre todo en ciudades sensibles, donde no hay mucha diversificación económica –opinó–. Pero también la experiencia migratoria puede ser de mucho dolor. “Nos preocupa el desarraigo territorial, por eso las relaciones con las comunidades es uno de los factores más importantes para que las personas vivan bien”, apuntó.

Y expresó que la problemática se va a agudizar frente a los desafíos que ofrecen las democracias y las economías de la región.

Por eso, las nuevas comunidades crean un futuro resiliente que se logra cuando tienen posibilidades para desarrollarse como agentes de cambio en sus nuevas comunidades y tienen el conocimiento de lo que implica moverse.

Pueden crear una solución: una fundación, una empresa, un movimiento social, que les dé sentido a millones de personas. Y eso es un desafío para la región –aportó–. “Los sistemas tienen que estar preparados para seguir ese flujo de personas. No sólo el sector público, también la opinión ciudadana”, destacó.

Migrantes en Córdoba

Según un estudio de la Unión de Colectividades de Inmigrantes de Córdoba (Ucic) y de la Dirección Nacional de Migraciones, en la provincia de Córdoba viven más de 120 mil inmigrantes. Y dos de cada tres están radicados en Capital.

Además, un 86% proviene de países sudamericanos como Bolivia, Perú y Paraguay. Y Venezuela aportó un importante caudal en los últimos años.

En Córdoba existe el Centro de Atención a Personas Migrantes y Refugiadas de la Municipalidad (CAPeM), que ya brindó ayuda y asesoramiento a más de 5.500 personas desde marzo de 2022.

La sede de CAPeM, ubicada en Caseros 356, atendió a personas de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Paraguay, Colombia, España, Brasil, Italia, Ucrania, entre otras.


Cambio climático: los fenómenos meteorológicos extremos, la nueva normalidad


El impacto global nocivo de las actividades humanas sobre los ecosistemas terrestres explica en buena medida las altas temperaturas, las sequías graves y los incendios forestales. Los últimos tres meses fueron los más calurosos registrados.

Por Héctor Brondo

La humanidad parece empecinada en mantener pisado a fondo el pedal del acelerador en su marcha desbocada hacia la hecatombe climática.

El dato incuestionable: el planeta acaba de padecer los tres meses más calurosos registrados, ocupando el margen de 1,5 grados sobre niveles preindustriales según el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea.

Las temperaturas globales de la superficie del mar están en niveles sin precedentes por tercer mes consecutivo y la extensión del hielo marino en la Antártida se mantiene en un mínimo histórico para la época del año.

El impacto global que las actividades humanas han tenido y tienen en mayor o menor proporción sobre los ecosistemas terrestres ha modelado lo que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) define como la “nueva normalidad”.

Los rasgos característicos de este orden novedoso son las temperaturas altísimas y los fenómenos meteorológicos extremos, potenciados por los desbarajustes climáticos provocados por el homo sapiens en todo el planeta.

Llegó para quedarse

El antropoceno llegó para quedarse”, advierte Daniel Taillant a La Voz durante una pausa en sus labores como director ejecutivo de la Comisión para la Cooperación Ambiental.

Este espacio tripartito, creado en 1994 por Estados Unidos, Canadá y México, tiene como propósito facilitar la cooperación efectiva y la participación ciudadana en los esfuerzos de conservación, protección y mejoramiento del ambiente en América del Norte. También, “apoyar el desarrollo sustentable en beneficio de las generaciones presentes y futuras”, precisa el argentino desde su oficina de Montreal, mientras tabula los desastres causados por los incendios forestales en territorio canadiense.

Cabe apuntar que el fuego colosal que se propagó con intermitencias y sin control desde el 1° de marzo último llevaba reducidas a cenizas hasta el 6 de agosto 13,1 millones de hectáreas de bosque, convirtiendo a 2023 en la peor temporada de incendios forestales en la historia moderna de ese país, ubicado en el extremo norte del continente.

A principios de agosto pasado, la hoguera que encendieron las ráfagas de hasta 97 kilómetros por hora generadas por el huracán Dora devastaron por completo el centro histórico y el marco natural de la isla de Maui, la segunda más grande del archipiélago de Hawái, el único estado insular y extracontinental de Estados Unidos.

El hecho trágico se cobró la vida de al menos 115 personas y desplazó al segundo lugar del podio de incendios calamitosos en suelo estadounidense al registrado en Camp, California, en 2018. Este siniestro causó 85 muertos.

Verano ardiente

También en este verano boreal se registraron incendios sin parangón en áreas boscosas de Grecia, Italia, Croacia, Turquía, Portugal y Túnez, entre otros países.

En todos los casos la ciencia explicó que la propagación de las llamas se debió en gran medida a las condiciones meteorológicas singulares que combinaron, al mismo tiempo, temperaturas altas, sequías graves y fuertes rachas de viento.

A propósito, la OMM, apuntó que en julio último se anotaron el lapso de tres semanas más calurosas, los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se hayan documentado nunca.

Esta agencia especializada de la ONU acaba de vaticinar que existe un 66% de probabilidades de que la temperatura media anual cercana a la superficie entre 2023 y 2027 supere en más de 1,5°C los niveles preindustriales durante al menos un año. Además aseguró que hay un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años -y el lustro en su conjunto- sea el más cálido jamás registrado.

Esto no significa que vayamos a superar de forma permanente el nivel de 1,5° C especificado en el Acuerdo de París, que se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años. Sin embargo, estamos alertando de que superaremos el nivel de 1,5°C de forma temporal con una frecuencia cada vez mayor”, afirmó el organismo que desde 2024 presidirá la argentina Celeste Saulo, quien se convertirá así en la primera mujer en dirigir la institución científica con sede en Ginebra, Suiza, desde su fundación en 1950.

Saulo es doctora en Ciencias Meteorológicas por la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), investigadora del Conicet y directora del Servicio Meteorológico Nacional Argentino.

La era de la ebullición

La era del calentamiento global ha terminado. La ebullición global ha llegado y sus consecuencias son claras y trágicas”, advirtió António Guterres, secretario general de la Naciones Unidas. “Niños arrasados por las lluvias monzónicas, familias que huyen de las llamas; trabajadores que se derrumban en un calor abrasador, más hambruna y desplazados por razones climáticas”, resumió algunos de los efectos de la desgracia el alto comisionado.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Consejo Económico y Social de la ONU coincidieron en que las olas de calor que se vienen sucediendo en todo el mundo sin solución de continuidad, los incendios forestales tremendos y la sequía prolongadas, entre otras calamidades, han tenido (y tienen) un gran impacto en las salud de las personas, el ambiente y las economías.

Uno y otros sostienen al unísono que la aceleración térmica global exige acciones aceleradas para alcanzar la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales para fin de siglo y evitar de ese modo lo peor del cambio climático.

El logro humanitario exige de manera imperiosa que los países desarrollados se comprometan a alcanzar las emisiones netas cero lo más cerca posible de 2040, y las economías emergentes lo más próximo a 2050, con apoyo de los industrializados. plantea la comunidad científica internacional.

Y que todos concurran a la próxima Conferencia sobre el Cambio Climático (COP28) con planes de transición energética justa y equitativa de los combustibles fósiles a las energías renovables”, se ilusiona Guterres.

Dubái espera planes de transición energética justa

La 28 Conferencia anual de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) buscará lograr resultados ambiciosos para mantener el calentamiento global a no más de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Alcanzar la meta requiere incrementar la financiación climática para los países en desarrollo y aumentar de manera urgente las inversiones en adaptación climática a medida que las necesidades continúan creciendo en medio del empeoramiento de la crisis climática global. Con la organización de Emiratos Árabes, la cumbre se desarrollará del 30 de noviembre al 12 de diciembre próximos en Dubái.


Fuentes:

Jorge Daniel Taillant, Cambio climático: La Tierra no puede esperar más, 8 septiembre 2023, La Voz del Interior.

Sandra Díaz: La solución es cambiar modelos económicos muy de fondo, 8 septiembre 2023, La Voz del Interior.

Benita Cuellar, “El migrante puede ser un agente de resiliencia en su nueva comunidad frente al cambio climático”, 8 septiembre 2023, La Voz del Interior.

Héctor Brondo, Cambio climático: los fenómenos meteorológicos extremos, la nueva normalidad, 8 septiembre 2023, La Voz del Interior.

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