Tres organizaciones lideran el trabajo de reforestación con tabaquillos en la Pampa de Achala. La importancia de la conciencia ambiental.
Por Nicolás Sosa Tillard
Jacques Cousteau no pasó inadvertido en la vida de Daniel Renison. Y tampoco él lo fue para un grupo de soñadores que hace más de 25 años sentaron las bases del intento de recuperación de la mayor cuenca hídrica de la provincia de Córdoba. En el último tiempo se sumaron otros para generar una de las apuestas más significativa por la naturaleza en estas tierras.
“El mundo submarino de Jaques Cousteau” fue el programa preferido de Renison cuando era niño y el primer contacto que tuvo con la biología. Para ese entonces sus padres le inculcaron el amor por la vida al aire libre y el senderismo, y con el tiempo estudiar e investigar la naturaleza se volvió su objetivo primordial.
Renison es doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet y uno de los primeros promotores de la restauración de los bosques nativos en las sierras altas.
“El tabaquillo crece por encima de los 1.600 metros sobre el nivel del mar. Es la especie dominante en las Sierras Grandes y tenemos la esperanza de que plantándolo se recupere el resto de los elementos del bosque ya sin intervención asistida”, sostiene Renison en diálogo con La Voz.
La raíz de todo
La preocupación por la pérdida del suelo, entre otros factores, fue uno de los temas que surgía en las conversaciones de estos aventureros con los lugareños por aquellos años. Los registros fotográficos de la época mostraban que en ese desierto hubo muchos árboles nativos en el pasado.
Eso animó a los primeros “tabaquilleros” a plantar árboles desde 1997 en el Valle de los Refugios, en Los Gigantes. Ese lugar actualmente es la muestra de la transformación -o mejor dicho, la restauración- que puede darse en dicho espacio a partir de la conciencia ambiental.
La gran mayoría de los ríos de la provincia se originan en las alturas de las sierras. Las investigaciones de biólogos cordobeses descifraron que el tabaquillo, donde está, protege a los suelos de la erosión, capta la neblina aumentando las precipitaciones y forma suelos esponjosos que almacenan el agua proveyéndola a los ríos durante los meses con escasas precipitaciones.
“Hace 40 años Córdoba estaba llena de vertientes, pero actualmente hay muy pocas y contaminadas”, advierte a su vez Ricardo Suárez, presidente de Fundación Bosquizar y otro miembro de la primera generación de reforestadores.
“Daniel Renison y Ricardo Luti -ecólogo ya fallecido y fundador del Club Andino Córdoba- investigaron mucho y nos fueron transmitiendo sus ideas”, reconoce Suárez.
Tomar conciencia
Para Suárez el cambio de pensamiento para el cuidado de los bosques nativos se dio con la sanción de la ley nacional 26.331 en 2007, que entró en vigencia dos años más tarde. “Antes se hablaba de árboles y se comenzó a hablar de bosques”, dice.
La Ley de Bosques obligó a que cada provincia sancione una norma provincial que ordene a los bosques nativos en tres categorías de conservación: roja, amarilla y verde que especifican las actividades que pueden realizarse en cada zona.
Córdoba sancionó a su vez la ley de adhesión 9.814 en 2010, pero según los ambientalistas la presión sobre el bosque nativo remanente no ha cesado y denuncian aún desmontes en zonas rojas y amarillas, que esa norma no permite.
Los trabajos de conservación en la provincia de Córdoba comenzaron hace varias décadas. Una de las principales, que tomó un nuevo impulso recientemente, es la restauración de los bosques nativos.
En las Sierras Grandes de Córdoba esta tarea la hacen varias instituciones no gubernamentales, principalmente Acción Serrana, Fundación Bosquizar y Bosques de Agua. Si bien estas tres organizaciones lideran la reforestación de tabaquillos a gran escala, existen más grupos que en la medida de sus posibilidades realizan importantes trabajos de restauración en esa y en otras zonas serranas.
Acción Serrana
Cinco grupos que trabajan hace dos décadas en distintos sectores de las Sierras Grandes conformaron desde 2018 Acción Serrana, el proyecto cordobés de Acción Andina, una iniciativa de restauración de bosques andinos que surgió en Perú y cuyo compromiso también se extiende a otros proyectos en Argentina, Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia y Venezuela.
Esta coalición de agrupaciones tiene referentes por zonas de trabajo: Julio Domínguez en Los Gigantes, Elisa Sosa en el Parque Nacional Quebrada del Condorito, Walter González y Erika Muñoz en el nacimiento del río Mina Clavero, Mariano Bearzotti en la ladera este del Champaquí sobre Calamuchita, y Ruth Rodríguez en la ladera oeste sobre Traslasierra.
“Es una red colaborativa, las decisiones se toman en conjunto y ninguno de los proyectos se superpone”, cuenta Romina Torre, coordinadora ejecutiva de Acción Serrana. Ya plantaron más de 400 mil tabaquillos y el objetivo de este año es producir 225 mil árboles más.
Fundación Bosquizar
“Para formar bosques hay que plantar esos números”, reconoce Suárez, que junto con su equipo plantará 150 mil tabaquillos este año. El primer paso de la organización fue acompañar a Renison y con los años desarrollaron su propio proyecto en Los Cajones, en Pampa de Achala.
Suárez considera que existe una competencia con los otros grupos de restauración para ver quién planta más tabaquillos, pero sólo a los fines de desafiarse y solicitar más fondos para realizar la tarea.
Fundación Bosquizar se asoció sin intermediarios con Acción Andina para la recepción de los mismos.
El grupo lo conforman profesionales y voluntarios que además de reforestar trabajan con investigación aplicada y educación ambiental.
Bosques de Agua
Es el proyecto más reciente e innovador de restauración de bosques nativos en las Sierras Grandes. Desde hace dos años Juan Pablo Moretto encabeza un grupo de 20 jóvenes profesionales que tiene el objetivo de plantar 300 mil tabaquillos este año.
“Vivo en una zona en el que nos abastecemos con agua de vertiente y tras una gran sequía me pregunté qué estaba pasando con los suelos y esa preocupación la compartimos entre varios que estamos en el proyecto”, confiesa Moretto.
Desde Bosques de Agua consideraron que la profesionalización del proceso va de la mano de obtener mejores resultados y por eso hacen énfasis en un trabajo remunerado para sus colaboradores.
El financiamiento
Acción Serrana, Fundación Bosquizar y Bosques de Agua para poder realizar su tarea en las Sierras Grandes reciben hoy el financiamiento de organismos internacionales. No siempre fue asi. El inicio fue a pura voluntad, casi sin apoyo económico.
El proceso comienza con una estimación de la cantidad de árboles que la organización puede producir en el año y se firma un convenio entre las partes.
Los tabaquilleros reciben diferentes montos del exterior en cuatro envíos durante el año que les permite solventar los gastos básicos de la producción. Si se inicia el trabajo en una nueva zona se contempla un fondo para el alambrado previo, para que no invada el ganado y se alimente de los nuevos árboles, más la mano de obra.
Además en algunos casos ahora también algunas industrias con el fin de mitigar su huella de carbono aportan dinero para las plantaciones también.
La producción de los árboles
Los proyectos que trabajan en la plantación de tabaquillos coincidieron en que el trabajo se divide en cuatro etapas bien diferenciadas:
- Recolección de semillas en las Sierras Grandes (enero y febrero)
- Siembra (marzo y abril)
- Germinación y cuidado de los plantines (entre mayo y septiembre)
- Reforestación (noviembre y diciembre)
Tanto en la recolección de semillas como en la reforestación algunas organizaciones realizan convocatorias a voluntarios que viajan un fin de semana a la Pampa de Achala.
El trabajo en los viveros es vital ya que se cuidan los árboles hasta que crecen lo suficiente como para ser plantados en las áreas de restauración.
Una vez realizada la forestación realizan monitoreos y relevamiento de datos para asegurar la prosperidad de los futuros bosques.
La mesa del tabaquillo
La Secretaría de Ambiente de la Provincia convocó en agosto del año pasado a siete organizaciones que se dedican a conservar los bosques de altura para realizar un trabajo en red.
Además de las anteriormente nombradas estuvieron Agenda Ambiental Córdoba, Universidad de la Defensa Nacional y Verdes Acciones Concretas.
Desde las organizaciones valoran el diálogo y la intención de aumentar la colaboración por parte de la repartición gubernamental.
Fuente:
Nicolás Sosa Tillard, Sierras Grandes: quiénes están detrás de la restauración de los bosques nativos en altura, 17 abril 2023, La Voz del Interior.
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