Así lo sostuvo Aldo Domínguez, quien además se desempeña como bañero. Cuestionó los dichos del subsecretario de Ambiente, Germán Tissera.
Aldo Domínguez tiene 57 años, es guardavidas y bañero, y trabaja en el rubro, con alguna que otra interrupción, desde 1990. Además, le gusta nadar y lo hace en el río Ctalamochita, durante todo el año.
Él habló del tema que se publicó hace algunos días, en la edición del miércoles 18, en este medio: la proliferación de algas en el Balneario Municipal, sobre las que el subsecretario de Ambiente y Saneamiento, Germán Tissera, dijo que “son muy incipientes y no generarían ningún tipo de problema”.
Domínguez fue tajante y sostuvo que hay abandono: falta de cuidado, de mantenimiento, de limpieza. “Estamos hablando de algas que tenían por lo menos 1,70 m, 1,80 m”, precisó. Y agregó: “Era imposible nadar. Molesta y mucho”.
En este sentido, a la vez, se refirió a la cantidad de basura que se acumula y remarcó que, esto, no solo es responsabilidad del municipio, sino de cada una de las personas.
Luego habló de la importancia de “cuidar lo que la naturaleza le da a Villa María” y la distingue de otras ciudades como, por ejemplo, San Francisco y Río Cuarto. Y apuntó: “Acá mostramos el río cuando viene el Festival de Peñas, cuando sacamos fotos”.
Después expresó su deseo vinculado con que funcionarios municipales desarrollen obras para el río Tercero y, al respecto, pensó en iniciativas deportivas como carreras de remo o de natación, y hasta triatlones.
“No hay una política ni ganas, fundamentalmente porque ellos (los funcionarios) no van al río”, enfatizó.
Tissera, por otra parte, comentó que no habían implementado maniobras con las compuertas por el “déficit hídrico” de la provincia y que la acumulación de algas se había acentuado por el caudal bajo del río.
“Yo quisiera saber realmente cuál es el porqué de que no se vacíe el balneario cada siete o 15 días; no vengan a decirme que el cauce es bajo porque el río se llena en cinco o seis horas y se vacía en la misma cantidad de horas”, cuestionó Domínguez a días de que lo hayan vaciado, después de dos meses.
En esta línea, también habló de la gran presencia de barro con un “nivel de putrefacción y olor nauseabundo”. En esta dirección, aseveró: “Va en contra de cualquier ley ambiental”.
Los guardavidas, en situación “precaria”
En otro plano, el bañero hizo referencia al eje seguridad a lo largo de entre 14 y 16 kilómetros de costanera -desde el sector de Barrancas del Río hasta El Arenero-. Recordó que hace cuatro temporadas hubo alrededor de 50 guardavidas y que para la actual hay 25.
De este modo, se preguntó por qué se registra una disminución “si el río sigue siendo el mismo” y es necesario cubrir las playas aledañas a barrio Santa Ana, Cristo Redentor, bajadas de calle Mendoza y Entre Ríos, compuertas del puente peatonal, balneario Mulinetti, bajada Elpidio González, Puerto Madero y Vista Verde.
“Les renuncian todos”, aseguró e hizo referencia a que los guardavidas trabajan en una “situación muy precaria”. Al respecto, mencionó que no cuentan con los botiquines correspondientes, con medios de comunicación ni con la ropa adecuada. “Es una desidia, hay una inoperancia tremenda”, expuso.
Así, remarcó que debe implementarse una política que ayude a “reflotar el río”.
Para terminar, sostuvo que en las diversas “playitas”, como la de bajada Entre Ríos, “la gente no tiene comodidad” para acceder y resaltó la dificultad que poseen, ante todo, las personas con discapacidad. Y apuntó que los baños químicos “no están en condiciones”.
Fuente:
Guardavidas dijo que las algas “no son incipientes” y habló de “desidia”, 21 enero 2023, El Diario.
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