Pese a la presencia de cestos de residuos, es muy habitual que se deje todo en el lugar, sin recogerlo.
Con el verano y la afluencia de personas hacia la ribera local, creció la presencia de residuos en la costa del río Ctalamochita y en el interior del curso de agua. Es una constante, y están a lo largo de todo el trayecto.
Al concurrir a la costa villamariense o villanovense se puede ver cómo es algo cotidiano que muchísimas personas dejen sus desechos. Pasan un tiempo al lado del río o dentro del agua y, cuando se van, ahí quedan los envoltorios de lo consumido. De todo, desde envases de plástico a envases de vidrio, o de cartón, latitas, bolsas de nylon, paquetes de galletitas, u otros envoltorios.
El Diario registró basura en distintos puntos de la costa local. En playas como la del barrio Santa Ana, o playa Z, en el Palermo, o atrás del Sport Social Club sobre el verde al costado del Ctalamochita.
Los residuos quedan en la arena, en el césped, entre plantas o en el mismo río.
Un grupo numeroso de jóvenes que llegó en moto a la zona detrás del Sport, abandonó el sector dejando sobre el verde los restos de lo consumido. Uno de ellos, antes, arrojó una botella de plástico al río.
La conducta alcanza a todos, de distintas edades, hombres y mujeres.
Esto ocurre pese a que hay canastos de residuos a lo largo de todo el trayecto. Si no los hubiera, la opción es juntar todo, guardarlo en una bolsa, y llevarlo a nuestras casas.
Días atrás, la Secretaría de Ambiente, Obras y Servicios Públicos del municipio llevó adelante una actividad en barrio Barrancas del Río, por la cual busca recuperar el estado natural de los espacios verdes de la ribera y contribuir así a la conservación del ambiente.
En esa jornada, trabajadores desarrollaron labores de limpieza de las orillas del río en la zona comprendida entre avenida General Savio y calle Tehuelches, para retirar residuos y algunas malezas.
Los trabajos se llevaron adelante con pala mecánica y camión para el transporte de todo el material y residuos removidos.
Luego se produjo un trabajo manual para culminar los detalles de la limpieza.
La organización Greenpeace marca que “debido a que el plástico es muy persistente y se dispersa fácilmente, podemos encontrar plásticos en todos los rincones del planeta, desde el Ártico hasta la Antártida”.
Advirtió que “una vez los objetos de plástico llegan al medio marino tardan entre décadas y cientos de años en degradarse”.
“El tiempo de degradación depende del tipo de plástico y de las condiciones ambientales a las que se expone (luz solar, oxígeno, agentes mecánicos). En el caso de los océanos, la radiación UV procedente de la luz solar es el principal agente que degrada el plástico”, precisó la organización.
El tiempo que tarda en biodegradarse el plástico en las aguas es mucho más lento que en tierra.
Hasta que se degraden, todos los objetos de plástico que llegan al mar pueden causar graves daños a la fauna marina. “Unas 700 especies de organismos marinos se ven afectados por este tipo de contaminación. Cada año, más de un millón de aves y más de cien mil mamíferos marinos mueren como consecuencia de todos los plásticos que llegan al mar”, indicaron.
El año pasado, Vida Silvestre publicó que la contaminación por plástico es uno de los problemas ambientales globales que más aumentó en los últimos años. Daña especies y hábitats marinos muy valiosos, y causan importantes impactos económicos al afectar la seguridad de la pesca, el turismo y la navegación.
Fuente:
La costa y el río, llenos de residuos que van dejando sus concurrentes, 15 diciembre 2022, El Diario del Centro del País.
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