Por Emilio Godoy
PANAMÁ - Con llamados al redoblamiento de los esfuerzos para proteger la biodiversidad y combatir los delitos ambientales arrancó este lunes 14 en Ciudad de Panamá la 19 Conferencia de las Partes (COP19) de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (Cites, en inglés).
“La sobreexplotación y los delitos ambientales repercuten sobre la biodiversidad, los ecosistemas y nuestro bienestar. Esta reunión nos permite debatir preguntas importantes. ¿Hemos aplicado las políticas correctas? ¿Inversión eficaz? ¿Alcanzamos los logros que se esperaban cuando se creó la convención? Necesitamos más más cooperación y más inversión”, expresó Ivonne Higuero, secretaria general del organismo, durante la apertura de las sesiones.
El tratado, vigente desde 1975 y que aglutina a 186 países como Estados parte, engloba a más 35 000 especies de animales y plantas. Consta de un anexo para aquellas variedades cuyo intercambio está prohibido y otro, que estipula requisitos para el tráfico legal, como certificados de origen y cuotas de exportación.
La reunión, la primera en América Latina en 10 años, desde la COP12 de Santiago de Chile en 2002, se centra en el análisis de 52 cambios a los anexos II y III, para sumar más variedades con algún tipo de protección especial; la lucha contra el tráfico ilegal, el financiamiento de ese combate y la situación del cumplimiento de las disposiciones de la convención.
Además, una de las discusiones omnipresentes en las sesiones de Cites, a la que asisten más de 2500 representes de gobiernos, agencias internacionales, organizaciones de la sociedad civil y académicas, gira en torno a los resultados de la inclusión de animales y plantas en sistemas de restricciones comerciales.
Docenas de grupos cerrados de la red social Facebook y de sitios electrónicos ofrecen especies amenazadas, especialmente animales, sin que gobiernos y empresas hayan logrado su freno, en un fenómeno que se ha agudizado en la última década.
El tráfico ilegal de especies ya genera tanto dinero como el narcotráfico y la trata de personas, según calculan la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) y organizaciones ambientalistas.
Por primera vez, los Estados parte debatirá una propuesta de invitación a las naciones para aplicar estrategias contra la corrupción y la incorporación del crimen financiero en las investigaciones sobre delitos contra la vida silvestre.
Junto con la emergencia climática, el planeta se enfrenta a la alarmante disminución de biodiversidad, que genera consecuencias serias para la humanidad, empujada por la sobreexplotación, la destrucción de hábitats y los delitos ambientales. Al menos 1 000 millones de personas dependen del uso y consumo de biodiversidad en el mundo, en forma de alimento, materias primas y medicinas.
En su intervención de apertura, Milciades Concepción, el ministro panameño de Ambiente, dijo que “tenemos que lograr la coordinación de diferentes convenios internacionales. Necesitamos este tipo de convenciones para tomar decisiones vinculantes. Una buena implementación termina siendo buena para el ambiente, el planeta y la humanidad”.
La COP19 coincide con la cumbre climática de Egipto, la COP27, que comenzó el 6 este mes y concluirá el 18, y sirve de preámbulo a la COP15 de la Convención sobre Diversidad Biológica, que acogerá la ciudad canadiense de Montreal entre el 7 y el 19 de diciembre, con el objetivo de definir las metas de protección contenidas en el Marco Global de Biodiversidad Post-2020.
Región azotada
La cumbre de Cites llega a una región golpeada por los efectos de la crisis de la biodiversidad y que tiene a siete países entre los de mayor riqueza biológica del mundo. América Latina y el Caribe sufre la mayor disminución de las poblaciones de vida silvestre monitoreadas a nivel mundial, con un promedio de 94 % entre 1970 y 2018, según el reporte “Planeta Vivo 2022” elaborado por el no gubernamental Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF).
Más de 147 500 especies, entre ellas 41 000 especies amenazadas de extinción, aparecen en la Lista Roja de la no gubernamental Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, como anfibios, tiburones y rayas, así como coníferas, corales, mamíferos y aves. De hecho, especies de tiburón, ranas, hipopótamos y de árboles ocupan protagonismo en la cumbre, para obtener mayor protección internacional.
En ese sentido, Margaret Kinnaird, líder de la práctica de Vida Silvestre de WWF Internacional, expresó su expectativa de que Cites produzca respuestas positivas para las especies en riesgo.
La cumbre “nos la oportunidad para dar luz en la región sobre el tráfico ilegal que afecta a varias especies. Ocurre en un momento crítico y las decisiones que se tomen pueden definir el futuro de las especies en riesgo. Si no actuamos ahora, nuestra propia sobrevivencia está en riesgo”, dijo la experta a IPS.
En Panamá, la organización monitorea asuntos relacionados con pueblos indígenas y comunidades locales, así como la inclusión de perspectiva de género en los planes de acción, protección de especies marinas, mamíferos y árboles amenazados por actividades ilícitas, como la caza y la tala.
Desde 2020, según datos de la Cites, Brasil y México no presentan reportes anuales ni de tráfico ilegal. Colombia y Panamá no han entregado informes sobre comercio ilícito, Perú también está en falta.
IPS realizó este artículo con el apoyo de Earth Journalism Network, de Internews.
ED: EG
Fuente:
Emilio Godoy, Cumbre trata de revertir las múltiples crisis de la vida silvestre, 14 noviembre 2022, Inter Press Service.
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