Grupos de varios barrios siguen reclamando por los altos decibeles que generan bares y boliches en distintos sectores de la ciudad de Córdoba. Exigen más controles.
por Matías Calderón
Hay vecinos que viven una dicotomía dolorosa: no pueden descansar por el ruido constante de bares y boliches colindantes a sus hogares, y a la vez sienten que nadie escucha sus reclamos. Días atrás visitaron la redacción de La Voz para elaborar el “mapa del ruido” de la ciudad de Córdoba.
Un informe publicado por este medio semanas atrás expuso cómo la contaminación sonora afecta la vida de los habitantes de seis barrios de la ciudad. Sus viviendas se encuentran en las proximidades de bares y locales comerciales que emiten música de martes a domingos. El volumen excesivo altera el descanso, llegando a producir afecciones a la salud en algunos ciudadanos.
Tras la publicación de la nota, ahora los barrios son nueve: Güemes, Nueva Córdoba, Alberdi, Alto Alberdi, Cerro de las Rosas, Los Ángeles, Abasto, General Paz y Alta Córdoba. En estos puntos de la ciudad las noches son eternas para los inquilinos y propietarios que no pueden conciliar el sueño.
Además, el interbloque opositor de concejales de Juntos por el Cambio comenzó a reunirse con los representantes de estos sectores para buscar algún tipo de solución al problema.
Ya en nuestra redacción, los vecinos fueron marcando uno a uno los sitios donde, aseguran, las paredes “retumban” por el volumen de la música. Por lo general, expusieron, se tratan de lugares que han sido inaugurados recientemente o que han ampliado su capacidad de público, llevando las actividades al exterior de los locales.
Según consta en los innumerables reclamos que han presentado a través de la plataforma Vecino Digital (Vidi), hay bares, boliches y locales comerciales que sostienen la intensidad del ruido hasta las 5 de la mañana. Muchos lo hacen en patios y terrazas, por lo que el sonido tiene menos contención.
Un mapa en rojo con los “bolsones de ruido”
“No podemos dormir. No podemos vivir. Esto es realmente insoportable, porque ocurre todos los días de nuestras vidas”, dijo Marcelo con cansancio en sus gestos. Él vive en la zona del Abasto, a pocos metros del Centro de la ciudad.
Con un lápiz color rojo, marcó en un mapa de la ciudad seis rectángulos amplios, que van desde bulevar Los Andes hasta la avenida Costanera.
“Las autoridades conocen cuáles son los locales que emiten estos ruidos porque los hemos señalado en numerosas oportunidades”, reclamó el joven.
También advirtió que no sólo padecen el ruido de los bares y boliches. Al finalizar la noche, señaló, sale un grupo cada vez más grande de gente que grita, rompe vidrios, acelera los autos y comete hechos de vandalismo.
La situación es igual de grave para los vecinos de barrio Güemes. Myriam -vecina de esta zona- entregó una lista con más de 15 locales comerciales demasiado “sonoros”. “Ya no sabemos cómo más hacernos oír. Hemos hecho protestas, nos hemos presentado ante la Municipalidad, hablamos con los funcionarios. Sin embargo, parece que nuestra voz no se escucha”, lamentó.
Las marcas en el mapa de este barrio, que en los últimos años se convirtió en un polo gastronómico, son innumerables. El sector es tan amplio que se funde con barrio de Nueva Córdoba, donde también hay vecinos que sienten frustración ante lo que les toca vivir. O mejor dicho, escuchar.
“Necesitamos que se cumplan las ordenanzas y que haya controles efectivos, con las clausuras correspondientes”, pidieron.
Allí también, los lugares señalados abarcan a casi todo el barrio. La situación es tan grave -aseguraron- que hay personas que quieren vender sus casas e irse a vivir a otro lugar.
Desde la otra punta de la mesa, dos vecinos de barrio Cerro de las Rosas mueven sus cabezas de un lado para el otro como en un gesto de negación. “Es que ya no hay lugares para vivir tranquilos. Nosotros vivimos en el Cerro porque buscamos un lugar apacible, pero la falta de controles efectivos hicieron de este entorno un lugar inhabitable”, reprocharon.
“Gracias al descontrol de la noche, ahora el Cerro es un nuevo centro del narcotráfico. Hay autos a toda hora deambulando por las calles. El tránsito también aporta a la contaminación sonora y no tiene ningún tipo de control municipal, así que los conductores van a contramano o hacen lo que quieren”, agregó otro vecino.
El oficialismo en el Concejo Deliberante trabaja en un proyecto de ley contra el ruido
Días atrás, el presidente del bloque Hacemos por Córdoba, Marcos Vázquez, aseguró en diálogo con este medio que se presentará un proyecto de ley para atender la problemática.
“Vamos a presentar un proyecto de ley en el Concejo Deliberante para regular la emisión de ruido. Sin embargo, nosotros no creamos el sector de barrio Güemes, o los que están planteando las quejas: los crearon ellos (por la gestión anterior). Es incompresible”, se quejó.
Además, planteó que la gestión anterior no controlaba el nivel de sonido en los comercios. “No obstante, estamos trabajando con las áreas pertinentes”, dijo.
Sus declaraciones vinieron a cuenta de un duro cuestionamiento por parte del bloque de Juntos por el Cambio. “Es una situación insostenible la de los vecinos. Hemos llegado a una situación límite, es desesperante”, había dicho el edil Alfredo Sapp.
El concejal había adelantado que se conformaría una mesa de trabajo -que comenzó a funcionar el pasado jueves- para atender la problemática. Aunque en su momento había manifestado escepticismo sobre una posible respuesta por parte de la Municipalidad: “Les trasladamos cuáles han sido los proyectos que hemos presentado al respecto, que no han sido objeto de tratamiento por parte del oficialismo”.
Funcionarios municipales también reconocieron el problema y destacaron que para buscar soluciones se constituyó la denominada “Mesa del Ruido”. Además aseguraron que las acciones de contralor ya implicaron la clausura de 35 comercios.
No obstante ello, los vecinos cuestionaron ese dato y aseguraron que hay inacción por parte de la Municipalidad de Córdoba.
Fuente:
Matías Calderón, “Vecinos del Ruido”: en Córdoba, armaron un mapa con las zonas con mayor contaminación sonora, 23 mayo 2022, La Voz del Interior.
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