viernes, 4 de marzo de 2022

Impactos de la crisis climática: los científicos ya lo advirtieron, ahora los gobiernos deben actuar

Esta semana, se publicó un nuevo informe del Grupo de Trabajo II del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que alerta acerca de los impactos, adaptación y vulnerabilidad al cambio climático, en todo el globo.

El informe de los expertos detalla los principales riesgos que pueden impactar en América Central y del Sur, como la falta de acceso al agua potable, efectos sanitarios graves debido al aumento de las epidemias, en particular de las enfermedades transmitidas por vectores, la degradación de los ecosistemas de los arrecifes de coral debido al blanqueamiento de los corales, sequías frecuentes y/o extremas que pondrán en peligro la seguridad alimentaria y las inundaciones, los corrimientos de tierra, la subida del nivel del mar, las mareas de tempestad y la erosión costera que generarán daños severos a la vida y a medios de subsistencia.

Se calcula que un calentamiento de tan sólo 1,5ºC provocará un aumento del 100-200% de la población afectada por las inundaciones en Colombia, Brasil y Argentina, del 300% en Ecuador y del 400% en Perú.

En nuestro país, la acción climática es insuficiente, ya que continúa la promoción y expansión de la producción de hidrocarburos en el mar durante las próximas tres décadas con los objetivos paradójicos de agilizar la transición hacia energías renovables.

Mientras esta política de ampliación petrolera avanza, en nuestro país sufrimos los impactos, las pérdidas y los daños que expone el informe del IPCC.

Arden nuestros humedales, atravesamos incendios forestales en diversas regiones del país, como resultado de la práctica para el cambio de uso del suelo a escala industrial sostenidos por las olas de calor. Sumado a eso, el país se encuentra en emergencia ígnea por todo el año. Desde enero, Corrientes está sufriendo una serie de incendios que han quemado cerca de 1.000.000 hectáreas de acuerdo al INTA. 553.960 corresponden a humedales y se estima que son el 16% de estos ecosistemas en la provincia.

El 2021 fue el año más caliente y seco en Argentina desde 1961: cuatro olas de calor afectaron al centro y sur de Argentina, y produjeron récords históricos de temperaturas máximas que alimentaron grandes incendios en la Patagonia ampliando en duración y extensión incendios para cambiar el uso del suelo.

Se agravó la sequía en toda la cordillera central y parte de Cuyo, debido a la falta de nevadas importantes durante el invierno. La falta de lluvias y condiciones de sequía extrema continuaron en el norte del Litoral y la cuenca del río Paraná, luego de un 2020 extremadamente seco. El río Paraná experimentó una bajante histórica sin precedentes desde 1944.

Más inundaciones, más sequías, menos nieve y más calor se esperan para los próximos años si no se toman acciones urgentes. Cada ecosistema destruido redunda en menor capacidad de adaptación al cambio climático en la región dónde ocurre la destrucción.

Nuestra vulnerabilidad regional al cambio climático es resultado de las políticas socioeconómicas ejecutadas territorialmente, que continúan siendo promovidas. Para minimizar dicha vulnerabilidad que aborda el informe del IPCC, se requieren políticas, en todos los niveles, que respondan a largo plazo ya que la capacidad de adaptarnos merma con cada decisión de políticas públicas que favorecen a las industrias que más emisiones generan.

Sin una acción climática urgente, la crisis climática hará cada vez más vulnerable a nuestro país, lo que se traducirá en más eventos climáticos drásticos, como las sequías, olas de calor extremas, incendios e inundaciones que pondrán en jaque nuestra seguridad alimentaria, energética, de infraestructura y económica.


Fuente:

Laura Colombo, Impactos de la crisis climática: los científicos ya lo advirtieron, ahora los gobiernos deben actuar, 4 marzo 2022, Greenpeace Argentina.

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