jueves, 6 de enero de 2022

San Carlos Minas mira adelante y se ilusiona con el turismo

A tres décadas del aluvión triplicó su población. Apuesta al turismo sustentable y se ilusiona con un “boom” de inversiones y de visitantes al Parque Nacional Estancia Pinas.

por Mariana Otero

Es preferible olvidarse de los malos recuerdos, como si hubiera sido un sueño. Claro que no hay que olvidarse de lo que ocurrió, pero sí tener una mirada más positiva, más progresiva para el crecimiento. Así salió Japón después de la bomba atómica.

En San Carlos Minas toda la gente se unió para salir adelante”, asegura el intendente Cristian Frías, cuando habla del pueblo que lo vio nacer y, luego, volver como médico.

El aluvión marcó para siempre la historia de este pueblo del noroeste cordobés, pero aún así su gente está empeñada en mostrar la cara que mira más al presente y al futuro que al pasado. La tragedia fue tan honda que es imposible olvidar; entonces, todos prefieren hablar de un renacimiento o de un pueblo resiliente que hizo de su dolor una fortaleza.

Después del desastre algunos vecinos vendieron sus casas para no volver jamás o aún tienen un nudo en la garganta que les impide hablar de aquel sufrimiento. Pero la gran mayoría se quedó en el lugar para reconstruir su vida. La desgracia colectiva, al parecer, los unió como pueblo.

San Carlos Minas es un símbolo del resurgimiento, del renacer. Somos sobrevivientes”, dice Claudio Arias (44), hijo de Elba Moyano, la dueña de la Confitería San Carlos que tenía 14 años el día de la inundación.

Crecer y sacar el miedo

En 30 años la localidad creció. Pasó de tener unos mil habitantes a cerca de cuatro mil (3.372 vecinos vacunados contra el Covid-19, con la primera dosis), y hay unas 1.300 viviendas. En el momento del aluvión había registradas 350 casas y unos 950 pobladores.

Desde hace unos años, San Carlos Minas se esfuerza en mostrar la faceta bonita del pueblo, en desterrar las imágenes del aluvión para exhibir las de los ríos cálidos y cristalinos, la de los pájaros y la tranquilidad.

La gran ilusión es que la inauguración del Parque Nacional Estancia Pinas (aún Parque Nacional Traslasierra), que alberga un gran patrimonio cultural, histórico y de biodiversidad, genere un flujo contínuo de visitantes y por qué no de inversores.

Hay que sacar el miedo a la gente para que venga a San Carlos Minas por sus atractivos turísticos. Muchos sólo tienen el aluvión como referencia del lugar”, dice Iver Cebrero, secretario de Obras Públicas del municipio.

En los últimos años, se amplió la oferta de alojamientos, entre ellos una hotel municipal que, provisoriamente, alberga a un grupo de ancianos hasta la inauguración de un geriátrico en construcción. Hay 170 plazas hoteleras, entre cabañas, casas de alquiler, hosterías y dos campings.

El sacerdote Mariano Oberlin también levantará cabañas como parte de su programa de reinserción de jóvenes que han salido de adicciones junto con la Fundación Mundo Müller. La intención es impulsar un proyecto turístico que sirva de fuente de trabajo a los chicos en recuperación por consumo de sustancias.

Una marca profunda

La secretaria de Turismo Andrea Vargas tenía 8 años cuando ocurrió el aluvión del 6 de enero de 1992. Sus vivencias de entonces son fuertes; recuerda, incluso, haber visto cuerpos en el agua y que en su domicilio murieron dos personas que no alcanzaron a subir al techo; entre ellos el enfermero Ramón Peralta (el hospital lleva su nombre). “El aluvión nos marcó, pero también después llegó el resurgimiento del pueblo, la gente, la unión y la esencia”, dice.

En 30 años, San Carlos Minas ha cambiado. El miedo a un nuevo desastre natural casi desapareció de la mano de las defensas construidas para contener las crecidas y de la canalización del río. Pero todavía el tiempo no ha logrado curar el desgarro de las pérdidas, y aún hay gente a la que se le eriza la piel cada vez que siente “sonar el arroyo” o cuando la lluvia estival se avecina.

Misa de homenaje

El jueves 6 de enero se inaugura la Plazoleta de la Memoria, en honor a las víctimas, alrededor de un algarrobo que nació hace 30 años en el epicentro de la tragedia. Allí figuran los nombres de los fallecidos, una imagen de la Inmaculada Concepción y un poema de autor anónimo. Allí, a las 20 se celebrará la ya tradicional misa del 6 de enero. Es la primera vez que se realiza fuera del cementerio.


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Fuente:

Mariana Otero, San Carlos Minas mira adelante y se ilusiona con el turismo, 6 enero 2022, La Voz del Interior.

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