Paso de Indios es la población más cercana al complejo Minero Fabril Pichiñán, los yacimientos explotados se encuentran en una amplia zona uranífera, próximos entre sí, a uno y otro lado del río Chubut.
por Cristian Basualdo │ ilustración Ana Rosa Feldman y Suárez
Las instalaciones del Complejo Minero Fabril Pichiñán están ubicadas cerca de Paso Berwyn, a escasos 1.000 metros del río Chubut, del cual se sirve todo el valle, incluido Puerto Madryn. En los yacimientos y en el complejo no fueron realizados los trabajos necesarios para que el impacto ambiental sea tan bajo como fuera posible, según indica expresamente la Ley N.º 25.018, Régimen de gestión de residuos radiactivos.
El Séptimo Reporte Nacional, documento oficial de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) de 2020, admite la falta de remediaciones completas. Informa textualmente que “tanto la CNEA como la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) realizan monitoreos ambientales periódicos alrededor de los complejos mineros fabriles de procesamiento de mineral de uranio”; y que “se propone mejorar las condiciones actuales de los depósitos de las colas de la minería del Uranio, considerando que, si bien en la actualidad se encuentran controlados, en el largo plazo se deben llevar a cabo distintas acciones de restitución ambiental para asegurar la protección de las personas y el ambiente”. El documento dice “se propone”, se desprende entonces que aún no se han concretado dichas restituciones ambientales, en particular en los sitios afectados en la provincia del Chubut.
La ARN es el organismo que controla las actividades nucleares y responsable de evaluar el impacto radiológico ambiental de ellas, lleva adelante el Plan de Monitoreo Radiológico Ambiental en los alrededores de las instalaciones relevantes del país. En Chubut, una vez por año, determina la concentración y actividad de uranio y radio, en agua y sedimentos, a todo lo largo del río. También toma muestras de agua para consumo humano en Los Altares, Gaiman, Trelew y Rawson, analiza el aire en viviendas de Esquel, Gastre, Puerto Madryn, Playa Unión, Trelew y Rawson y publica los resultados.
Esos resultados indican que todos los valores obtenidos están por debajo de los niveles guía sugeridos por la OMS, y que representan en general los contenidos naturales de uranio y radio en las aguas y sedimentos de las zonas monitoreadas. Sin embargo, es de notar que en Los Altares la concentración de uranio en el río es superior a la de las ciudades que se encuentran aguas abajo del embalse Ameghino.
Estas circunstancias: que el río atraviesa zonas uraníferas, que los sitios afectados por la explotación de yacimientos no fueron debidamente remediados, que los índices de Los Altares son superiores a los del valle, que el agua para consumo humano de Paso de Indios se extrae del río, a las que se suma que en diversas oportunidades vecinos de Paso de Indios manifestaron existencias de enfermedades raras, y muertes sospechosas de animales, nos llevaron a preguntar ¿Se analiza radiológicamente el agua para consumo humano de Paso de Indios?
Extraño, llamativo, e insólito es que, en sus monitoreos, tanto de las aguas como del aire, la ARN deja de lado a Paso de Indios, no informa nada sobre esta localidad, que es la más próxima a los sitios afectados por las explotaciones uraníferas de la provincia y, por tanto, la más expuesta a contaminación radiológica. No analiza su agua potable, tampoco el gas radón en el aire de sus viviendas.
La Dirección General de Servicios Públicos toma muestras para análisis bacteriológicos y físico químicos, pero, evidentemente, esto no satisface la preocupación. La provincia debiera averiguar por qué la ARN deja de lado a Paso de Indios. Ya que la ARN no lo hace, ¿no sería conveniente que lo hiciera el Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable?
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