Viena asegura que cuenta con el apoyo de España y Alemania.
por Idafe Martín Pérez
La Comisión Europea debe presentar en las próximas semanas -el compromiso es hacerlo antes de finales de año- la lista final de las energías que entrarán en la conocida como Taxonomía, la norma que regulará qué energías no dañan el medio ambiente y que por lo tanto se podrán financiar con los nuevos bonos verdes. Ese tipo de nueva financiación está en pleno auge y las previsiones dicen que será clave en la financiación de la transición ecológica. No estar en esa lista puede significar financiación mucho más cara.
La mayor parte de los gobiernos europeos se han posicionado en dos grandes bloques. El liderado por Francia, que suma 12 países de 27, defiende que la nuclear esté en esa lista porque no emite apenas contaminantes aunque olvida decir que genera unos residuos nucleares para los que la ciencia sigue sin dar más solución que enterrarlos durante miles de años. Tampoco recuerdan la escasa, pero posible, probabilidad de un accidente nuclear. Chernóbil y, sobre todo, Fukushima, siguen en la mente de los dirigentes políticos.
El otro grupo, que lidera Alemania, considera que la nuclear no tiene sitio entre las energías verdes pero defiende que el gas natural sí lo tenga durante unos decenios para asegurar la transición ecológica. Consideran que debe ser así porque emite menos contaminantes que el carbón, pero estos también olvidan los contra-argumentos. El gas natural emite menos, pero emite. Y Europa apenas tiene gas natural, que debe importar de países políticamente sensibles como Rusia o Argelia.
Decisión salomónica
Ante esta situación, fuentes comunitarias aseguran que la Comisión Europea no ha tomado todavía una decisión definitiva pero que podría inclinarse por una solución salomónica. Esas fuentes explican que lo más probable es contentar a París y a Berlín incluyendo en la Taxonomía tanto la nuclear como el gas natural pero dejando claro que se financiarán con bonos verdes durante un período determinado como “energías de transición”. Lo menos probable, pero todavía posible, sería que las dos se quedaran fuera. París y Berlín enfadados pero sin vencedores.
La solución salomónica tal vez tampoco funcione. El Gobierno austríaco anunció que si la comisión europea incluye la nuclear en la Taxonomía la denunciará ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Explica Austria que incluir ahí la nuclear violaría el reglamento que regula la propia Taxonomía y daría una señal equivocada.
La ministra de Energía y Clima austríaca Leonore Gewessler dijo en una entrevista al diario digital Euractiv que su país respondería acudiendo a la Justicia. Según Gewessler, “no hay base legal para incluir la energía nuclear en la Taxonomía. Si se hace, estamos preparados para ir a los tribunales”. Austria tampoco aceptaría incluir nuclear y gas natural como energías de transición “porque sólo porque algo sea menos malo que el carbón no se convierte en bueno o sostenible”.
Viena dice que tiene el apoyo del Gobierno español
Austria se incluye en el pequeño grupo (cinco países) que rechaza la inclusión de la nuclear. Con ella van Alemania, Dinamarca, Luxemburgo y Portugal. Gewessler dice en la entrevista que tiene el apoyo español y alemán si acude a los tribunales: “España comparte la posición de Austria.
España no ve que en la Taxonomía deba entrar ni la nuclear ni el gas natural”. España no firmó la carta que firmaron en Glasgow, durante la COP 26, esos cinco países pero según Gewessler “envió una carta común (con Austria y otros) hace meses a la Comisión”.
Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica confirmaron a NIUS que España está en contra de que la Comisión incluya la nuclear y el gas natural en la Taxonomía, que sólo las aceptaría como energías ámbar (de transición, de forma temporal). Sobre la amenaza austríaca de ir a los tribunales, esas fuentes explican: “No nos lo hemos planteado todavía pero esperamos que no haga falta”.
La ministra austríaca explica a Euractiv que su Gobierno encargó un análisis legal a principios de año cuyas conclusiones son que “la inclusión de la energía nuclear es incompatible con la base legal del artículo 10 de la Regulación de la Taxonomía”. La ministra considera además que “el daño considerable causado por la energía nuclear está bien documentado históricamente. Los peligros de la energía nuclear se evidenciaron en los desastres de Chernóbil y Fukushima”. También asegura que “no hemos encontrado todavía una solución global para la cuestión del depósito de los residuos”.
Gewessler también recuerda que “la nuclear es mucho más cara y tardaría mucho más en hacer su contribución” a los objetivos climáticos. La ministra recuerda que el reactor de nueva generación francés de Flamanville debía tardar cinco años y costar 3.400 millones de euros y no tardará menos de 16 y no costará menos de 20.000 millones de euros para que pueda empezar a generar electricidad.
El apoyo alemán parece evidente. La ministra alemana de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear, Svenja Schulze, dijo ya la semana pasada que “la energía nuclear no puede ser la solución a la crisis climática, es demasiado peligrosa, demasiado lenta (la construcción de las centrales) y demasiado cara”.
Fuente:
Idafe Martín Pérez, Austria llevará a Bruselas a los tribunales si incluye la nuclear entre las energías verdes, 21 noviembre 2021, NIUS. Consultado 23 noviembre 2021.
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