Los trenes son hoy en día una pieza clave en un sistema de transporte eficiente y de bajo impacto ambiental comparado con alternativas terrestres como el transporte de carga vehicular. Sin embargo, existe un aspecto del desarrollo ferroviario que aún tiene efectos negativos sobre los bosques del norte de nuestro país y que puede, y debe, ser eliminado.
Los durmientes (también conocidos como traviesas), que son utilizados tanto en la renovación como en el mantenimiento de vías, siguen siendo de quebracho colorado (también de quebracho blanco, con un tratamiento químico especial y en menor proporción). De hecho, por cada durmiente de madera que va colocado debajo de las vías, se sacrifica innecesariamente un árbol de quebracho (de entre 60 y 80 años de edad). Esta explotación no solo es una actividad de principios del siglo pasado, sino que además muchas veces se desarrolla de manera ilegal.
El quebracho colorado, un árbol con porte importante y crecimiento lento. Fue declarado en el año 1956 “Árbol Forestal Nacional”, por su importancia ambiental, económica y social. Sin embargo, tanto su explotación intensiva y como los desmontes para desarrollo agropecuario lo llevaron a su estado actual de vulnerabilidad. En Argentina está categorizado como “En Peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
De 1900 a 1966, considerando solo el ferrocarril, se estima que 64.500.000 postes de quebracho colorado santiagueño viajaron rumbo a las estancias pampeanas. Para tener una idea de la magnitud de la que hablamos podemos decir que con estos, se podría tender un alambrado imaginario hasta la Luna e, incluso, volver medio camino.
Desde el año 2013 se realizaron licitaciones para la compra de 2 millones y medio de durmientes de quebracho colorado y quebracho blanco. Esto significa más de 2 millones de árboles talados.
Po otro lado, las provincias desde donde se traen las maderas son Chaco y Santiago del Estero, dos de las 4 provincias donde se destruyen más bosques. La región del Gran Chaco está al tope de los índices globales de pérdida de bosques nativos. El 85 % de un ecosistema único como el quebrachal del Bosque de Tres Quebrachos, en la Provincia de Chaco, ya ha sido destruido.
Los durmientes ferroviarios son una parte fundamental del tendido de vía y un componente irremplazable. Y aunque hoy existen diferentes tecnologías aplicadas para su fabricación la utilización de la madera sigue teniendo gran demanda a nivel mundial, a pesar de la preocupación global por el uso de recursos forestales para fines productivos e industriales.
Sumado a esto, hay publicaciones que ponen la atención sobre el tratamiento químico al cual están sometidos los durmientes de madera, que luego de su vida útil son considerados residuos peligrosos.
¿Existe otra opción?
Sí, existe. Los durmientes de hormigón y sintéticos o compuestos son alternativas que pueden ser utilizadas en reemplazo de la madera para tareas de mantenimiento y renovación de vías; y muchos pueden producirse de la cadena de reciclado. Son realizados de diferentes materiales como restos de neumáticos y bidones de agroquímicos. Múltiples experiencias y estudios en todo el mundo demuestran que las alternativas a la madera son una realidad: India, Estados Unidos, Brasil, México.
En Argentina, a pesar de que existen estudios y capacidad técnica sobre durmientes sintéticos, su desarrollo está retrasado. Recientemente una resolución conjunta entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y el Ministerio de Transporte de la Nación promueve la producción de durmientes con materiales post consumo, sin embargo no contempla asignación presupuestaria ni plazos para el reemplazo de los de madera.
Durante el mes de agosto 2021 se van a abrir los sobres de dos nuevas licitaciones de mejoramiento de vías que incluyen la compra de 120.000 durmientes de quebracho, lo que implica cerca de 120.000 nuevos árboles talados para tal fin. La red ferroviaria nacional cuenta con más de 40.000 km de extensión, de los cuales están activos la mitad.
Es momento de tener una red ferroviaria sustentable, para lo cual es clave abandonar el uso del quebracho para durmientes de manera definitiva. Desde 2013 ya se talaron más de 2 millones de árboles para durmientes . No es necesario destruir un bosque para construir vías.
Sumate a esta campaña y reclamale ahora al Ministerio de Transporte de la Nación que establezca, mediante una resolución, el fin del uso del quebracho para los durmientes de los trenes.
Greenpeace denuncia que se talaron más de 2 millones de árboles para el recambio de vías de tren
Un informe de Greenpeace revela que más de 2 millones de quebrachos de entre 60 y 80 años de edad fueron talados los últimos años para ser utilizados como durmientes de vías de tren. El número surge de las licitaciones del Ministerio de Transporte de la Nación publicadas desde el año 2013.
Ante nuevas licitaciones por 120.000 durmientes de madera, la organización ecologista reclama abandonar su uso lo antes posible. (1).
“Es ridículo, perjudicial e innecesario que, en pleno siglo veintiuno, se sigan talando árboles nativos para durmientes de ferrocarril. Durante las últimas décadas la deforestación y la tala indiscriminada han colocado a la región del Gran Chaco al tope de los índices globales de pérdida de bosques nativos. Es necesario que el Ministerio de Transporte de la Nación establezca el abandono de los durmientes de madera en forma definitiva”, señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
El reporte de la organización ambientalista advierte que el quebracho colorado, un árbol de gran porte y crecimiento lento, fue declarado en el año 1956 “Árbol Forestal Nacional”, por su importancia ambiental, económica y social. Sin embargo, su explotación intensiva y los desmontes para desarrollo agropecuario llevaron a su estado actual de vulnerabilidad, y en Argentina ha sido categorizado como “En Peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
“Los durmientes de hormigón y sintéticos o compuestos son alternativas que pueden ser utilizadas en reemplazo de la madera para tareas de mantenimiento y renovación de vías; y muchos pueden producirse de la cadena de reciclado. Múltiples experiencias y estudios en todo el mundo demuestran que las alternativas a la madera son una realidad: India, Estados Unidos, Brasil, México. (…) Recientemente una resolución conjunta entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y el Ministerio de Transporte de la Nación promueve la producción de durmientes con materiales post consumo, sin embargo no contempla asignación presupuestaria ni plazos para el reemplazo de los de madera”, señala el informe.
En este contexto, activistas de Greenpeace documentaron el reemplazo de durmientes de tren en el partido bonaerense de Moreno, donde desplegaron carteles con los mensajes: “Trenes sin desmonte”, “Vías de tren, cementerio de árboles” y “Basta de talar quebrachos para trenes”.
“Los trenes son claves para avanzar en un sistema de transporte eficiente y de bajo impacto ambiental comparado con el transporte de carga vehicular. Es momento de tener una red ferroviaria sustentable, para lo cual es clave abandonar el uso del quebracho lo antes posible. Destruir bosques es un crimen”, afirmó Giardini.
Nota:
1) Informe “En vías de extinción. La sobrexplotación del quebracho para la red ferroviaria argentina”
Fuentes:
Trenes sin talar quebrachos: no mas durmientes de madera nativa en las vías, 5 agosto 2021, Greenpeace Argentina.
Greenpeace denuncia que se talaron más de 2 millones de árboles para el recambio de vías de tren, 5 agosto 2021, Greenpeace Argentina.
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