martes, 15 de junio de 2021

¿Es viable retomar la construcción de una central atómica en Río Negro?


Según reveló el periodista Jorge Lanata en su programa Periodismo para Todos (PPT), nuestro país reanudaría las conversaciones para construir nuevas centrales con el aporte de capital y tecnología rusa. Esta alternativa había sido presentada en 2017 en Sierra Grande, Río Negro. Pero en ese entonces la oferta llegaba de China.

Los trascendidos de que el Gobierno Nacional estaría impulsando distintos tipos de acuerdos comerciales con la Federación de Rusia, entre las que se encuentran las instalaciones de nuevas centrales nucleares, reabre el debate sobre las posibilidades de retomar el proyecto impulsado por la administración Macri durante 2017 para la Región Sur de Río Negro.

Cabe recordar que a principios de mayo de 2017 el entonces gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, firmó la autorización para la construcción de la quinta central nuclear que sería financiada por China e iba a estar ubicada en territorio rionegrino. Semanas después se firmó la primera parte del convenio entre la estatal Núcleoeléctrica Argentina (NASA) con la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC, sus siglas en inglés) en donde se establecía el acuerdo marco que financiaría la construcción de las nuevas plantas. Weretilneck confirmaba que la construcción de la Central Nuclear comenzaría en 2020, iba a tener una inversión cercana a los 8.000 millones de dólares y emplearía a unas 4.000 personas.

Pero la oposición a esta iniciativa nuclear creció en forma sensible y el proyecto quedó en la nada. ¿Es viable retomar esta discusión con este nuevo cambio de interlocutores?

Tres puntos habría que tener en cuenta antes de iniciar este debate.

- La Legislatura rionegrina prohibió en septiembre de 2017 por ley cualquier posibilidad de instalar centrales nucleares en el territorio. Río Negro puede mantener el interés por albergar un proyecto vinculado a este tipo de energía, pero un dato de coyuntura y la historia reciente debilitan la posibilidad de modificaciones legislativas en el futuro inmediato. El debate por la instalación de una central en la provincia fue el que arrastró al oficialismo provincial a su peor derrota electoral, en el 2017. En esa oportunidad, Juntos Somos Río Negro terminó bajando su lista para las elecciones generales legislativas, después de haber salido tercero en las PASO, a 22 puntos del Frente para la Victoria y detrás de Cambiemos. En este año electoral, donde están en juego dos bancas, difícilmente el oficialismo rionegrino quiera volver exponerse a un proceso tan desgastante -incluso a nivel interno- como el que se dio cuando el gobierno de Mauricio Macri anunció esta inversión.

- La oferta de tecnología rusa se concentra en reactores de grandes dimensiones (mayores a los 1.000 Megavatios-MW) y esta es una forma de producir energía que no es del todo eficiente para ser aplicada en el país y está siendo cuestionada a nivel global. En principio por los grandes montos de inversión que se necesita para construir una obra semejante. En segundo término, porque hoy existen estructuras modulares de menor potencia (de 40 a 150 150 MW) que permiten una mayor flexibilidad sobre las escalas que se pueden manejar en nuestro territorio y con mucho menos capital inicial invertido.

- Los acuerdos daban el total manejo de la construcción y el negocio energético a Rusia. Ciertos sectores del Gobierno están tratando de reflotar los acuerdos establecidos en 2008, en los que se menciona la cooperación para la construcción de la sexta central nuclear de diseño ruso basado en el tipo de reactor vver-1000 con una capacidad total de hasta 1.200 MW en el territorio argentino. La firma preveía que el Gobierno de la Federación de Rusia construiría la central con tecnología y aportes de capital propio (sin participación alguna de empresas argentinas). A cambio, el gobierno ruso solicitaba la administración del negocio de la generación de energía, en donde se incorporaría, finalizada la obra, el costo de la construcción al valor final de las tarifas. En el modelo de negocios cerrado (en el que Rusia proyecta, construye y vende la energía) no hay transferencia de tecnología. Argentina posee un desarrollo tecnológico importante y podría hacer enormes aportes para el desarrollo de un proyecto como el que se menciona en aquel acuerdo. De ahí que, hasta desde ciertos sectores del oficialismo, se rechaza la posibilidad de comprar centrales bajo un modelo de “paquete cerrado” tal como propone la Federación de Rusia.


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Fuentes:

¿Es viable retomar la construcción de una central atómica en Río Negro?, 14 junio 2021, Río Negro.

La obra de arte que ilustra esta entrada es “Nuclear Marsh”, de Wolfgang Ertl.

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