Los papeles a los que accedió TN.com.ar comienzan en 2004, aunque la firma del primer acuerdo llegó en el 2008. Ahora, con la Sputnik V de fondo, Moscú vuelve a impulsar sus viejos proyectos.
por Gonzalo Bañez
A pesar de que recién el último año, con la Sputnik V de fondo, Rusia volvió a insistir con firmeza ante funcionarios argentinos para avanzar con la construcción de centrales nucleares, la intención del desembarco ruso en materia nuclear y energética no es nueva. Las negociaciones comenzaron poco tiempo después de que Néstor Kirchner llegara a la presidencia en 2003 y se fueron acelerando con el correr de los años, ya entrado al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
TN.com.ar accedió a una serie de documentos que dan cuenta de una relación que comenzó a gestarse en los ’90, con ciertas intenciones y expresiones de cooperación, pero que a partir de 2004 pasó a tomar un formalismo que derivó en un acuerdo firmado en 2008. Fue el primero del kirchnerismo y el que sentaría las bases de las negociaciones en los años que seguirían hasta la actualidad, tal como aseguran en el Ministerio de Economía nacional y desde el Kremlin.
2004, el primer acercamiento
Pocos meses después de llegar a la Casa Rosada, Néstor Kirchner llevó a la Secretaría de Energía a la órbita de su ministro de Planificación, Julio de Vido. Con este movimiento buscó darle más dinamismo a un sector que estaba paralizado. En ese contexto, las charlas con Rusia y otras potencias en el área no tardaron en llegar. El 25 de junio de 2004 en una declaración conjunta que el por entonces canciller Rafael Bielsa firmó con su par ruso en Moscú, ambos coincidieron en buscar “la colaboración de empresas rusas y argentinas en terceros países en la esfera de la energía nuclear”. Fue el primer contacto formal en materia nuclear de aquellos años.
2008, el año en que todo cambió
El 2008 fue un año bisagra y marcó el punto de partida de las negociaciones que siguen hasta el día de hoy. “Ese año firmamos un acuerdo que al día de hoy sigue vigente”, explicó a TN.com.ar Daniel Cameron, histórico secretario de Energía nacional entre 2003 y 2014, el mismo hombre que estuvo en cada una de las rondas de diálogo con Rusia. Fue el primer acuerdo firmado entre ambos países, donde Argentina mostró formalmente su interés por avanzar en una cuarta central nuclear, pero que al mismo tiempo, tal como asegura Cameron, “dejó en claro que no cedería al pedido de Rusia de generar como una frontera interna”, por el control de la planta.
En ese mismo año, el 10 de diciembre de 2008, llegó el primer documento firmado por la ya entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner con su par ruso Dimitri Medvedev. “Los presidentes manifestaron su satisfacción por la creciente cooperación en materia del uso pacífico de la energía nuclear entre ambos países y destacaron un potencial relevante para su consolidación en las esferas de interés”, esgrimía la declaración en español y en ruso. Fue uno de los documentos más citados en los años posteriores.
2009, primer acercamiento formal después del acuerdo
En una reunión en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 23 de septiembre de 2009 el por entonces canciller Jorge Taiana firmó junto al histórico ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Seguéi Lavrov, un entendimiento donde en sus puntos 41 y 42 ambos países se comprometían a “brindar apoyo a las negociaciones entre INVAP y ‘Rosatom’” para que especialistas rusos participen en la investigación de la esfera de combustibles nucleares y centrales atómicas. Los equipos técnicos de ambos países ya habían comenzado a intercambiar información.
2011, se oficializa la oferta de Rosatom
El paso siguiente se dio en Moscú el 24 de mayo de 2011, cuando Héctor Timerman -el reemplazante de Jorge Taiana en Cancillería-, estampó su firma en una declaración conjunta donde afirmaba haber recibido una oferta de Rosatom. Al mismo tiempo, el documento daba cuenta que la compañía rusa estaba “precalificada” para avanzar con el proyecto y los ministros confirmaban “el interés de Rusia en la construcción de nuevos reactores”. Meses después, el 22 de septiembre de ese mismo año, el propio Timerman se comprometió a avanzar en ese proyecto cuando durante la Asamblea General de las Naciones Unidas firmó con su par ruso una “Instrumentación del Plan de Acción de la cooperación Estratégica”.
2013, el proyecto de Rosatom pasó a ser “prioritario”
Los mayores avances en las negociaciones nucleares comenzaron a darse a partir de 2013. En una visita a Buenos Aires del canciller ruso Seguéi Lavrov el 10 de junio de ese año, Timerman volvió a firmar un acuerdo donde directamente manifestaba que la Argentina se comprometía en buscar avances mayores en términos nucleares. Además, catalogaron al proyecto de Rosatom como “prioritario” y lo pusieron al nivel de la construcción de las centrales hidroeléctricas “Néstor Kirchner” y “Jorge Cepernic”. Era el preludio de dos años intensos en materia de cooperación entre Cristina Kirchner y Putin.
2014, reuniones claves entre Cristina Kirchner y Putin
En el marco de la visita del presidente ruso a la Argentina en julio de 2014, el entonces superministro de Planificación Julio De Vido firmó con el director general de Rosatom, Sergey Kirienko, un “acuerdo para la cooperación en los usos pacíficos de la energía nuclear”. Fue uno de los documentos más largos firmados en las últimas décadas y el que más detalle tenía desde la primera firma en 2008. Acordaron avanzar en el “diseño, construcción, operación y desmantelamientos de centrales nucleares de potencia”. No hablaron de plazos, lugares ni tecnología a utilizar, elementos clave en la negociación.
Al mismo tiempo, en un acto en conjunto con Putin la propia presidenta Cristina Kirchner anunció: “Firmamos un acuerdo por la construcción de una central nuclear, esperamos que en San Petersburgo podamos llegar a un acuerdo final para su construcción”. Como diría Daniel Cameron en una entrevista exclusiva con TN.com.ar, “todos los acuerdos firmados en estos años todavía están vigentes, lo que no hay es un contrato, porque nunca se llegó a asumir ningún compromiso”.
2015, la última reunión en el gobierno de Cristina Kirchner, sin acuerdo final
Tal como aseguran distintos funcionarios que participaron en la negociación de aquellos años, la comitiva presidencial argentina llegó al aeropuerto de Moscú el 21 de abril de 2015 con una negociación mucho más avanzada que años anteriores, pero sabiendo que el anuncio que la Presidenta había hecho en 2014 sería difícil de cumplir. Fue así que en el documento firmado entre los dos mandatarios y publicado luego de la gira presidencial, Cristina Kirchner y Putin sólo llamaban a “continuar el diálogo sobre la posible participación de Rusia en la construcción de la sexta central nuclear”. Un final sin bombos ni platillos.
2018, el leve acercamiento en los años macristas
En materia nuclear, la gestión de Mauricio Macri se caracterizó por ponerle un freno a las negociaciones que habían avanzado a un ritmo vertiginoso en los dos últimos años del kirchnerismo. Si bien los contactos siguieron y, tal como declaró el excanciller Jorge Faurie, “Rusia siempre recordó los acuerdos firmados previamente”, desde 2016 hasta fin de 2019 solo se conoció un entendimiento firmado por Susana Malcorra y otro del por entonces ministro de Energía Javier Iguacel con su par ruso en el marco del G-20 realizado en Argentina en noviembre de 2018. En aquel mismo año, pero en agosto, Iguacel recibió en el Ministerio a Eugeniy Safonov, el representante de Rosatom en la Argentina. Según los registros oficiales de ministerios y presidencia, es la única visita formal que Safonov realizó a funcionarios argentinos en, por lo menos, los últimos 15 años.
2021, Rusia vuelve a la carga por las centrales
Tal como publicó TN.com.ar, en el marco de la Sputnik V y la fabricación de la vacuna en la Argentina, ya desde el año pasado Rusia comenzó a insistir en su viejo proyecto nuclear para construir centrales en el país. Según aseguró Dmitry Feoktistov, embajador ruso en la Argentina, esta intención se la manifestaron a autoridades nacionales en el país como al propio Martín Guzmán en el último viaje que el ministro de Economía realizó a Europa y Rusia. Allí, según fuentes de la cartera que dirige Guzmán, un representante de Rosatom le entregó unas carpetas con el perfil de la empresa y, ¿los detalles de los viejos proyectos ya presentados?
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Fuente:
Gonzalo Bañez, Documentos exclusivos: del gobierno de Néstor Kirchner a hoy, cómo avanzó la negociación nuclear entre la Argentina y Rusia, 14 junio 2021, TN.
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