El primer día de agosto es, para el mundo andino, un día de veneración, agradecimiento y pedidos. Celebramos a la Madre Tierra durante todo el mes, cada año. Y lo hacemos porque nos sentimos sus hijos. Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques, lo pone en palabras:
“Cuando le ofrendamos a Pachamama, le brindamos alimentos especiales y regalos, también le pedimos por las cosechas pasadas y las que esperamos y le agradecemos por toda la existencia.
Ella, nos abre sus manos y su alma, que nos abrazan desde el pozo que cavamos. Se detiene a mirarnos y nos escucha.
Pachamama, es nuestra madre y también es la Madre del mundo. Este día es importante sahumar y tener alegría para compartir con la Pachamama. Si es posible, vestirnos con colores y bailar.
Madre: recibe mis ofrendas preparadas con dedicación, recibe la tijtincha, las semillas, el agua y los frutos.
Perdonanos por la crueldad de quienes te despojan. Dá tu protección a los bosques, que son tu verde cabellera, al agua que mantiene nuestra vida, no desampares a los últimos jaguares, no olvides las necesidades de los todos nuestros hermanos, danos un poco de tu fortaleza para seguir andando y renaciendo, danos salud y paz en este difícil tiempo.
Danos sobre todo fuerza espiritual y energía, para defenderte, respetarte y mantenerte viva, sana y hermosa, así, hasta volver a tu vientre, de donde salimos a andar tus hijos”.
Celebrando a la madre tierra
Hace más de 20 años los Kollas de San Andrés invitaron a Greenpeace por primera vez a la Selva de Yungas en Salta para denunciar la extracción ilegal que realizaban las madereras. Junto al Grupo Yaguareté de Salta documentamos y denunciamos la extracción de rollos de madera nobles, y acompañamos a los Kollas en un corte de camino en Cuesta Chica, donde se acampó durante meses para evitar el paso de los madereros.
Denunciamos los graves daños ambientales que causaría una gran construcción impulsada por la multinacional Tractebel. Luego de confrontar directa y judicialmente, finalmente el Gasoducto Nor Andino, de 1080 km. de largo, se construyó y atravesó la selva de Yungas, una de las ecorregiones de mayor biodiversidad de Argentina. Sin embargo, desde el “tiempo del gasoducto” conservamos a los Kollas como aliados.
En 2014 las Comunidades kollas de Tinkunaku y algunos de nuestros activistas de Greenpeace celebraron juntos el Día de la Pachamama. La ceremonia (de origen incaico) se hizo en Río Blanquito a 70 kilómetros de Orán y entregaron a la Madre Tierra lo que se esperaba que provea durante el año.
Se ofrendaron semillas de árboles nativos, agua, maíz, quinoa, hojas de coca y artesanías realizadas por Kollas de la Selva de Yungas, Guaraníes de la Selva Paranaense, Qom de El Impenetrable, Wichis del Chaco Seco y Chanés de zonas de Transición, con lo cual de alguna manera también estuvieron presentes las comunidades nativas de las regiones boscosas más amenazadas.
Una lucha histórica que continúa
Desde Greenpeace hoy seguimos reclamando junto a las comunidades para defender la tierra y los bosques. Hace más de una semana los Kollas de Tinkunaku, sufrieron el fuego por el incendio en el Cerro Incahuasi y pidieron ayuda urgente al gobierno nacional y provincial para salvar las Yungas.
🔴 URGENTE: “Se está quemando todo” 🔴 Hace mas de 15 días, los Kollas de las comunidades de Tinkunaku, en las Yungas de Salta (a 70 km de Orán) sufren el fuego por el incendio en el Cerro Incahuasi. pic.twitter.com/i8ySlxde5p— Greenpeace Argentina (@GreenpeaceArg) July 20, 2020
Los desmontes están provocando un daño ambiental grave e irreparable y afectando seriamente a comunidades campesinas e indígenas. Es preocupante la falta de acciones firmes por parte de los gobiernos provinciales para frenarlo. Entre el 15 de marzo y el 30 de junio de 2020, durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, se deforestaron 21.275 hectáreas de bosques nativos en las provincias de Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco.
Nos sentimos en hermandad con las comunidades por la misión principal de Greenpeace de crear un mundo ecológico y pacífico y de garantizar la capacidad de la Tierra para alimentar a la vida en toda su diversidad; y con esperanza, pues todos somos uno, y compartimos un destino común.
Sabemos que el mundo natural es la base de muchas formas de vida de los pueblos indígenas; que el derecho de los indígenas de autodeterminación, de la tierra y de los recursos naturales es único con una historia compleja; y reconocemos la importancia de la protección histórica de los pueblos indígenas, (su conocimiento tradicional y el uso sustentable de la tierra).
No olvidamos las profundas injusticias históricas y contemporáneas que sufren los pueblos indígenas en todo el mundo. Nos disponemos, desde nuestros orígenes, a forjar fuertes y respetuosas alianzas con muchos pueblos, algunas de las cuales tuvieron como resultado victorias permanentes para las personas y la naturaleza. Y esperamos seguir aprendiendo de estas historias.
Pachamama: Madre Tierra, deriva del quechua Pacha: mundo o tierra, Mama: madre. No es únicamente el planeta, abarca mucho más, la naturaleza que está en contacto con las personas permanentemente. La Pachamama protege al ser humano y le permite vivir con sus aportes de agua, alimentos, etc. Las personas por lo tanto deben cuidar a la Pachamama y rendirle tributo.
Tijtincha: Comida especial para ofrendar a la Pachamama. Se prepara eligiendo los mejores productos cosechados de la propia siembra: mazorcas de maíz, habas secas, charqui y papas”.
Fuente:
Día de la Pachamama: “Es nuestra madre y también es la Madre del mundo”, 31 julio 2020, Greenpeace Argentina.
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