En
el día de ayer la Cámara 12º del Crimen de la Ciudad de Córdoba
les notificó a nuestros abogados Darío Ávila y Carlos González
Quintana una sentencia que saca al fumigador Francisco Parra del
banquillo de los acusados, ordenando su sobreseimiento en el marco de
la denominada “Causa Madre”, donde se juzgarán no solo los daños
ambientales que los venenos aplicados en los campos ocasionan, sino
también los daños a la salud humana. Las discusión sobre las
enfermedades y muertes de nuestrxs vecinxs había quedado fuera de
debate en el histórico juicio del año 2012 donde se lo condenó a
Parra a la pena de 3 años en suspenso, pero ahora resultaba el punto
central de esta causa tan dilatada… y justamente cuando su suerte
estaba echada y era casi un hecho que el condenado recibiera un
castigo de cárcel, la Cámara 12º de Crimen lo sobresee utilizando
un argumento de altísima complejidad técnica.
Una
vez más nos encontramos como en aquellos lejanos años en que
nuestra organización barrial tenía que luchan en dos frentes. Por
un lado contra los fumigadores que nos mataban y por el otro contra
la justicia que nos daba la espalda. Esta sentencia se parece a un
viaje en el tiempo a Barrio Ituzaingó anexo 2002.
La
Cámara del Crimen ha entendido que el fumigador Parra ya fue
condenado por las aplicaciones frente a nuestras viviendas en el año
2012 y por lo tanto no debe ser enjuiciado nuevamente. Lo cierto es
que en aquella causa denominada “Gabrielli” quedaron afuera
varios hechos de “contaminación dolosa” cometidos con
posterioridad por este señor y que el Fiscal Matheu siguió
investigando hasta juntarlos a todos en la denominada “causa
madre”, donde también se juzgan hechos similares en Barrio Los
Cedros, dando lugar a nuevas imputaciones. Caras nuevas de un viejo
modelo.
Entendemos
que cada fumigación contra nuestras casas exponiendo peligrosamente
a nuestra gente, constituye un hecho delictivo autónomo e
independiente y no puede tomarse como la continuidad de una actividad
agropecuaria ilícita y contaminante de manera eterna.
Sin
embargo este fallo no significa una derrota ni mucho menos. Nuestra
larga e inclaudicable lucha sentó al fumigador Parra en un juicio
donde recibió una condena que 5 años después fue confirmada por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación. Pero también sirvió de
base para que después de 8 años de aquel juicio histórico, el
modelo alimentario basado en el monocultivo y el veneno sobre los
campos se encuentre en permanente interpelación critica, avanzando
día a día en leyes y ordenanzas que limitan el uso de agrotóxicos
y abren el camino hacia una salida progresiva que conduzca a otro
modelo productivo sin contaminación, sin enfermedades, sin muertes.
Nuestros
abogados ya están trabajando en un recurso de casación que intente
revertir esta sentencia y devuelva al fumigador Parra al lugar que
naturalmente se tiene ganado, el de delincuente.
Madres
de Barrio Ituzaingó - Línea Fundadora
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